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Poemas, frases y mensajes de lilianreinhardt

Selección de poemas, frases y mensajes mais populares de lilianreinhardt


HAIKAIS

Lilian Reinhardt
tradução ao espanhol pelo poeta
Juan Martin Ruiz

11R
Bailan en esta pauta
en sacra capilla ardiente
palabras si-mientes

12R

Hoja seca al viento
flota en la tibia brisa
el lamento escribe
13R
Granada lánguida
madura el fruto del amor
rosetón púrpura

14R

Mariposas aladas
soplan las flores del tiempo
florecen al viento

15R
En la boca del lirio
la savia viva labra
el polen del verso

16R
Bosque de silencios
guárdate floresta viva
verdeante acústica

17R
La mariposa azul
derrama desde mi tintero
versos de la canción

EN AQUELLA CASA DEL TIEMPO

Tradução para o espanhol pelo poeta JUAN JAIME MARTIN RUIZ

(Reflejos de Sofia (zocha) / Carro grande del tiempo (de los polacos))

El pequeño jardín de tablas afiladas era amordazado siempre por una cerradura oxidada en el portón. Bajo el cielo desnudo, los ojos estrábicos del agujero de la cerradura parecían tener poca importancia en aquellos arrabales que guardaban aquella casa entre el arbolado de la calle Goiás. La acera de cemento pelado llevaba hasta la baranda de ladrillos, en el umbral de las horas...Oigo el aroma del bizcocho relleno de crema de piña tropical y revestido con una capa de clara batida a punto de nieve bajo la sencilla mesa de formica roja con bolitas doradas, piso corriendo entre los pétalos rojos caídos al suelo, el suelo tiene el vientre caliente, el peral está repleto de flores aunque de los rosales cuelgan los pesares, el clavo se cuece rápido en la olla de presión, la misa ortodoxa toca la campana en la iglesia parroquial de cúpula dorada, Leontcho me mira desde su casa del otro lado de la calle, los curas de la iglesia católica meriendan con café en la cocina de la casa parroquial, en frente de la iglesia, siempre nos daban unas estampitas de santos y nosotros con hambre, no teníamos qué comer en casa, espiábamos a través de su puerta y la vieja beata doña Julia nos obligó a salir corriendo. Vimos los quesos redondos sobre la mesa, parecían grandes hostias... Pero, al lado de la casa de madera, nos espiaban los ojos de la niña Soniasz, siempre dispuesta a enfrentarnos a las hijas del señor Emidio, el creyente en constante vigilia... y esparcir por la calle Goiás pedazos de vidrio, atendiendo siempre a las solicitudes de Tchenko. Bajo las cercas de tablas, Florián, su madre, hace la peregrinación diaria al jardín de los claveles, solitaria, acariciando con las manos escuálidas los ojos hondos en las cuevas de su rostro de cera, parece ahondada en el molde de su arcilla, no consigue comprender cómo las abejas moldean con el cuerpo la propia casa. La suegra de bozo crecido carga con los arreos de aquel mundo... Pero del lado de aquí de la frontera, sobre el sofá nuevo de la salita desnuda, que como un santuario sólo alberga la televisión nueva “Empire” de patas puntiagudas, puede estar el sombrero de gamuza oloroso de mi padre... Quién sabe si habrá llegado de noche, con su maleta de viaje y sus jerséis de punto con olor tan extranjero para mí... En el armario de pino barnizado, no hay ropas suyas... pero mis ojos bastardos están sintiéndole el olor... Sobre la mesa del tiempo un vaso de agua hoy desechable... algunos códigos escriben ahora esos poemas desechables... Mis ojos parecen desechables, también, y se sumergen, atravesando, hasta el reverso del otro lado de la calle del ahora, gotean los poemas, la gota retorcida, que sobre el blanco papel infringe y delinque reincidencias.

TANTOS ERAN LOS PORTONES...

