Misombra

Poemas, frases y mensajes de Misombra

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de Misombra


Red wine

Blanco, azul y rojo,
vago por el sendero
monolítico de tu poesía,
blanco es mi vestido,
azules mis vidriosas retinas
y rojas las vulgaridades
que con aparente inocencia difundes.

He visto galanes a mil,
algunos brillan en al azul cielo
los menos dañan las finas artes
pero no igualan tu trivialidad,
admirada por hombres,
ellos esparcen sus lumbres
y traen calma a mi vida,
me es grato ver sus resplandores
en sus sentimientos y poesía.

No es carga femenina
tu vida frágil y fugitiva,
ni la ilusión desposeída
reflejada en el espejo
de tu canto femenino,
oculto en la cava del rojo vino,
alma de tu clara
y odiosa misoginia.

Copa de emociones

En mi insaciable copa de emociones
nacen espacios de pronta armonía
abiertos a la luz de tus cielos
y canciones de ardiente danza,
impresos en tus papeles de colores
del furor invisible de tu canto majestuoso,
cada aurora me atormenta
la ausencia del himno que te canta
imaginar tus candentes poesías
sin mi pensamiento que sube y se dilata,
tiemblo en aquel albor y firmamento
al no escuchar tu verso sin mi acento,
cada mañana ultimas mi existencia
y bendices mis letras en mi dolencia.

Hermosa musa

Sentí querer al varón
con mi moza fe
en mis primeros tiempos,
sin amargos desengaños,
en mis desvelos entregue
el cielo de ventura
y amor de blancura pura,
las mías no eran ilusiones
versos y sentimientos verdaderos
de un alma prodigada en cariño.

Aún siento tus femeninos labios
en aquel secuestrado beso,
puro y celestial,
descubrí las riquezas y glorias
en el edén de mi amor,
escrito en celeste fuego
con tu pluma hermosa musa,
forzoso fue tocar la realidad
de desencanto de este mundo odioso
que con desprecio humilla mi corazón
y con dicha evapora esta verdad,
aunque no será nuestro funeral
muestra de mi amor sincero
yace en el color de tu tintero,
el dorado y luz de tu bandera,
morena Colombiana.

Ritmo de mi respiración

Fuiste un deseo,
te cruzaste dejando mirada
con tus ojos mortales,
que en buena canción
ni triste ni amarga,
arden letras y acordes
en mis orillas de hierbas infinitas,
sabes de mi sangre y llanto
que vierto por ti
en el camino de tu encanto,
aunque nunca fue para mi
aquel verso de tu roja poesía
sin el rubor del manantial sonoro
lo vislumbre por la ventana
y me adueñe de su suave fulgor.

Sigues mi huella con una leyenda
“Hoy eres pasión”
huelo el perfume de tus poemas
y adivinas mis carnales deseos,
dormidos desde siglos ajenos
sin la grandeza ni gloria
de tus frenéticas fantasías,
mañana cuando suene la campana
en los rincones de tu aldea
seré la carne de tu ensueño
y tu el ritmo de mi respiración.

Mi Poeta

Tiembla el ramaje de mis ojos
al soplo de tus últimos versos,
mis lágrimas esparcen
preludios de una sombra
que esta noche cierra
el alma con tu ausencia,

¡No volveré!

Mis letras no serán flor seductora
en la noche de tu tierra,
ni al despertar del aurora,
y se ocultarán sensualmente
debajo de mis ardientes copihues,
cada noche de San Fernando
el viento retirará la roja cortina
y descubrirás mi lujuriosa hermosura.

¡Volveré mi dulce poeta!

Soñé tu baile

Soñé bajo la luna menguante
y su cabizbaja luz,
las estrellas se lucían
mientras hablabas con voz dulce
en las alas de tu acento poderoso,
tu moreno cabello jugaba con el viento,
al estrellar la luz en tu inmensidad fecunda
tu cuerpo cobró vida en movimiento
y en tu danza nació mi alegre fantasía
al ver temblar tus esmeraldas
en tu cintura bulliciosa y turbulenta,
invasora de audaz corriente
de las olas de mi ardiente alma femenina.

Soy mujer frágil de tela y corazón,
Colombiana me infundes vida
y elevo mis plegarias suspirando
el himno que cantas
en el velo de tus ninfas,
sin dolor trucado
y el amor que mi corazón profesa.

