Edmundo Onofre

Poemas, frases y mensajes de Edmundo Onofre

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de Edmundo Onofre

Libros: “Rocío” Magoeditores, “Huellas” Magoeditores, “Silencio Legible” Magoeditores, “De Primera Fuente” Magoeditores, “Latitud Sur” Free Way, “De Nahuelbuta a Quimantú" Scriptum Editores.

EPISODIOS LEGIBLES

V
Sobre la epidermis viva de los árboles,
talladas...
profundas las letras.
Símbolos universales les adornan:
Flechas, corazones...
Ayuda de memoria
para el transeúnte que se olvidó de amar
y para el que ama todos los días.

VI
Escondí mi envejecido cuaderno
bajo mullida almohada
y así, por osmosis,
transformar mi mente...
y ella, me transforme en intelectual
para pensar y hablar inteligentemente
hasta la eternidad.

VII
Después de largo viaje
sílabas se desmontaron de palabras
y se pusieron a descansar;
se formaron como soldados del mejor ejército
y una a una fueron enumerándose
para después ensayar
las mejores poesías
y cantos de la cultura universal.
Había uniformes cargados de condecoraciones,
también vi otros sencillos, de batalla.
Los más utilizados eran estos últimos.

VIII

Antes de rezar me interioricé de las ciencias,
aprendí teoremas y principios por montones
que me llevaron a hurguetear la historia
y posteriormente ensayar...
repetir miles de veces
las mejores oraciones
y letanías de la humanidad:
Ama, ama, ama... Lee, lee, lee...

EPISODIOS LEGIBLES (xx)

A veces me di tiempo para rezar...
ensayé poses, creé el mejor ambiente,
llegué a mi sensibilidad...
reconocí mis errores que cubren mi cuerpo,
vi también temores que día por medio siento:
la vejez, la muerte, el destino...
también he encendido muchas velas
para ayudar en lo que pueda
a alumbrar el mundo,
acercando los candelabros a las bibliotecas.
Quise ser el mejor,
pero no pude.
No pierdo la esperanza... tal vez,
cuando caigan más hojas con leyendas que convenzan
o cuando asfixien mi vista las consecuencias...

PALABRAS

Palabras, alegres y tristes palabras...
nacen, abundan, fluyen al instante.
Son las emociones que cantan
o sólo la rutina que habla.

Qué bello suena decir al oído
aquéllas que siempre deleitan:
Ayuda, amor, cuidado…
Sentir en lo íntimo su significado.

Hermosos sonidos que brotan susurrantes,
grafías que se plasman inmortales
trayendo consuelo al dolorido
o compañía al que medita en el asilo.

Cuando dulces se presentan
o al ser agresivas en ofensas,
ellas perduran en el tiempo,
grabadas, como placer o aturdimiento.

Que agradable se ven vestidas de melodías
de aquella canción romántica o divertida,
en los versos del poeta ilusionado,
o en la voz del que clama justicia o amparo.

Libertad, juventud, naturaleza… palabras,
frágiles palabras de riqueza universal
resuenan como ecos de milenarias recetas
conformando preciosos racimos de letras.

NOCHE EN VELA (FRAGMENTO)

“Mis padres eran mi mejor compañía siempre, en todo momento; sólo me ausentaba cuando tenía que ir a estudiar, o ellos las escasas veces que no los pude acompañar, como esta vez, al momento de hacer el obligado viaje al pueblo. Los lazos que se producen en la infancia con la familia son únicos. Los más importantes seres desde la más temprana edad son los padres, llegando a ser nuestro complemento; sus manos son la extensión de las nuestras; así mismo, nuestros gestos, palabras, sentimientos, extensiones de los suyos. Vivimos en ellos y ellos en nosotros. Mis temores me hicieron meditar tantas cosas, como que había comenzado a madurar prematuramente. Aprecié sus risas, consejos y también sus regaños que más de las veces me los merecía. Observé mi cuarto, vi algunas antiguas fotografías que mamá había puesto para que me hicieran compañía: la de papá cuando era joven y estaba trabajando en el huerto, la de mamá, tomada en el pueblo cuando era muy menor. Aproveché de contemplarlas, de verlas por primera vez de manera detallada; los ojos de ambos me miraban alegremente dándome su mejor compañía, esculpieron mi alma de ternura, haciéndome sentir el ser más feliz por tenerlos. Sentí la tibieza de sus palabras que anidaron en mis sentidos, descubriendo en cada uno de ellos la verdadera fuente de amor y con las que de manera inagotable siempre he contado. Contemplé, además, algunas imágenes religiosas que eran parte del decorado, influido por las costumbres de mamá. Cada uno de estos retratos tenía una historia que más de una vez me había narrado, especialmente cuando me acompañaba a dormir. Las miré una a una, recordando hasta los más mínimos detalles de la vida de aquellos santos personajes, todos seres buenos de los que estaba rodeado en esta solitaria noche –me convencía– y estaba agradecido de contar con tan selecta compañía.”

