Un día a la vez.
Hay dos días en cada semana por los que no deberíamos preocuparnos, dos días que deberían estar libres de miedo y opresión. Uno de ellos, es ayer con sus errores y aciertos. ¡El ayer ha pasado para siempre y nada podemos hacer!. Todo el dinero del mundo, no puede deshacer ni uno solo de nuestros actos; no podemos borrar una sola palabra de las que hemos dicho, el ayer ya se ha ido!!.El otro día por el que no debemos preocuparnos, es mañana con sus exigencias, promesas y problemas. Tampoco el, está en nuestra mano. Eso nos deja solo un día: hoy. Cualquier persona puede batallar por un día...Por lo tanto, vivamos solo un día a la vez!!.
Sobrevivir en la jungla urbana
Observa tus pensamientos con distancia, y no los
confundas con la realidad.Así serás capaz de distinguir
lo neurótico de lo útil.
Se consciente de que cualquier cosa que suceda, lo
bueno y lo malo cambiará.
Evita atribuir la culpa de tu infelicidad a los demás.
Pensamientos "como mi vida es horrible" o "si fuera
rico mis problemas desaparecerían" son solo falacias
para no tomar el mando de nuestra vida.
En lugar de impacientarte, lee o escucha música
mientras esperas el autobús.
Trata de sonreír a la gente irritada que encuentres,
nunca menosprecies a los demás.
Tómate los contratiempos con sentido del humor.
No alimentes lo que te irrita, ni le des más
importancia de la que tiene.
Huye de la idea de que, en la ciudad, vives
amenazado por las personas y las situaciones.
Grandes jugadores
El trabajo que he hecho lo he hecho porque estaba jugando.
Si hubiera sido trabajo no lo habría hecho.¿Quién fue el que
dijo: bienaventurada la persona que ha encontrado su trabajo?
Quien fuera tenía la idea correcta en mente. Ten en cuenta,
que dijo su trabajo, no el trabajo de otro.El verdadero trabajo
propio de una persona, es un juego. Maldita la persona que
ha encontrado el trabajo de otro y no puede perderlo.
Cuando hablamos de los grandes trabajadores del mundo,
en realidad nos referimos a los grandes jugadores del mundo.
Aquellos que sudan y gimen bajo el cansado peso del trabajo
que tienen, no pueden esperar hacer algo grande. ¿Cómo
podrían cuando sus almas son el fermento de la rebelión
contra el trabajo de sus manos y mente? El producto de
la esclavitud, intelectual o física, nunca puede ser grande.
El circuito del miedo
La preocupación por lo que va ha suceder, se graba en el cerebro con la misma intensidad, que un acontecimiento negativo real. Esto significa, que la preocupación puede convertirse en el recuerdo de un episodio que no ha tenido lugar. Al angustiarnos por el futuro, activamos el circuito del miedo, lo cual explica por qué el pánico anticipatorio, resulta más desagradable que la situación real. Cuanto más tiempo y energía dedicamos a pensar en lo que sucederá, más profunda es la huella que dejamos en nuestro cerebro, con lo cual, nuestro miedo crece cada vez más. No debemos preocuparnos por lo que sucederá, sino por lo que está sucediendo aquí y ahora.
Una mota de polvo.
Tal vez estamos viendo esto desde una perspectiva equivocada, esta búsqueda de la verdad, el sentido de la vida...Todos tenemos una mentalidad, de que las respuestas son tan complejas y tan vastas, que resulta casi imposible de comprender. Creo que, por el contrario, las respuestas son tan simples, que nos están mirando directamente a la cara, gritando a todo pulmón, y sin embargo no lo notamos. Buscamos a través de un telescopio, creyendo que en las estrellas está la respuesta, cuando la respuesta es en realidad una mota de polvo en la lente del telescopio.
Quiero que sepas
Quiero que sepas, que tu recuerdo perdura, a pesar de esa larga ausencia.
Entiendo, que un determinado día, aposté al arco iris, y me quedé con el color menos propicio.
Aún recuerdo con suma claridad, aquella última tarde que pasamos juntos...Te mostrabas una mujer sufrida, con deseos de colgarse en los rosales del cielo.
Mujer de sufrimiento y gozo has sido, pero te marchaste en el preciso momento que el altar de los sueños, no estaba dispuesto a perdonar.
La noche, se escapa con lentitud, mientras hilvano unos pensamientos que me están inquietando. Todo está envuelto en sombras, no siento dolor alguno...son tan viejas las heridas, que no causan dolor alguno.
Creo, que sería conveniente valorarnos para poder valorar. Hay que quererse para querer, y respetarse para respetar.
¡Nadie puede dar aquello que no tiene!!
Nuestros mayores
Debemos respetar a nuestros mayores por encima
de todo, con la finalidad de vivir y llegar a ser tan
viejo como ellos.
Tienen que haber sido, valientes , fuertes y buenos
luchadores enfrentándose a situaciones duras...
Entiendo, que somos muchos los que aspiramos
a ser como ellos.
Nunca debemos permitir que a nuestros mayores
les falte nada básico y primordial.
Debemos amarlos profundamente por la sencilla
razón, de que son nuestros padres.
Karma cotidiano.
El karma, es una ley cósmica de retribución, o de
causa y efecto. Y no solo acumulamos buen o mal
karma con nuestros actos, sino también a través
de nuestras palabras y pensamientos. Quien utiliza
el lenguaje para maldecir o difamar a otros, terminará
recibiendo el mismo trato por parte de los demás.
Los pensamientos negativos,son asimismo un
bumerán: si desconfiamos de todo el mundo es muy
posible que acabemos atrayendo desconfianza hacia
nosotros, si envidiamos y deseamos el mal, jamás
seremos merecedores del amor ajeno. Las personas
alegres y generosas, suelen estar rodeadas de
amigos, mientras que las retorcidas y rencorosas
siempre se enzarzan en conflictos y la gente
rehuye su compañía.
El elixir de la infancia
La única forma de mantenerse joven mentalmente, es no
dejar nunca de jugar. Independientemente de la edad,
debemos vivir como si estuviéramos poniendo a prueba
el mundo, es decir, seguir siendo niños. Cuando observamos
a grandes artistas como Matisse, Picasso y Miró, entendemos
que en esencia continuaron haciendo lo mismo que en su
infancia:jugar, divertirse, marcarse nuevos retos. Mantener
la ilusión cada día y no renunciar a los valores de la infancia,
es el elixir de la juventud. También para el cerebro, pues
en cuanto empiezas a pensar como un viejo, ya has
perdido la batalla. Por eso es bueno, que los abuelos estén
cerca de sus nietos y les vean jugar e imaginar.Los niños
son nuestros mejores maestros.
¿Por qué corremos?
Una reunión del Club de Roma, llegó a la conclusión de que
cada solución que encontramos para un problema global,
genera de media cuatro problemas nuevos.
Lo sociedad de la prisa, corre para no dejarse atrapar por
los problemas. Esta prisa es imprescindible para mantener
la caldera del sistema en marcha, aunque cada vez, da
mayores signos de estar a punto de estallar.
En una dimensión psicológica, corremos por lo
mismo de siempre, para escapar del dolor y de la muerte.
Pero el dolor es un corredor de fondo!! La gran diferencia,
es que la tecnología nos ha permitido multiplicar de
forma exponencial nuestra prisa, hasta alcanzar velocidades
de vértigo, una tecnología que, por cierto, solo se ha
ocupado de encontrar la manera de acelerar, pero se
olvidó de los mecanismos frenado.