Postrada de Rodillas

Esta noche me ves
vertir mis sentimientos,
postrada de rodillas
confundida en mis pensamientos,
viví mis inviernos juveniles en el valle de monasterios
la calma reposaba en las aves en su nido,
la celda solitaria,la plegaria y el llanto nazareno
ahogaban el alma de mi espíritu
y apagaban los rumores de la vida
en el seno de una dormida humanidad,
pobre esclava con su baúl escondido
corría el mundo y yo ahí, ausente,
recorrí mis primaveras para detener el sol
que sobre el arcoiris hace alarde
entre robustas nubes carmesí
en mis nacientes olas arde,
y envuelta en esta luz multicolor
de legítimas ternuras de tulle,
en la tierra y en el cielo
aunque el juez cree ser justo
se muestra lleno de celos
y sentencia justicia por reflejo,
la vida un nuevo perfume me ofrece
con suaves y dulces flores
cuyo aroma mi corazón remece,
tal vez por ver ese encanto
sufro y muero en llanto.

La Subasta

En la ansiedad de tu ausencia
confieso el dolor de tu belleza,
imposible anhelo suspendido
en mi canto de suave armonía
donde nada es claro sin la luz que fluye
de tu imponente poesía,
el reflejo de tu vuelo perturba
esos montes extasiados
del ardiente pozo de mi tallo entero,
huelo el perfume de tus letras
en ellas mi pasión subasta el pecado
y la pureza en la sombra huye,
desnuda ante el misterio
que ya comienza en mi tierra,
tierra del nunca jamás.

¿Me desafías?

Me desafías en tu tierra
tierra de Cervantes,
entre cuerdas cargadas de sudor
y sabanas sin impunidad ni compasión,
soy tu muchedumbre
que pide sin clemencias
tu horrorosa mancha de pecado
en mis colinas sometidas
por los ardientes acentos
de tus desatados labios de fuego,
conozco la lujuria de tus delitos
en mis desprotegidos
muros debilitados por placer,
no habrá misericordia que nos socorra
en este desafió de humeantes caricias,
delirios y lamentos,
nuestras miradas y suspiros íntimos
serán un sublime pacto
de expiación a nuestras flaquezas.

Mortal Secreto

Sola aquí en tu ribera de placer
que pequeña me siento
ante tu bisturí de eterno dolor
que turba mi corazón
y ensordece mi cuerpo,
cuanta fantasía en mis caderas anonadadas
por una sola onda de tu recio movimiento
para elevar por siempre el éxtasis de mi cuerpo,
sin embargo no es necesario la sal y vinagre,
puedo en un instante
hacer mías tus inmensas soledades
con mis heridas y caricias,
provocar en ti tremendas tormentades
sobre tu eterno movimiento
al impulso de mi solo pensamiento,
podrás cruzar mis eternas colinas
en el charco de mis movedizas aguas
y volar suspendido en las alas de tus sueños
más nunca sabrás mi inmortal secreto.

Coqueta dama

Búscame en mi establo
de pensamientos prohibidos,
estoy sentada en la silla
del jardín de manzanas
esperando tu mirada
a través del cristal
que egoísta te separa.

Tú, coqueta dama
de cabellos desbordantes
y ojos de verde desteñido,
eres el relámpago
recién amanecido,
que escarba en el silencio
de los sueños mudos y escondidos,
donde mis pasiones tiemblan en secreto
en la hora del espejo
que divide el corazón de mis reflejos.

Libérame
de esta lenta agonía,
soy virgen torturada
por la señora de cien años
con su flor de la mano,
tormento de invierno y verano
de mi rígido pasado.

Solo tus pasos de medianoche
que no escucho ni veo,
dan vida al ruido del reloj
mientras siento tu amor
y mis dedos sumergidos
en las aguas del valor.

Postrada de Rodillas

Esta noche me ves
vertir mis sentimientos,
postrada de rodillas
confundida en mis pensamientos,
viví mis inviernos juveniles en el valle de monasterios
la calma reposaba en las aves en su nido,
la celda solitaria,la plegaria y el llanto nazareno
ahogaban el alma de mi espíritu
y apagaban los rumores de la vida
en el seno de una dormida humanidad,
pobre esclava con su baúl escondido
corría el mundo y yo ahí, ausente,
recorrí mis primaveras para detener el sol
que sobre el arcoiris hace alarde
entre robustas nubes carmesí
en mis nacientes olas arde,
y envuelta en esta luz multicolor
de legítimas ternuras de tulle,
en la tierra y en el cielo
aunque el juez cree ser justo
se muestra lleno de celos
y sentencia justicia por reflejo,
la vida un nuevo perfume me ofrece
con suaves y dulces flores
cuyo aroma mi corazón remece,
tal vez por ver ese encanto
sufro y muero en llanto.