SINFONÍA

Música, endulzas los oídos,
acaricias el alma,
atrapas con tu sinfonía...
Eres dulce compañía...

Llegas con tus melodías envolventes
que atrapan todos nuestros sentidos.
Música, mágico sonido
eres sin duda la reina de las artes
y posiblemente la más brillante.

Llegas al oído como un remedio natural
que nuestro espíritu desea escuchar
y con sólo siete notas debes armonizar
todos los sonidos de cualquier lugar.
Vives en la melodía de los ríos al pasar,
en el roce de las hojas del follaje
o en el suspiro del viento al clamar.
Estás el los sonidos del oleaje de la mar,
en las melodías de las aves al cantar,
en el zumbido de los cálidos desiertos
o en el retumbar del hielo polar.

Susurro, melodía, canto... sinfonía;
eres música del firmamento celestial
que caes con la lluvia del sur y la boreal
inundando nuestros pueblos y comarcas,
al pasar.
Música, mágico sonido,
endulzas los oídos,
acaricias el alma,
abrigas con tu melodía...
Eres dulce compañía...

DO, RE, MI, FA, SOL, LA , SI ...
Eres MúSIca LAureada
con tu REtórico soniDO
y de FAstuosa SOLemnidad...
¡ MItica ...!
¡ Viva la música !

AGRADABLES VISITAS

Hoy tocaron a mi puerta las palabras,
venían contentas, alegres a verme...
les dije que eran bienvenidas.
Eran tantas que tuve que abrir mis ventanas
para que pudieran entrar prontamente.
Venían alegres como dije;
pero algunas venían tristes...
que fueron las últimas en entrar.
¡Me gustan las palabras!
Las alegres y también las tristes.
Las alegres para hacerme feliz,
haciéndome reír a carcajadas
y remedio para mi alma.
Las tristes, un mal necesario,
porque son sinceras, justas y verdaderas.
Jugué con ellas hasta más de la madrugada...
formé bellas oraciones que me dictaba
el alma;
hice hermosos castillos con ellas,
cree puzzles, adivinanzas, poemas y misivas.
(¡Son fantásticas las palabras!
ellas nos permiten,
con su generosidad, conocer el mundo,
Durante las horas que pasamos juntos
fraguamos una gran amistad, la que estoy seguro,
para siempre perdurará.
Ellas me regalaron mensajes de afección;
yo les respondí con recados extravagantes,
cargados de confusión
con el propósito de que ocuparan
más minutos en descifrar
los contenidos de mis textos
y poder yo permanecer
el mayor de los tiempos con ellas.
... ya hacía muchas horas que había entrado
el sol por las ventanas... ellas se fueron
de mi casa a media mañana.
Pero al momento de irse
un regalo me obsequiaron:
unas hermosas fotografías de ellas,
que juntas en un libro
formaron un diccionario.
expresar todo lo que queramos
en segundos...)

PIES DESCALZOS

Quiero que me saques los zapatos
para así de verdad caminar
por todos los relieves terrestres
que comienzan a orillas del mar.
Sentir la sensación de la arena
cuando la aplana el viento en el mar,
sentir la tibieza de sus granos
cuando el sol los comienza a dorar.
Grato percibiré los guijarros
que voy a encontrar al andar,
sentir el cosquilleo festivo
bajo mis dos plantas al pisar.
Dormiré en las noches caminando
y así, caminando descansar
para no perder el tiempo escaso
que la vida me va a regalar.
Amasaré el barro humedecido
que enloda la senda al lloviznar,
mis fríos pies marcarán sus huellas
que el calor del sol no va a borrar.
Mis pies después de tantas andanzas
se suavizarán al empolvar
sus asperezas con suave tierra
que en tiempo estival van a tocar.

