Maxper

Poemas, frases y mensajes de Maxper

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de Maxper


Seguidillas

Quien te dijo que existen
soles a medias
si tus dedos cobijan
miles de estrellas?
noche es tu celo
de azucarado mimo,
mudo y travieso.

Por mayo te compones
de sol y almendra,
la tentación va al ritmo
de tus caderas.
Huele a pinares
tu piel que a media fuga
cura mis males.

Si acaso en la porfía
de mis intentos
soy el cardo baldío
de un desconcierto
calla y disculpa
tu voz duerme en mis brazos
siendo mi musa

Serial de compromisos
de tomo y lomo
es la rama de almendro
de que dispongo
y a plena tarde
no encuentro dominguera
que a mi me cuadre.

Por eso sólo opino
que a allá, en la luna,
un cantoral se nutre
de tu figura,
pan de concierto,
sobre tu abecedario
soy sólo intento.

Quién cortará la rosa
de mi amargura,
si a deshacer la espina
nadie me ayuda?
Salve de agosto,
policromía al vivo
de mis antojos.

Curandera de olivos,
agua en mi frente,
no te apague la noche
cuando te duermes,
ve a mi ventana
en el cristal da el beso
de tu mirada.

¿Quien te contó que anoche
mientras dormía
la llama de tu sombra
conmigo ardía?,
cálido intento
para noches sin luna
tu eres mi aliento.

De porcelana y rosa
cuidas tus labios,
para alcanzar tus besos
sudo peldaños,
dueña escarlata,
tu nombre abre suspiros
en mi garganta.

Dame tu mano ambigua,
dedos crispados,
un mimo de entrecejo
y un calendario
de hiedra y mirra,
yo iré pasando páginas
día tras día.

He vuelto

HE VUELTO

He vuelto , mitad quebrado
por la edad del compromiso,
blusa absuelta de requiebros
y alondras en los bolsillos.
El aire azul me recita
letanías que no olvido:
caro ayer, con la nostalgia
de campanario de amigos.
De madrugada despierto
atado al beso que admiro,
un dado salta en mis dedos
con las reglas del cumplido
y una música trasluce
las notas donde ahora vivo.
Lejos voy, cara cubierta
al temporal del destino,
para burlarme me basto
con la escasez de apellido,
y para crecer me asomo
al campo donde he nacido.
Nunca fui cardo en ladera
ni el pica-piedras del trillo,
la ansiedad cubre mi espalda
bajo la ley del cortijo
y en abrevaderos de ópalo
soy la canción del mendigo,
la lágrima de un recuerdo
y alforja de un peregrino.

He vuelto, nunca cansado
ni ausente de lo que he sido.

Cabuliwallah

Cabuliwallah

Tagore hablaba un día de un mendigo en Calcuta
con un saco nostálgico y un recuerdo sombrío,
la pesadez del hambre colgaba en su atavío
como la escarcha sórdida al final de la ruta.

De porcelana el hombro y los pies de recluta
probó a ser transparente como el agua del río
y en la conciencia clara de un puerto sin navío
acabó siendo el reo detrás de una disputa.

Somos el papamoscas que busca en el sendero,
mas allá del instinto de la burla o la risa,
montañas de coraje con la esperanza en vano.

Hambre que azuza el vientre no tocará el pandero
en las transpuestas sombras del agobio o la prisa.
Mendigos de Tagore sin su samaritano.

Max

Hubo una vez un pájaro

Hubo una vez un pájaro que aunque vivió escondido
tuvo un trino sorpresa y un porte acicalado,
nunca quiso cuidar la dimensión del lado
que a flor de un mal recuerdo, puso en rama de olvido.

El aire de sus alas aligeraba el nido
en el límite azul de su propio reinado,
casta de verdes hojas y la quietud del prado
como principio apuesto para evitar el ruido.

De silencioso ocaso y un lejano horizonte
como el quehacer del pájaro me acostumbré a la vida,
aunque en sus primaveras ni fui clavel ni rosa.

y sé que no fue fácil que floreciera el monte
pero la savia brota de la rama escondida,
y es que la soledad es a veces hermosa.

NANA NAVIDEÑA

Una cuna se mece
al fulgor de una estrella,
noche clara de luna
que en el mar se recrea.

En la paz de los siglos
se renueva la aldea,
caminantes hambrientos
de una luz que ya llega,
una risa en los labios
despejando las penas,
horizontes dorados
para una vida nueva.

Ese Niño que nace
es humildad y fuerza,
con los dones de reyes
y el dolor de la tierra,
acunado en los brazos
de una tierna doncella.

