En tristeza andante se convierte su vida y su sonrisa en una eterna pulcritud sabiendo que los momentos vividos ya la olvidaron; viniendo el tiempo
con nubes grises que no disipan el dolor hondo del corazón y menos esos intensos aromas con rimas en los que en su amplio mundo vivió.
Se entonan canciones que ya sonaron trayendo los momentos de amor y las penas que recorren el alma van retumbando como amarga canción.
La noche es larga y los días se asemejan a un alma que no tiene color con las heridas infringidas en el pasado no puede respirar, todo en ella culminó.
Volver a pensar en la ilusión no quiere menos atarse al amor por el que lloró se sumerge en la bruma densa y oculta que se desliza en su mundo, tapando su sol.
Andar sus caminos desolados quizás en sus manos una flor que le mantenga el alma perfumada y con sus versos armar el amor.
Camina despacio y segura que dio su alma con convicción entregando todo con la blancura que da por única vez el amor.
Aún lleva en el alma sus sueños con esperanza y devoción.
Ella siempre soñaba, que un día él regresaría y le diría:
Estoy trabajando por nuestros sueños; armando esa nuestra casa con empeño, con paredes de nubes de terciopelo y ventanales grandes para que circule el viento, trayendo el trinar del jilguero, y sin techo para que nuestro amor coja vuelo y la luna plata sea testigo del encuentro de dos seres que los ángeles unieron. Le cantaremos al amor que hay en nuestros centros y la divinidad del cielo hará caer llovizna de te quiero con el rocío de esperanza que baña nuestros cuerpos, será la energía que mantenga nuestro amor eterno. El mar con sus olas y caracolas, será el arrullo que avive la llama en nuestros centros y su brisa salobre refrescará nuestras mentes, para que nazcan los versos del amor presente; robaremos luceros y estrellas, para que alumbren cada recoveco de nuestra vida bella; el dolor del alma nunca lo sentiremos, porque en nuestro hogar nos abrigaremos. Con la brisa suave de verano, otoño o invierno, nos elevaremos, cual suave pluma que busca el cielo y con la primavera anidaremos los anhelos; entre flores blancas y mis rosas rojas de terciopelo. Nuestras manos unidas por amor sincero, serán el engranaje que una nuestros cuerpos, con pasión de aroma sempiterno más la ternura que de tus ojos obtengo, alcanzaremos esa luna plata y recorreremos la bastedad del universo. Amarte día a día y penetrar tu centro, tocar tu cuerpo y sentir tus deseos, es lo que mi espíritu pide para tenerte por completo. Mirar tus ojos y entrar a través de ellos, descubriendo todos tus secretos; esos secretos que guardas con celo y que son míos porque los conozco y sé que estoy en ellos. Volarás en mis brazos con pasión y fuego, acentuando los aromas que nos da el amor y el tiempo; y las lágrimas que derramaste cuando estaba lejos, serán perlas con las que adornaré tu cuello. Eres el amor que me llena por completo; mujer hermosa de sueños inquietos, mujer bendita de alas blancas y alma rosa, estoy aquí para beber la vida de tus besos. Ese era su sueño; despertar un día recostada en su pecho sintiendo su aroma y besarlo por completo, anulando la distancia que los separaba hace tiempo y hacer del amor un hogar eterno. Se quedó con su sueño; guardado en lo recóndito de su centro, sacándolo de cuando en cuando para escribir sus solitarios versos.
Dirige tu barca hacía mi puerto y la bruma desaparecerá como por arte de magia, y tu alma se preñará del deseo de amar intenso desde el día hasta el alba,
entre rosas y gardenias entre sábanas blancas con aromas de ternura y pasión desenfrenada, donde se tejen mis poemas atrapando las estrellas entre verdes praderas y con mirada enamorada,
donde la vida es vida y tu belleza se palpa y los versos son la verdad de almas que se extrañan; atraca en mi puerto tu barca de anhelos ahí están seguros jamás naufragan.
Cuando muera mi cuerpo renaceré en la misma alma en un sueño alto y certero que arrullará el alba.
Reviviré con flores en el cuerpo con sus aromas hechos flamas las que calentarán el amor interno el que canta y baila, sobre escarcha,
deslizándose entre las almas formando entre ellas una inmensa charca donde naden los amores con mirada franca y se empapen de dulzura, con palabras sabias.
Cuando muera mi cuerpo mi alma tendrá grandes alas para llegar hasta donde quiero y expandir el amor, con perfumadas dalias;
dejando una estela envolvente que a las penas deshaga; cuando muera mi cuerpo no me importa, tendré alas;
con ellas volaré el tiempo ido sobre mi mar, donde las risas se alargan y donde estará siempre ese nido que a mis ideas y sueños plasma.
Cuando muera mi cuerpo volaré, hasta donde tu amor me abraza.
¿A caso piensas matarme por tu amor? ¿O es que tu vida es solo una quimera? ¿Que vuela alto con perfume de flor? ¿Y que prende almas como una enorme tea?
Sos un poema frío y sin dueño una historia triste con desespero un entorno yerto con cicatrices que llevaron tu alma a caminos grises.
Sos el amor en su versión fuego calcinando destinos que no se han vivido, sos esa noche helada que opacó estrellas ese año sin tiempo, sin primavera.
El lugar perfecto para grandes promesas olvidando que el amor es frágil y sueña; enciendes con tus palabras a un alma en pena luego te alejas, dejando un corazón hecho piedra.
Vuelve a tu senda, la conciencia es certera ahonda en los seres que con el alma juegan busca el rumbo que el universo te ha marcado segura estoy; que es de amor, sinceridad y pureza.
¿Quién podrá quererte como yo? Me preguntabas cada que desnudabas mi piel con versos perfumados de rosa y clavel bajo esas tibias lluvias de amor y placer que nos enredaban llevándonos tan lejos y regresándonos al amanecer.
Ya no hay lluvias perfumadas ya no hay lluvias de caricias en mi piel ya no estás aquí, siento que el frío llega con la neblina del anochecer penetrando poro a poro mi tibia piel esa que tú cubrías con tus versos de canela y miel.
Ahora tengo nostalgia de esas lluvias en mi piel y de esos versos tan dulces que me solías traer y la canción que nos inventó el viento cuando suena al amanecer es un triste lamento que me hace enloquecer.
¿Cuándo volverán tus lluvias A humedecer mi piel? Y que tus labios me besen el alma borrando la nostalgia que me eleva como a un suave papel dejándome en un mundo tan vacío y tan frío, como cruel.
¿Cuándo volverán tus lluvias tus suaves manos tu mirada fiel? A acariciar mi cuerpo a besar mi alma a humedecer mi piel.