Poemas de naturaleza :  Ao florir a amendoeira


Nuvens escuras, carregadas,
Sombreiam o horizonte.
Escorrem lágrimas,
pesadas
Pelos prédios de azulejos gastos…
Ao fundo das calçadas
crescem negras poças
sujas com o lixo dos homens.
Estrondos, cerram-se vidraças.
Entre paredes,
resguardam-se os desejos e crescem os segredos.
Serenamente, entrego-me aos braços do silêncio.
Lá fora,
a chuva arranca do frágil caule
A branca flor da amendoeira.



Poeta

Poemas de naturaleza :  Semblante Invernal
SEMBLANTE INVERNAL

La capa tirará este invierno.
De cálida blancura.
En el verdor encopado del bosque.
Desfasado.
Cómo se tiró de la nube a la pradera.
Un copo.
La placentera frescura.
Congraciada.
Por la humedad cristalina del viento.
Investido.
Por el invernadero.
Como.
Camino____Entre mañanas.
¡Qué las tardes duermen!.
¡Qué los ojos callan!.

Semblante...Invernal.

Puente____Entre noches.
¡Qué los inviernos envejecen!.
¡Qué los veranos enfundan!.

Como
Estética de fúnebres notas.
Empero.
Escucha el rostro del tiempo.
Y
Acaricia la sonrisa del fondo.
¡Tan pronto!.
Cultiva el perfume del vuelo.
Al cerrar la noche.

Semblante Invernal Semblante.

Planta la sandalia del camino.
Dónde.
Siembra el abrazo del consuelo.
Invernal.
Entre las rendijas del posible.
Semblante.
¡Entre los porqués qué se suman!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de naturaleza :  Árboles encarnados
ÁRBOLES ENCARNADOS...

De pie comían sándalos, álamos,
góndolas, gárgolas, tréboles,
en la puerta frágil, néctar,
símbolos, cántaros y cúpulas
del templo.

Templado
Encarnado
Enmaderado.
Y
Tiende las manos, por el árbol.
Grácil, ágil, de todas las realidades,
llenas de piedras preciosas.
Presentes de la voluntad.
Tomando cuerpo,
en todos los transeúntes. ¡Enarbolados!.

En
La encina Celta
En
El tilo Germano
En
El sicomoro Egipcio
En
El fresno Escandinavo
Y
La higuera Indú
Y
El olivo Israelí.

¡Árbol, árbol, del mundo, eje,
de la bóveda, dádiva y música insólita!.
Diciendo:
__Tened corazón, hojas como raíces.
Sin serlo
Una parte
Del monólogo asimétrico
Sin serlo
Una parte
Del cuadriculado circunloquio.

Nada
De
Erotófago, albífago, micrófago.
Nada
En
La impresión más difusa.
Nada
En
La curva más derecha.

Solo
Por el sentimiento algebráico.
Solo
Por el suspiro helicoidal.
Solo
En el balido desvalido e inválido.

Y
Deja que todo sea claramente.
¡Un árbol invisible!.

Joyas... Joyas... Joyas.

¡Qué han puesto el alma enferma,
y endurecido el corazón,
sin poner de lo necesario,
un mínimo,
en el último antes,
en el mayúsculo silencio,
en el minúsculo vacío!.

Piedad, tened piedad.
Y del ti mismo tomadlas,
tomadlas, tomadlas.
¡Al menos un más qué antes!.
Haced que sea como crear una nueva cuenta,
haced que sea como una búsqueda avanzada,
que al inicio cure otros contenidos,
sin más trámites, ni modificaciones.

Y
Donde
Todo se desvanece por el nada pasa.
Y
Donde
Peor es hacerlo antes que nada sea.
Por
El poco ayer fuera del mucho mañana.

Y
Desde
La raíz donde
Son los árboles. Árboles. Árboles.
¡Encarnados en cada hueso del fruto humano!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de naturaleza :  NOCHE MARINA
Era noche cerrada
sólo estaban el mar y yo
las olas iban y venían
y en cada ola juguetona y traviesa
les cantaban alegremente a
los botes mecidos por el vaivén del agua
y a las redes de los pescadores.

Ya los hombres de mar
empezaban a llegar para irse en sus barcas
a las profundidades del mar
llegaba la hora de la pesca del día
el agua se agitaba
y tan sólo quedaban estelas en el mar.

Más atrás iba en mi pequeña barca
pero a solas, no iba él
me adentraba con mi carga de recuerdos
sin prisa, sin impaciencia, sin rumbo
pero no estaba a mi lado,
el que me alegraba la existencia.