De azul también se pondrán los dos
cuando pisen la escarcha polar,
la nieve de las grandes montañas
y el suelo cristal al granizar.
Pisarán el tapizado césped
que las praderas han de verdear
y aquellas olorosas hierbas
les perfumarán siempre al pasar.
Irán muy cómodos por la landa
ya que el río los va a refrescar;
también se esforzarán en laderas
porque se cansarán al trepar.
Quítame pronto mis dos zapatos,
deseo yo descalzo caminar
porque mis desesperados pies
el suelo urgente quieren palpar...

NO HAY TRABAJO FÁCIL

Todos los trabajos son difíciles de desarrollar.
No hay trabajo fácil,
todos necesitan de nuestra constancia,
esfuerzo y dedicación.
Desde muy temprano hay que entregarse,
a veces, a sus no muy gentiles brazos
que te exigen a cada minuto
perseverancia... concentración.
Todo trabajo no es fácil de desarrollar
necesitan de la preparación y de la experiencia:
¿Cómo labrar los campos para que den
sus mejores frutos?
¿Cómo lanzar las redes a las aguas
para tener abundante pesca?
¿Cómo cocinar los alimentos
para que se disfruten mejor?
¿Cómo cavar los cerros para extraer
el escondido mineral?
Son difíciles todos los trabajos
que debemos desarrollar.
(Nada llega gratis a nuestro hogar).
Se necesita de la dedicación y de la entrega
para su labor:
Cumplir a cabalidad con nuestra misión,
la que deberemos entregar
hasta casi el final de nuestra vida...
Con responsabilidad y vocación.
A la distancia se ven más fáciles
los trabajos de los demás...
¿Será porque se desconocen
y eso hace que se subvaloren por su labor?
Cuando los conocemos de cerca
o nos corresponde realizarlos,
cambiamos de inmediato de opinión
porque no hay trabajos fáciles,
todos son difíciles de desarrollar
necesitan de tu esfuerzo,
y de tu dedicación
para que de este modo...
cumplas con tu misión.

MEDITAR PROFUNDO

Acomodo apuntes que están en mi memoria,
los borro, corrijo uno a uno para que se lean bien.
Ensayo su lectura en voz alta, los vuelvo a corregir.
No suenan bien. Rehago distintas páginas
hasta alcanzar la perfección: retratar en plenitud la vida
y cada una de sus vivencias.
Luego, bajo el brazo, me voy con todos ellos
a los lugares más desolados de la tierra,
los grito a viva voz, pronunciándolos a la perfección,
utilizando mi mejor prosodia,
digo una a una palabras que lo conforman.
Mi lúcida mente modifica los últimos errores,
los hacían parecer vagos, imprecisos.
Mi vista se eleva sobre las más altas montañas,
diviso a lo lejos, en tenuidad, comarcas desvanecidas;
auxilio mis primeras lágrimas: precipitan tristes.
No. Las palabras tantas veces ensayadas, corregidas,
ni una de ellas sirve para consolar lo melancólico
que repentinamente ha nacido: el baño de pena.
Bajo el interminable pasar de nubarrones
alzo mis manos a cimas escarpadas de silencio,
y medito continuos mensajes de sabiduría que algún día,
en algún lugar aprendí de memoria...
despierto en otro momento, en otro estado.
Me obligo a corregir nuevamente... tantas veces modificado
y otras tantas que los ensayo.
Mi cuerpo transformado otra vez de imperfecciones,
superado nuevamente por lo absoluto,
decaigo en mares de depresión... errante vivo,
y en el ocaso, la invitación sin límite,
me saca moribundo a renacer de la nada.
Peregrino por laderas inclinadas,
tropiezo con tempestades áridas que nublan mi vista,
haciéndome afirmar en gélidas granizadas
para así retomar la verdadera ruta.
Aguardo amaneceres púrpuras, azafranes
que me deslicen sin dificultades
y mi vista recoja la sabiduría diseminada a cada paso,
en cada meditación.
Quiero dormir oculto en lo invisible,
percibir aromas irradiadas de virtud,
sumergirme en lagos donde habita la verdad,
escuchar los perfectos sonidos del alma...
añoro el pasado que se fue, ése, el que jamás volverá.
Y en el más extraño sueño que me envuelve,
caen abruptas mis manos,
el peso de mi cabeza no soporta ni el más mínimo razonar.
Aún así, lucubro en el más absoluto silencio, en la máxima soledad...
El tiempo no existe, el espacio es otro,
distinto al que alguna vez experimenté.
Muero y revivo a la vez.
Tomo de nuevo mis ajados apuntes:
los leo y los releo... ahora suenan bien y son perfectos,
los repaso y me los llevo bajo el brazo
a pregonarlos a otras latitudes.