Tradução para o espanhol pelo
poeta JUAN MARTIN

“hago mis versos en la flauta de mis vértebras...”
Maiakóviski


(Zocha versus Zocha/(Sofia)/ Carro grande del tiempo (de los polacos))

Tantos eran los portones de tablas, con sus cierres por dentro, de hojas sopladas en las casas del tiempo...; tantos son los fantasmas nocturnos que volotean entre las rendijas de aquellas cercas de pino araucaria, y baten en aquellos portones que sustentan los ojos, que resurgen, así,esas escuadras de las pulsaciones del alma, por entre los murciélagos que vagan por los aleros, y reviran sombras entre los reversos de las revueltas bodegas, entre las ristras de ajos!...
El cielo se deshiela, la vida recomienza. La comadre Emilia ya no puede atravesar los portones de su casa. Se aprisionó, tiene ahora los ojos excavados en las hondas grietas del rostro, se clavaron en a sepultura del hijo muerto Paulino la ya tímida sonrisa y los cribos de las palabras. Nunca más pisará el pie fuera de casa, más allá del portón frágil de las proximidades de las tablas de madera de pino en lanzas.
Quedará como su casa, encerrada, circunscrita, entre el arbolado, entre los colibríes y los murciélagos, entre claveles, flores de cera, begonias y culantrillos, con el alma suspendida por los hilos de las telas metálicas que sujetan las macetas -latas en la pequeña terraza- y sólo llegará hasta el portón y contemplará el mundo conversando pormedio de señales y gritos y sonidos con la polaca Nuska, al otro lado de la calle, y con los transeúntes que la reconocieren y ella juzga reconocer...
La hija, Odete, acabará haciéndose novia de João tendrá cuatro hijos, todos saldrán con la cara agraciada del marido, construirá una casa al fondo, quedará puerta con puerta con la madre, indefinidamente, entre ellas no habrá más portones...
Vivirá en una casa sencilla amueblada con muebles de pino, estante de aluminio donde guardar las ollas, juego de cocina azul con cajón de leña..., y un día no muy lejano enterrará a uno de los hijos aún no nacido...
Los portones parecen hilvanar líneas demarcadoras, bastidores de listados de indefinidas mallas geográficas, cerrar cercanías del pensamiento, bajo la película de la concavidad del tiempo, y se colocan en sus puestos, como centinelas, urden telas, se yerguen en columnas, marcos de aire, piensan guardar casas, anteceder gruñidos, sonidos, unos de ojos de tablas, otros de hierro, otros y otros de aluminio, ¡con cerrojos de acero! Ayer, las últimas lluvias descamaron, desempedraron la calle Alagoas. Grandes zanjas se abrieron, se descarnaron de la tierra con peligrosas grietas para el tránsito más allá de los portones. Odete continuaba trabajando en la fábrica de la “Linhagem”, hay varios kilómetros desde su casa, yendo y viniendo con la bicicleta Axel, a la vera de las vías del tren, cerca de la fábrica de aceites comestibles Famadol y subiendo la rampa llena de surcos a causa de los chaparrones, en las mañanas cerradas de la helada Curitiba.Así, abría y cerraba todos los días el enganche del portón de tablas. No olvidaba llevarse la bufanda de lana tricotada en labor de punto sencillo, cubriéndole el cuello, ni de la marmita de aluminio, y la bolsa de paño, en el portaequipajes de la bicicleta.

SI LA PALABRA ES CAMINANTE... TODO POEMA ES PEREGRINO

tradução para o espanhol pelo poeta
Juan Martin Ruiz

Claro con certeza

como el Sol no va a olvidarse de mí o de ti mañana

después de la jornada de la noche del alma del poema

y si la palabra es ese apacentamiento

que exalta el rebaño del verbo

y enlaza y laza y todo desentraña

ávida buscadora es trapecista

que se atavía y viste la piel del verso/ de los oponentes

y desbrava transfiriendo el ojo del cielo en los caminos del mundo

la palabra no imagina

mas cuando se arrodilla supone y recrea los salmos

como los peces como las piedras...

y si es errante

si caminante en mí

en ti

¡todo poema es peregrino!