Para que la prisa entonces si no lo encuentro
hace tiempo se me perdió
por eso lo busco en el silencio de la mar,
me acompaña la oscura noche,
me arrulla el vaivén de las olas,
de pronto siento su presencia
es el dueño de mi vida
es el que me dió la existencia,
la búsqueda ha terminado,
ya estoy con él.

delfin
Poeta

Poemas de naturaleza :  LA ROSA Y EL SAPO
LA ROSA Y EL SAPO

Dedicado a Emilieta, que me contó este cuento

Dicen que fue una rosa que le creció a un espino
en un erguido tallo, y al frescor de una fuente;
si el temporal de fuego mermaba la corriente
se arrimaba a la sombra de las ramas de un pino.

Por natural instinto fue creciendo la rosa
conjugando armonía de luz en el paisaje;
y aunque de espino fuera por su humilde linaje,
al mirarse en el agua se contemplaba hermosa.

La fuente era un reclamo de las aves del cielo
y animales del campo que del agua bebían;
saludando a la rosa, unos y otros partían
buscando sus guaridas o remontando el vuelo.

Con aquellas visitas se sentía halagada
exhalando un suspiro de luz en la aureola
de su sueño de reina, que aunque perdida y sola,
era de aquel entorno la rosa más amada.

Y aconteció que un día por la rosa atraído
y el agua de la fuente, un sapo a paso lento,
buscando entre las hierbas frescura y alimento,
encontraba el paraje de su sueño cumplido.

Y fue entonces el hado de una nota sombría,
sin pretenderlo el sapo, sus modos ahuyentaban
a las aves del cielo y los que allí llegaban,
huían asustados de su fisonomía.

Irritada la rosa le dijo sin complejo:
no naciste del nardo, ni tu cuerpo es un lujo,
llevas puesto en la panza el emblema de un brujo;
tu mundo es otro sitio, ¿te has mirado al espejo?

Al pobre sapo triste le hundió su cobardía,
el complejo del feo, la vida sin sentido,
apurada su angustia por lo hasta allí vivido
notó que hacía daño a aquello que quería.

No respondió palabra, apartándose a un lado
buscando en la maleza un humilde escondrijo,
fue guardián de la rosa, y en su interior se dijo:
¿cómo podré ausentarme si estoy enamorado?

Se mantuvo al acecho, controlaba a la hormiga,
evitando ser visto por no sufrir reproche;
de voraces insectos por el día y la noche
le libraba a la rosa llenando la barriga.

Y así la rosa puso corona a su mirada,
que engarzaba a los aires con su aroma y su aliento,
una reina en la palma del espino y del viento...
la caricia de un sapo de una vida callada.
Poeta

Poemas de naturaleza :  Dulce vuelo
DULCE VUELO

¡Qué paisaje más bonito!
*Quel joli paysage*
Por el agua corre silencia
La palabra abre la puerta
Dulce vuelo. Zoet De vlucht

Del alba al cielo
Del agua sencilla
Montaña, vida, catarata
Mar de tierra, amanecer violeta
¡Dolce volo. Dulce vuelo!


La gaviota por el agua
Desnuda vuela, dormida
Por el alba sencilla
En sus pupilas calladas
¡Dulce vuelo. VOO DOCE!
El diamante perdido vio
La luz de paz
Friede. Pace. Paix. Peace.
Callada en sus alas Sweet flight. Dulce vuelo.

Y el agua corre y corre.
bajo alas silencias,
y el amanecer sigue violeta,
y la gaviota, cielo, montaña.
¡Doux vol... Dulce vuelo!

¿Was bedeutet das?. ¿Qué significa eso?
Por el agua. Friede. Paix. Paz.
¡Reflejan la belleza dulce!


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de naturaleza :  Otra plaga mas
OTRA PLAGA MAS

Con la voz de las hojas escriben los bosques.
Por los roncos troncos.
Y la raíz inocente del aire.
¡Única voz de la tarde otoñal!.
Trinos superpuestos.
Las aves cantan con íntimo acento.
¡En los bosques sin discordias!.
Acordes silencios entre las ramas.
¡Manzanas cristalinas sin vidrios enroscados!.
Duraznos inocentes y almendras de bronce.