Una música invade
el aire de grandeza,
siento una voz amiga,
y una nostalgia inmensa,
y un deseo infinito
de paz en estas fiestas.

FELIZ NAVIDAD

El gancho del cortijo

El gancho del cortijo con la mirada obscena
de polizón de marras grabado en calendarios.
El latigazo en versos que exuda escapularios
con la mudez de un zafio sirviéndose la cena.

El beso apasionado de aquel que te condena.
El peripuesto antojo que nada en solitarios.
La brújula pendiente de cuerpos centenarios
a la parsimoniosa sesión de un alma en pena.

El reciclaje impuesto sin ley ni compromiso
de estilizados humos y estilizada facha.
Un campo que desvela a media luz su ocaso.

La voz de un pesimista mediada sin aviso,
o del que izó proverbios mientras blandía el hacha,
que por variar no importa, la vida es un fracaso.

Ya no me queda tarde para cambiar de vida

YA NO ME QUEDA TARDE PARA CAMBIAR DE VIDA

Hay un sol de adivino que te observa latente
donde se fue la magia de tu buenaventura
y el rosal de mis dedos aleja tu cintura
con los pétalos sueltos de otro adiós en mi mente.

Tu voz de crucigrama me deja indiferente
ante el extraño embrujo de escasa arquitectura,
pared que suda barro ni crece ni perdura
y al temporal sin lluvias se nos seca la fuente.

Más allá de un presagio mi sentimiento espera
el gris que da la tarde y un horizonte alado
marca el rol de un camino de concordia asumida.

Mi cuerpo estrecha ya el gong de otra ribera
con turbia voz lejana y el corazón helado,
ya no me queda tarde para cambiar de vida.

LA ROSA Y EL SAPO

LA ROSA Y EL SAPO

Dedicado a Emilieta, que me contó este cuento

Dicen que fue una rosa que le creció a un espino
en un erguido tallo, y al frescor de una fuente;
si el temporal de fuego mermaba la corriente
se arrimaba a la sombra de las ramas de un pino.

Por natural instinto fue creciendo la rosa
conjugando armonía de luz en el paisaje;
y aunque de espino fuera por su humilde linaje,
al mirarse en el agua se contemplaba hermosa.

La fuente era un reclamo de las aves del cielo
y animales del campo que del agua bebían;
saludando a la rosa, unos y otros partían
buscando sus guaridas o remontando el vuelo.

Con aquellas visitas se sentía halagada
exhalando un suspiro de luz en la aureola
de su sueño de reina, que aunque perdida y sola,
era de aquel entorno la rosa más amada.

Y aconteció que un día por la rosa atraído
y el agua de la fuente, un sapo a paso lento,
buscando entre las hierbas frescura y alimento,
encontraba el paraje de su sueño cumplido.

Y fue entonces el hado de una nota sombría,
sin pretenderlo el sapo, sus modos ahuyentaban
a las aves del cielo y los que allí llegaban,
huían asustados de su fisonomía.

Irritada la rosa le dijo sin complejo:
no naciste del nardo, ni tu cuerpo es un lujo,
llevas puesto en la panza el emblema de un brujo;
tu mundo es otro sitio, ¿te has mirado al espejo?

Al pobre sapo triste le hundió su cobardía,
el complejo del feo, la vida sin sentido,
apurada su angustia por lo hasta allí vivido
notó que hacía daño a aquello que quería.

No respondió palabra, apartándose a un lado
buscando en la maleza un humilde escondrijo,
fue guardián de la rosa, y en su interior se dijo:
¿cómo podré ausentarme si estoy enamorado?

Se mantuvo al acecho, controlaba a la hormiga,
evitando ser visto por no sufrir reproche;
de voraces insectos por el día y la noche
le libraba a la rosa llenando la barriga.

Y así la rosa puso corona a su mirada,
que engarzaba a los aires con su aroma y su aliento,
una reina en la palma del espino y del viento...
la caricia de un sapo de una vida callada.

De puentes

De puentes

Madre, de puentes suspiro
por un clavel apagado,
que a mi edad deja en legado
el aire que no respiro.
Hay primaveras que admiro
bebiendo a sorbos la fuente,
el agua que da en mi frente
baña el sol de mi recuerdo,
manantial donde me pierdo
soñando encima del puente.

Max

Vivo en la montaña PALENTINA, cerca de AGUILAR DE CAMPOO.
Me gustaría contactar con poet@s,de la tierra o cercanos


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