Pluma de un escritor

Hay versos que solo tu escribes
en tu extensa primaveral tierra,
das paso de la quietud de tu pluma
a mis ardientes horas de espera,
separadas por egoístas husos horarios,
juegas con mi aparente
campo paciente y adormecido,
en mis ojos crece las ansias de pecado
donde tus pasos resuenan
en aquella lluvia abrasadora de tus versos
y en la brisa de su ardor que me devora
en un aire de tinta enardecida,
mientras espero vagamente
se alza en enervante calma
mi monótona mirada sin gemido.

Droga

El sexo
es una droga,
yo
el componente activo.

Mi sombra

Es opaca su mirada
nada ha terminado
desde su primera mañana,
la miro sentada desde su edad temprana
huyendo de valle en valle
sin mayor reclamo,
observa mi paso atentamente
con su taciturna tristeza
y el ornato de su virginal recato,
incierta en mis marchitos recuerdos
la dibujan los fantasmas
de mi luz cayendo,
muda sirena que ingenua canta
y sin tocar mi velo ni mi débil ramo
sus amores con el relámpago huyeron,
llora ella por su alma sin alas
la bella efigie no supo de amor
en mis suspiros y pechos de ardor.

Mi baile es su pura pasión
devota es mi sombra
de tierna ilusión.

Pasión Presente

Recordarás
hermosa mujer
el nacimiento de mi primera lágrima
en mi primer sollozo femenino,
en tus horas de ardiente sombra
y nuestra edad primera del amor nacido
cantando amores que llegan al alma,
¿recordarás aquel beso que me robaste
en la ya lejana playa?
Yo si recuerdo
esas pupilas de esmeraldas
en nuestras horas de pasión y esperanza
no vivo de esos recuerdos,
vivo de nuestra pasión presente.

Un secreto realidad

La sorpresa asoma
En caja de luz perdida,
El sol inunda la tenue fisura
De aquella silenciosa huella
Pérdida en las nostálgicas
Noches de primaveras juveniles,
Al sur de la estación del arcoiris
Se arrodillan mis húmedas pupilas
Y sufro de este dulce sentimiento
Con don de secreto espanto,
En el celeste de la estrella encendida
Emerges con temor de virgen,
Desvelo ebrio de mis pensamientos
Sin tu rostro tallado en la magnolia
De hojas perennes y verdes retinas,
Tus finos ademanes dibujan
El espejo de mi ser
Enclaustrado en el valle de la vida
Que cubierta de mantos de mentiras
Esconde esta naciente melodía,
No eres poesía de maldad
Solo una generosa realidad.

Mi poeta

Tiembla el ramaje de mis ojos
al soplo de tus últimos versos,
mis lágrimas esparcen
preludios de una sombra
que esta noche cierra
el alma con tu ausencia,

¡No volveré!

Mis letras no serán flor seductora
en la noche de tu tierra,
ni al despertar del aurora,
y se ocultarán sensualmente
debajo de mis ardientes copihues,
cada noche de San Fernando
el viento retirará la roja cortina
y descubrirás mi lujuriosa hermosura.

¡Volveré mi dulce poeta!

El herrero

Mi sombra verdea
al canto cierto del alma
del herrero de mi aldea,
a través de mi balcón
entre mis velos transparentes
miro el metal caliente
fraguado por la corriente de su cuerpo
envidia de las candentes y agitadas
nieblas de mi cuerpo estremecido,
aquella alcoba perdida
llena de vapores y sudor ardiente,
y las revueltas sábanas en su lecho
mordidas con furor ajeno
son el dolor que agrieta mi pecho
que sin crueldades me tortura,
cada noche tempestuosa y fría
mi lujuria siempre despierta
aguarda su impúdica mirada
para ser el metal de sus antojos.

P.... e hija

Un día trae otro día
pienso en mis colores pasajeros
ayer rosa, hoy blanco marfil,
perece mi infancia confiada,
sin tus contratiempos altaneros
ni tu presencia en mi ventana,
pensaste que latiría mi sien
sin la agonía de niña gentil
en sus cálidos dolores
ni el calvario que cierra la puerta de tu ausencia,
eres mi creador perdido
en misteriosa misión de tu existencia .

Perece mi celeste juventud
cual humo sutil que el alba exhala,
mil derrotas, mil triunfos en soledad
en la aurora tímida y callada de tu destierro,
un sol furioso iluminó mi alma
y junto a la hermana aspiración de mis resplandores
la humana juventud brillo en grato ardor,
iluminadas mis blancas virtudes, verdades y mis amores
la voz de la vida cantó en aparente armonía,
más tu mudo canto, mi creador
hábito sordo en las aulas de mis años quemados.

En el crepúsculo de tu vida,
me dejas una rama huérfana de identidad
que tu ausente sol nunca aclaró,
¿rosado, azul o arcoiris?