Siempre instantes. ¡Viven muriendo las hojas!.
Libres nieves de veranos.
Caminos del aire. Escaleras de nubes.
Voz de vez en cuando. ¡Paz en cera de vela!.
¡Sólo los árboles desesperados, huyen!.
¡Con la lluvia de gritos inmóviles!.
En la madera enloquecida. ¡De cruz tenaz!.
Humillados círculos del mismo Norte.
Sin memoria. ¡Tallos invisibles!.
¡Olvido encadenado y olivo indiferente!.

Luego, claudicantes, se arrastran las sombras.
Huecos y delatores fantasmas. ¡Ínfimas cenizas!.
Sordos los hijos el rostro esconden.
¡Bosques en penumbras!. Abismos del hombre.
¡Falsamente libres!. Talan y talan.
Enselvando enajenados sus ruinas.
¡Vaya plaga humana qué habita dañando!.
¡Criaturas espesas qué alojan la muerte!.
Granizo insepulto... ¡Atónitos buitres!.
Verdes papeles con el plomo por sangre.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de naturaleza :  Danza en la choza
Danza en la choza

La danza humilde bajo el techo
Ondeando palomilla sus alas rotas
Mece flama y luz de choza.

Pobre grillo y flor ignorada
Entre lluvia y primavera
Humilde danza.

Esa palomilla
A veces quieta y posada
Cobijo de choza, flama, grillo y flor...

Una sola nube... Un instante
En la isla la choza
Recuerda la palomilla que miró...

Alguna vez la luna
Resonando y floreciendo rotas esperanzas
¡Mirad!... Mirad su sombra...

¡Cuando labres tu sueño!
Y la danza humilde
De la choza, isla y palomilla...

Recuerda y florece esperanza
Con el sueño...

El dueño del sueño
De ésa palomilla...

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de naturaleza :  Viendo lluvia

Viendo lluvia

Con voz piensa
la palabra. Viendo lluvia,
el joven
de antiguas ideas.
Al ver lluvia de llanto.

En el rostro del agua
sonoro
eco
de silencios.
Penetra la palabra,
y con voz la piensa.
El joven al ver.

Lluvia, y lluvia caer.

Los
antiguos rostros.
Las
ideas en el agua.
Llanto
de espejo.
Con
voz de silencio.
Ecos
del joven.
La palabra piensa.

Viendo
la lluvia.
La lluvia
el joven.
En su
silencio con voz.

Voz de joven callado.
Por las antiguas ideas.

De palabras perdidas.
De palabras olvidadas.

El joven al ver la lluvia.
Lluvia, lluvia entre llantos.


Y en el agua el rostro.
Su rostro, y el de muchos.
Muchos otros ya olvidados.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de naturaleza :  Alquimias
En probetas de greda incaica he indagado por tu génesis, Atacama. Rasmillones en la roca me confidenciaron de tus ilusiones galácticas. Empinado en el espiral del fuego superé las eras del hielo, pero se secó la sal y quedó el perfil del desierto embalsamado como una gran interrogante.

¿Qué familia de colosos bebió la energía en el Salar de Plato de Sopa? ¿Quién domesticó las Lagunas Bravas? ¿Qué gigante niño jugó con las rocas partidas, amontonadas frente a la playa Conchillas? ¿Qué artesano esculpió mastodontes y mamuts en la franja costera de Rodillo? ¿Cuántos fantasmas acumulados a la vera del camino se han quedado clavados a los crepúsculos de Caldera?

Sigo mi camino, deambulando sin un norte, atrapado a una nostalgia difusa, que viene del traslape de confusas dimensiones y se pega a la piel como camanchaca salobre de la fría madrugada. Así, fui recorriendo los arrecifes y urgué las arenas buscando el alimento del mar para sobrevivir a mis fantasmas.

Estoy deslumbrado, forastero perenne, inventando vertientes en las rocas eternas, cavando por vellocinos de oro, por pactos endiablados que retumban en los encierros magnéticos de los socavones.

Veo almas en pena deambular por ellos, buscando la veta de la juventud eterna. Y transpiran mis manos en el frenesí del espejismo dorado y claudico, como tantos, al embrujo del brillo.

Sin embargo, a poco andar, hinco la rodilla en tierra y escapo luego de las garras del oro, resguardado en la lisonja de mi abuela, que ha venido con su haz de luz a proteger mis pasos.

En la alquimia secreta del desierto, establezco mi oasis y quedo convertido en un cometa que se escapa y vuela libre por las fronteras de los acantilados, besando el mar, recuperando el candor de las auroras, libre amante persistente de los amaneceres de Atacama.
Poeta