Porfirio Barba-Jacob

Poemas, frases y mensajes de Porfirio Barba-Jacob

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de Porfirio Barba-Jacob

Nacimiento:29 de julio de 1883
Santa Rosa de Osos, Norte, Estado Soberano de Antioquia, Estados Unidos de Colombia

Fallecimiento: 14 de enero de 1942 (58 años)
Ciudad de México, México

DECID CUANDO YO MUERA...

DECID CUANDO YO MUERA...

Decid cuando yo muera... ¡y el día esté lejano!
soberbio y desdeñoso, pródigo y turbulento
en el vital deliquio por siempre insaciado
era una llama al viento...

Vago sensual y triste, por islas de su América
en un pinar de Honduras vigorizó el aliento;
la tierra mexicana le dio su rebeldía
su libertad...su fuerza..y era una llama al viento

De simas no sondadas subía a las estrellas
un gran dolor incógnito vibra por su acento;
fue sabio en sus abismos.y humilde,humilde,humilde
porque no es nada una llamita al viento.

Y supo cosas lúgubres, tan hondas y letales,
que nunca humana lira jamás esclareció
y nadie ha comprendido su trágico lamento...
Era una llama al viento y el viento la apagó...

CANCION DE LA VIDA PROFUNDA

CANCIÓN DE LA VIDA PROFUNDA
___Porfirio Barba Jacob. Poeta Colombia.
1883-1942

CANCION DE LA VIDA PROFUNDA

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
como las leves briznas al viento y al azar...

Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonría...
La vida es clara, undívaga, y abierta como un mar...

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en Abril el campo, que tiembla de pasión;

bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,
el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
como la entraña obscura de obscuro pedernal;

la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas,
en rútilas monedas tasando el Bien y el Mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos...
-¡niñez en el crepúsculo! ¡lagunas de zafir!-

que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,
¡y hasta las propias penas! nos hacen sonreír...

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,
que nos depara en vano su carne la mujer;
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
como en las noches lúgubres el llanto del pinar:

el alma gime entonces bajo el dolor del mundo,
y acaso ni Dios mismo nos pueda consolar.

Mas hay también ¡oh Tierra! un día... un día... un día
en que levamos anclas para jamás volver;

un día en que discurren vientos ineluctables...
¡Un día en que ya nadie nos puede retener!

CANCION LIGERA

CANCION LIGERA

Si acongoja un dolor a los humildes
o si miran un valle, un monte, un mar,
dicen tal vez: ¡Dichosos los poetas
porque todo lo pueden expresar!

¡Ah! pero en el misterio en que vivimos
la cotidiana y múltiple emoción,
como no encuentre un ritmo que la cante,
se ahoga en el sepulto corazón.

Y están sin voz, el oro de los trigos,
el son del viento en pugna con el mar,
la luz que brilla el grito que se apaga
y el llanto de la noche, en el palmar.

Y está sin voz, perennemente mudos,
sin quien venga su espíritu a decir,
el sol, la brizna, el niño y el terrible
prodigio del nacer y del morir.

Y nosotros, los míseros poetas,
temblando ante los vértigos del mar,
vemos la inesperada maravilla
y tan sólo podemos suspirar!