|
Tengo la tristeza del pájaro que no puede volar Los caminos son rumbos tenebrosos y ambiguos Tengo vagos recuerdos de lo que fui y no sé lo que soy Las miradas de la gente caminando no tiene vida.
Miran pero no me ven, los veo pero no los miro Siento una aire frio que me calienta, no lo se Es extraño tener vacio el corazón y sentirlo latir El sufrir se convirtió en un modo de vida solitario.
Aunque me muevo me siento quieto, estático Aunque quieto, siento el movimiento de mis pies Que pisan el aire camino como entre nubes Creo que estoy muerto, pero como saberlo.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (KURT)
[img width=300]https://ignition-technology.com/wp-content/uploads/2017/06/Bitglass-clouds-background-unofficial.jpg[/img]
|
Poeta
|
|
Quando eu nasci, Nasceram comigo a vida e a morte. Olhávamo-nos olhos nos olhos E lançámos um grande desafio. Partiríamos ao mesmo tempo Para ver quem ganharia a maratona E quem teria a Grande sorte De chegar na ultima recta em primeiro E sem mais aquelas Começamos a correr Por ruas , ruelas e carreiros, Passamos os primeiros metros, Os primeiros quilómetros, O cronómetro marcava o tempo, Começámos a sofrer Eu comecei a sentir cansaço Com dificuldade a correr. Já começava a agarrar a camisola Que a vida trazia vestida E a morte sempre fresquinha, Com um sorrir cínico, macábro, Continuava sempre em terceiro lugar À espera do bom momento Para poder melhor atacar. E eu, pobre alma cansada, Coração que bate apressadamente Como se quisesse chegar à frente Mas hoje ele já com 85 anos Que não entre em desenganos E a morte no momento preciso Dará a sua sapatada, ela é a mais forte Quer eu queira ou não , tudo baterá certinho E eu e a vida ficaremos pelo caminho Abandonadas! E a partir daí, não seremos nada.
A. Da Fonseca
|
Poeta
|
|
Estaba parado en una esquina y te vi, Llegaste vestida de blanco, como marfil Flotabas como ángel alrededor de mí, Estabas hermosa como primorosa flor Hasta que alguien tocó mi hombro, Para pedirme un favor, que me corriera De la calle, porque un autobús, había Arrollado a una niña bella, como tú.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf
[img width=300]http://st.depositphotos.com/1742172/3844/v/950/depositphotos_38440909-stock-illustration-cartoon-ghost-like-girl.jpg[/img]
|
Poeta
|
|
Encajonamiento Errátil
Celebrar al cajón un vacío trepidante de sospechas, a la vuelta, de una esquina temerosa, telaraña, con la penumbra en las rodillas, que postergan, al gris afán verdes faenas,en el sol empapelado, que sujeta cada flor, al subir crepuscular, donde brotan las espuelas, al galope blando. ¡Por abotonar al mástil humedecido!. ¡Por sostener al sueño realizado!. ... Suculento sortilegio suculento... Tan sicalíptico como jugoso.
El cajón alborotado, satisfecho obedece, flexible, útil, desenredado y... ¡Liberado!. ¡Sin pecar aunque quisiera amar al mismo infierno, en la pureza que ablandó, los callados relojes, en la dureza!.
Sólo, sólo es el encajonamiento errátil. Hablando de la espesa aspereza, de la incontenible, torpeza tenaz, del horizonte agotado, en tres arenas, cuatro acantilados, cinco sapiencias, seis ecuanimidades, siete iletrados, ocho escarchas, nueve muescas. ¡Callando al silencio mismo!. En el grito malbaratado. En el grito nefasto. El cajón pulula.
Con la adustez mimada descortés. Con la embriaguez estrafalaria. ¡El cajón es bondadoso, con el olvido, de la ausencia, muerte injusta, tendida, en cada nube, y raíz que se respira!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Passo os dias deitado E as noites também, Já estou bem treinado Para o tempo que aí vem.
