Emilio

Poemas, frases y mensajes de Emilio

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HOMBRE Y MUJER

Leonardo no ha sido
el mejor escultor de la historia,
tampoco Rodín, ni Cellini,
han sido la mujer y el hombre.
¿quien es la mujer?
Es la tierra en busca del arado
la historia del sexo y la piedad mística
es el cuerpo del plácido pecado que nos gobierna
pecado mantenido y trabajado
paréntesis de una manzana indispensable
¿quien es el hombre?
Es el fuerte lenguaje escapado de una ceremonia dionisíaca
la mujer está llena de brujerias necesarias
tiene piel para fijaciones excesivas
vive encantada con la polimórfica fuerza de eros
mientras cose el deseo ideal del coito
el beso misterioso en espejo de su alma
vive dominada y ama múltiplemente
es mujer, madre, hija, novia, amante, prostituta
pero también la mistica eucaristía de una naturaleza insaciada
tiene sed de absolutos; es religion de narciso
se mira, habla sola, mientras pide un propietario celoso
que le practique un cariño feudal
la mujer se enriquece viviendo de la
contradicción y la aventura
el mundo exasperado, la soledad, el silencio
las fuerzas disgregadoras y el deseo de eternidad
la mujer es un ancla errante
vida nueva, emoción nueva
así es como guarda los secretos soles que desconoce la ciencia
así es como se agita en la búsqueda y persigue su horizonte
su escala mortal es la frustración
hombre perdido, historia archivada en su memoria
pero, ¿que es un hombre?
¿acaso el portador de la alegria , la nostalgia, la paz o el tormento?
digamos que es un refinado buen salvaje
y el nudo indispensable de una obra de carne
mujer y hombre claman en la soledad como si fuesen náufragos
son distintos e iguales
son cuarteadas reglas de inevitables sueños
frenesí y honda potencia en rústico y sutil debate
positiva enseñanza del paso a la pareja
palabra prohibida hecha zona de peligros
el hombre, crítico dotado de meritorias noches
la mujer, amigable papel de cariñosas tintas
hombre y mujer son el ciclo plástico y leal a la especie
que aprisiona el alarido de las necesidades intimas
las mías, las tuyas
me gusta ver a la mujer libre como en tiempos de juego
que sea el posible impulso subversivo
el prólogo a un tiempo sin descanso
y la mirada amante en el abismo
no séra la mujer las simples cinco letras para la debilidad
no ha de padecer la esclavitud del ocio
y de manera obligada no séra una sierva
no romperá el pasivo eje de las relaciones rutinarias
y siempre soñará con derrotar el tiempo
siempre será la otra cara del mundo
si amamos, no es licito mentir...

Victor de Tassis