FRAGANCIA

Cuando yo esté muerto

quiero que me cubras

con tu buen perfume,

lo quiero en mi tumba.



Quiero yo llevarte

para siempre a ti

debes tú cuidarme

solamente a mí.



Cuando esté dormido

la fragancia tuya

me despertará,

porque no se esfuma.



Besaré tu aroma,

te recordaré

nuestra vida juntos

en un dos por tres.



Vuestro olor tan grato

trae a mi memoria

aquellos momentos

que ya son historia.



Pero están tan vivos,

vivos de verdad.

No me siento triste

ni con soledad.

SOLEDAD

Soledad,
precioso circunstancia de la vida,
comunicación interna, deseo.
Paso obligado del silencio
que exige al hombre pensativo
a buscarse en lo perdido.

Soledad,
Aparentas estar siempre vacía
o ausente de los momentos vitales;
pero sin duda eres luz y no olvido
que alumbra los obscuros caminos
de la multitud de seres confundidos.

Soledad,
Abrigo necesario del ermitaño,
refugio del labriego en el exilio,
para aquél que llora un amor perdido,
o del navegante que llora abatido
por no tener a los suyos en el navío.

Soledad,
Meditación que hace grande y es escuela
donde nacen los consejos colmados
de sabiduría.
De ti se habla en negativo
sabiendo que eres el encuentro íntimo,
el sitio sublime y reflexivo.

PECULIAR CENA

Me senté a la mesa
para saborear los viajes
que me llevaron lejos de aquí.
Hice un brindis con cada uno
de los regalos que hasta hoy he recibido.
Me atoré con cosas
que no pude lograr a la perfección.
Acerqué la cuchara cargada de besos
que algún día intimé.
Lamí las cuestiones que muchas veces leí
y me enseñaron a ser un buen hombre.
Destrocé con mi cuchillo los errores
que me persiguen.
Aplané con mi gentil cuchara
el baúl antiguo que me sirvió
para disfrazarme de aquel buen hombre.
Pinché con mi tenedor una y más veces
la maldad y mis pecados
que hasta hoy conviven conmigo.
Los adornos de la mesa son ilusiones
que siempre he tenido.
El mantel, las fantasías,
las muchas que cuelgan sobre mi frente.
La loza hecha de mentiras
decorada con aciertos de sabios.
La cuchillería, de grandes pasos y caminatas,
de miradas poco transparentes.
La sopa de amargura.
Las carnes, la masas, purificadas de perdón
llegaron acompañando a dolores y penas.
El postre, la soledad
en que siempre me he cobijado.
Mi cuerpo satisfecho de bienes, de gustos.
También indigesta de objetos sin valor,
de sinsabores...

Así es la vida...

HUELLAS

Somos protagonistas de la vida, de las tantas situaciones que ocurren a diario, a cada momento. Vivimos insertos en el mundo que nos ha tocado vivir y de cierta manera debemos sentirnos responsables de lo que pase en él, como también de aquello que hace ser lo que particularmente es en definitiva cada uno de nosotros.
A través del tiempo es bueno hacer un recuento de lo vivido: pensado, obrado; poner en la balanza nuestra forma en que hemos enfrentado nuestra existencia, las cosas que han marcado nuestro camino, las situaciones negativas que fuimos capaces de revertir, los buenos ejemplos que nos tocó observar, los oportunos consejos recibidos y entregados, mirar atentos los errores para jamás repetirlos. En fin, detenerse para seguir avanzando, avanzando bien, porque para continuar el recorrido hace bien descansar, tomar aire fresco, saciarse de agua pura y seguir la marcha.
Y para no perderse, hace muy bien mirar las huellas... Algunas de éstas ya están marcadas, bastará con seguirlas; otras, tú debes abrirles camino, marcárselas a quienes viene detrás. Porque en nuestra vida son muy importantes las huellas... las que se siguen, las que se dejan.

HOSPITALIDAD

No hay mejor refugio,
no hay mejor hospitalidad
que aquella que se da
en una cocina de campo,
generosa desde siempre
apegada junto al rancho.

Huracanes de aromas
brotan por sus rendijas;
pero mejor saben sus sabores
a sencillas esencias de huerto
y a la multitud de sus verdores:
albahaca, hierba buena, tomillo,
morrón, romero, cilantro...

Rústica cocina de campo,
hermosa por su simplicidad
por su pintado a humo
y por su barnizado de alquitrán.
Cocinas decoradas con zapallos;
con largas ristras de cebollas,
de ajíes y de ajos.