Quando a data chegar Já estarei habituado A dormir sem acordar Ninguém fique admirado.
Não precisarei depois Nem sequer lavar o rosto Um só, eu não tenho dois E nisso tenho muito gosto.
O tempo passará, passará, E terei alguns visitantes E o meu corpo servirá Para regalar esses meliantes.
E se houver pescadores, Sirvam-se, estejam à vontade Asticots de várias cores Digo isto sem vaidade
Depois de bem limpinho Levem-me e colem-me à pedra, Bem à vista e coladinho Na velha Igreja em Évora.
A. da fonseca
|
Poeta
|
|
De espalda a la gente cantando nostalgias seguidas que vienen a veces cargadas, humedecidas, las huellas del tiempo se sienten aun pasando dejando heridas pendientes de estarse sanando.
Cientos de cuervos hambrientos sobre mí voltean locos por picar el dolor saliéndose del alma, pelean. Es lastimoso el duelo;en la picada sedienta se aprovecha para oler la pena, bebiéndola fresca dentro de la brecha.
¡Y no llega el final que a mi existencia inserte el deseo definitivo de encontrarme con la muerte! La muerte vigila las almas detrás de la oreja -a la mía desecha ni caso le hace, la ve y se aleja-.
¿No queda el infierno más allá del etéreo infinito, o es que está inerte dentro de mi pensamiento maldito? Ardiendo mi cuerpo, lo ha tomado como ejemplo para engendrar sufrimientos, fatídico templo.
Condenada inquietud calvario de la tragedia todo este pesar lo forma cual si fuera una comedia… Riéndose de todo, sarcástica risa, pero riéndose de todo -con risas hirientes lacerando los modos-.
Julio Medina 3 de febrero del 2015
|
Poeta
|
|
Entre las ruinas y la arena las oscuras almas torturadas arrastran sus sombras harapientas, inquietas por el susurro de escarabajos y gusanos, que rozando sus fulgurantes élitros quitinosos les recuerdan el peso de su pena Al Azif...Al Azif...Al Azif... el viento invoca voraz en cada granulo de arena esperando despertar al que reclamará la tierra y quemará los cielos
Creado 25/11/2014 Catriel Cuestas Acosta
|
Poeta
|
|
Sangra el paranoico corazón en mis extremos derramados, Me dices iluminada hundiéndote en el reflejo azul
Me recoges del remoto murmullo de la sombra y la hierba del origen extenso y la histeria ebrio en el infinito amanecer en la seducción urgente
Sangra el paranoico corazón dices velando la noche sangra, hasta manchar la pared
|
Poeta
|
|
La respiración se confunde en su afinación perversa Es tarde, no dejes de tejer mi rostro en la tormenta
Aquí no hay nadie que escuche a pesar de que repaso una y otra vez estas huellas Para el preámbulo nocturno no hay tiempo Es tarde para preguntarse que hacíamos parados al borde de la espera
La higuera se quiebra y no comprende el retorno de mis ojos el inútil intento de romper el silencio
Te digo esto al borde del abismo entre un cielo opaco y un mar olvidado te digo esto en el vacío para que al fin sepas que regreso
|
Poeta
|
|
No me visites, cuando mi cuerpo Este en frio reposo, en la cama del sarcófago No cantes mis laureles cuando este muerto No grites por mí cuando no pueda oírte O beses mi cara cuando mi piel no pueda sentirte
Cuando voz hagas esto, no lo aceras por mí Cuando mi cuerpo este frío y no tenga aliento Mis ojos no vean, y mis oídos no oigan Cuando mi nariz no pueda detectar tu olor, Mi piel no pueda presentir cuando te acercas Sera imposible disfrutar tu visita
Pues ven a mí, mientras fluye mi sangre caliente Y canta con migo las viejas canciones Mientras mis ojos todavía puedan verte Y yo pueda sentir tu calor Déjame oír tu risa y cántame felices canciones Entonces, déjame saber que tu estarás bien, Cuando todos mis días de mi vida, estén hechos
|
Poeta
|
|