Olletas negras penden de cadenas
que abrazan la calidez del fuego;
y dentro de ellas su magia:
el caldo, el estofado, los porotos,
la cazuela, el perol o el mote.

Ollas, cacerolas y sartenes
son fuentes de alquimia
de la apartada alquería.

Penden, también de la oscuridad
las carnes secas y el costillar
que lagrimean por el calor
y que mañana serán sabor
sobre una mesa dadivosa,
en un gran plato suculento
que los alimentará a todos,
hasta el errante hambriento.

DESPEDIDA

Lágrimas amargas mojan el andén
por ese gran amor que terminó ayer
cuando todo era felicidad para ellos,
cada vivencia con sus recuerdos bellos.
Y por este dolor se humedece todo,
porque esto no podría ser de otro modo...
tanta ternura y afección entregadas,
tantas promesas de amor acariciadas,
de manera recíproca hasta el final
durante el día, la noche y el matinal.
Ahora todo es gris y vapor en la estación
que se confunden con la desilusión.
¿Por qué esto pasará, lo del desamor?
¿Si en momentos se juró un eterno amor?

Preguntas que no tienen explicación,
ni respuestas lógicas a la razón.
Suena el pito del tren. No hay besos ni adiós
sólo vive la tristeza entre los dos;
la boca se seca... late el corazón...
efluvios de vapor ocultan dolor.
Lentamente se va el tren. Llora el andén
porque nunca más se volverán a ver.

OBSESIÓN

Muéstrame el camino
que me llevará hasta tus pies,
indícame el atajo que debo seguir
para alcanzar tu sombra,
guíame por la senda
que me permitirá llegar
hasta tu cuerpo celeste.

Mis noches han sido eternas.
No he tenido días.
Mi mente sólo en ti piensa...
Mi cuerpo está abatido, cansado
de seguir en tu búsqueda.
Desvelos continuos se entretejen
en el silente nocturno.
Me he dado casi por vencido
de no poder hallarte;
pero de nuevo... mi obsesión
me lleva a seguir buscándote.
Estoy alucinado,
envuelto en una nube
espesa de misterio.
No te puedo encontrar,
no sé llegar a tu cuerpo,
menos a tu sensibilidad
porque soy tosco,
y de modales rústicos;
no tengo tu fineza,
tu preclaro gusto
que te ha convertido
en una inalcanzable diadema.

Y yo, con mi esperar luctuoso
sin poder llegar.
Ahora, en el umbral de mi plenitud
insisto en llegar a ti;
en tocarte primero,
abrazarte enseguida
y ganarme tu cariño después.
Sé caritativa con mi alma
y mi solitario corazón,
bríndale a mi cuerpo ese regalo:
terminar con su obsesión .
Muéstrame el camino
que te lleva a ti;
ilumíname mis pasos
para llegar pronto y poder tocar
tu placentero corazón.
Envuélveme con tu aura
para que mis palabras, modales
sean gráciles
y pueda llegar hasta tu alma
para finalmente, puedas amarme eternamente,
ser feliz
y mi cuerpo termine
con esta tremenda obsesión.

TU SER INTERIOR

Dale tranquilidad
a tu espíritu, a tu alma.
Recréales, te lo agradecerán.
Necesitan estar en silencio
algunas veces
para que tú les escuches...
para que medites junto a ellos.
Una mente tranquila y pura
es lo que siempre debes tratar de conseguir,
como una meta segura.
Escúchale atento a sus consejos
que te entregará en el oportuno momento.
Ella, tu mente,
es sabia...Tenlo por seguro.
Si alguna vez piensas que se ha equivocado,
no la reproches... porque fuiste tú
quien no le escuchó atento su llamado,
ni le quisiste entender la nobleza
de sus sabios consejos.
Atiéndele,
ella siempre se adelantará a los hechos
que pronto se harán realidad.
Lo mejor para tu mente es meditar y caminar...
Recuerda que en tu vida llevas una trilogía dorada:
mente, espíritu, alma.
Serán tu íntima compañía... tu complemento...
La prolongación de tu cuerpo.
Ellos protegerán tu valiosa existencia,
aportándote a cada momento
la seguridad, la valentía y la felicidad
que necesitarás como ingredientes diarios.
En la noche, cuando estés solo...
en la playa, en la montaña, en tu cuarto
o en el silencio de tu frágil cuerpo...
Comunícate con ellos;
Medita de tu presente y de tu pasado...
Efectúa un balance sincero
de todo lo que en tu vida has hecho.
Calibra la brújula que guía a tu vida...
Nunca es tarde para mejorar tu andar;
supérate a ti mismo para ser cada vez mejor
y para que vivas cada momento en plenitud.
Escucha en silencio a tu mente,
a tu espíritu y a tu alma.
También son tu cuerpo...
...Medita y camina con ellos.

SILENCIO

Preocúpate de no hacer ningún ruido.
Escucha el silencio de mi expresión,
momento de la mayor emoción
que de mi hondo interior ha venido.
Con el silencio habla mi corazón,
con el lenguaje que es sólo asistido
cuando de verdad está convencido
por los sentimientos y la razón.
A veces la palabra está de más
debido a su escaso significado
o porque muchas veces no es veraz.
Te daré mi sentimiento soñado,
mis gestos transparentes y mi paz
que no usan un lenguaje declarado.

DULCE COMPAÑÍA

Anoche estaba solo en casa...

Aburrido... melancólico

de las cosas que pasan.

Quería salir con alguien,

alguien que fuera distinto,

distinto a mis amigos y a mis padres.

Al acercarme a la luz

vi tras mío a una sombra,

mi sombra.

Me dijo con serenidad:

-¿Quieres mi compañía?

Salimos con paso firme;

pero caminamos reposado

por las calles casi obscuras,

salvo por la luz de la luna

que a mí me reflejaba

y a ella proyectaba.

Le conversé de mis dudas:

sobre la discutible sinceridad

de todos los hombres;

quise exacerbarme de un todo,

sincerarme en lo más profundo

que sentía hasta ese momento,

de lo que en mí pasaba.

Contarle de mis angustias y temores.

De por qué nuestra existencia

estaba atiborrada de rencor,

violencia y egolatría ...



De muchas cuestiones le hablé.

Ella me escuchó atentamente,

sin interrumpir un sólo instante,

como tomando apunte de cada palabra,

como rumiando cada frase que le decía.

Me detuve, se detuvo.

Esperé que ella diera respuesta

a todos mis recelos e inquietudes.

Me dijo con seguridad y sin duda:

-Tú eres fuerte y valeroso

como muchos hombres lo son.

- De ti depende cambiar el mundo

a pesar de sentirte con imperfección.

La naturaleza también es imperfecta,

me señaló. Has visto la inequidad del

agua caída en las distintas latitudes,

animalitos deformes,

extinciones de especies , entre otras.

A pesar de todo, la naturaleza y la vida

continúan para siempre superarse y

ser mejores.

- No decaigas...

-Vete tranquilo, te conozco plenamente

en los días con luna y con sol.

-Te ayudaré a enfrentarlo todo con

sabiduría

y estaré siempre a tu lado,

a pesar de no estar presente en las noches

y en los días en que más lo necesites:

cuando esté nublado.

AMOR CONSCIENTE

Ámame cuando esté vivo y despierto,
allégame tu alimento:
tu cuerpo perfumado y el calor de tu aliento.
Abrígame en las noches frías de invierno;
préstame tus gráciles y tiernos cuidados.
Arrúllame en tu regazo, quiero hacerlo mi refugio,
en los momentos en que esté angustiado,
porque la tarde se haya ido
y me sienta en soledad o desesperado.
Necesito tus suaves manos
para que se deslicen por mi cara,
que me enjuguen mis lágrimas,
nacientes todas las veces
de la sinceridad de mi alma.
Quiero que me acompañes a diario
a recorrer las olorosas campiñas
que dan los generosos frutos,
imprescindibles para la vida;
nos tenderemos en sus mullidas hierbas
a contemplar la naturaleza florecida.
Apriétame la mano cuando caminemos
por los innumerables senderos
en que nuestros pasos transitarán por ellos.
Necesito en ese momento
sentir la tibieza abrigada de tu palma nacarada.
Ámame sólo cuando esté vivo y despierto.
No quiero que me ames cuando duerma.
¿Para qué gastas energías si no te siento?
No quiero que me ames cuando muerto.
¿Para qué gastas tus fuerzas si no te siento?
Ámame grávidamente
desde que nazca sobre la faz de la tierra el alba
y hasta que la luna me refleje en la cara.
Ámame plenamente en mis años de mocedad
en mi período maduro y en mis últimos años.
Ámame sólo cuando esté vivo y despierto,
no quiero que me ames cuando duermo,
ni menos cuando esté muerto.
¿Para qué quiero tus besos sino te siento?