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El mar elevó sus olas a la luz del día intentó tocar, no se daba cuenta de que apaciguándolas iba a ser más fácil su esfuerzo lograr.
Y la intensa luz que el mar reflejaba nunca tuvo miedo de lo que pudo pasar, con su magnitud colores le daba a las intensas olas que le querían alcanzar.
Levantó el mar su efervescencia hasta el cielo topándose en las nubes con enorme blanquizal, que en la altura se convertía en hielo transparente, reluciente; todo un caudal.
Y rugió el mar trastornado, enfurecido rugía tan fuerte que del sol la aureola salió, y entre fuego y brillantes amansó aquel atrevido que de su feudo hermético a la deidad sacó.
Ante el acuerdo de que siempre luz tendría desde sus profundidades hasta el orillar, procuraba el mar disfrutar la luz del día aunque esta nunca por él se dejó tocar.
Julio Medina 1 de agosto del 2013
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Poeta
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EL ECO VERDOSO
Con una desesperación de caracoles en la penumbra quebrada el eco sueña, sueña, sueña.
Los filos de verde torso del frenesí vestido por todas partes ardientes está el eclipse ansioso con el rabo del ojo en las esquinas del alfabeto en el fango montando peces de hojalata de turbias manadas desecando cándidas lenguas sin descanso entre la nieve con muletas.
¡Sublimes escorpiones!. Hechos miedo puro pobre, elusión inopinable, entre las cejas lapsus apuñalando las rodillas del hacha sin fondo.
Es tal vez aquél silencio en las raíces o este herido polvo de cuero celeste o aquel gusano gris suavemente sobre el hilo sacudiendo el volcán que se derrama concentrado en los racimos de las jaulas aullando desnudos los suspiros de la lluvia que sube y quema encadenando al cielo agujas.
Tildado de muelle con el ahínco atemperado por el techo desnudo por la cama enlutada por el solitario plato por la ropa resbalosa enroscado el árbol a una manzana moribunda persiguiendo al viento, que se cubre las verdes carnes carnes, carnes, carnes, con las hojas movedizas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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El Pavo Real.
Fantástico pasa el pavo real, Su cresta irisada, su cuello azulino, Sus cíclopes colas de verde sensual.
Hermoso y lascivo, lascivo y divino, Eleva su cola pecado mortal Y atento a su hembra despliega asesino
Un tigre iracundo, terrible, voraz, Con cien ojos verdes de ira admirable, Muy malo, muy bello, y muy criminal.
Y hay en los jardines un inexplicable Aroma a resedas de oro y de iridio Y un grillo que canta su luz no agotable
Debajo del árbol y al lado del lirio Sublime, exquisito, barroco, violeta, Que tiene la vida y tiene el martirio
Del místico santo y del santo asceta.
Fantástico pasa el pavo real. ............................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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Poeta
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AL DÍA DE LA MADRE – natura
Siempre anticipándose al furor Da madre que se pierde entre los fuegos, Marcando en cicatrices, nuevos juegos, El jugo se transforma en puro horror,
Acero penetrando en fina piel, El hombre se imagina dios y, pronto, Andando por las matas, hecho un tonto, Consume algún ferrón y olvida miel,
La plática cruel y desdeñosa Matrera solución en muerte y daño, Un ser que se mostrando tan extraño Trasciendo mansedumbre siempre dañosa,
Gusano se alimenta de gusanos, Y así recicla errores más insanos…
MARCOS LOURES
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Poeta
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cami deseo y pasion en tu circunstancia como te voy a olvidar si eres mi luz besos por venir besos que son el agora de tu luz de tu placer que te siente cada vez mas cada dia mas sos la chica que flecho cupido amor platonico devenido en real sos el sentir de nuestra transgresion amore mio sol de atardeceres junto a tu brillante crepusculo estaremos juntos y llegaremos a tiempo para darle luz a nuestro amor
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Poeta
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Dejándome llevar por la naturaleza, dentro de un rio sumergido, absorbido por tal belleza, mis problemas por un rato dejo en el olvido.
Desapasionado de la vida, en un instante sin preocupaciones, en un paraje donde encontré salida, lejos donde no llegan mis desilusiones.
Tranquilamente escucho el murmullo del viento entre los árboles, los pájaros y su barullo, lo cual me causa sensaciones sin iguales.
Me fundo con el planeta en una simbiosis perfecta, descubriendo en mi otra faceta, reafirmando que la creación es obra perfecta.
Lejos de la jungla citadina, cambiando bocinas por trinos, dejando de ser persona trufaldina, con cualquier que aparezca en mi camino.
Soy sincero conmigo mismo y veo al mundo desde otra perspectiva, obtengo fuerzas para seguir con optimismo, la carrera de esta vida conflictiva.
Soy un ser diferente, al menos en ese instante, la dicha en mi dice presente, lucharé porque esta sea constante.
Qué bien me siento al salir de la rutina y olvidar las presiones cotidianas, es como correr una cortina, para esconder las sensaciones ufanas.
Pero ya de regreso al presente, de nuevo me debo adaptar al entorno del cual estuve ausente, pero esta vez no tan fácil a él me he de doblegar.
Porque he encontrado mi lugar feliz, a donde mentalmente podre escapar, cada vez que sea infeliz, cada vez que el entorno me quiera atrapar.
Lejos muy lejos descubrí la tranquilidad, una sensación por demás olvidada, en unas vacaciones llenas de felicidad acompañado por mi musa adorada. Safe Creative #1304024882789[img align=center]http://www.latinopoemas.com/uploads/img51717b104a817.jpg[/img]
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C.A.M.P.I.R.A.N.O.
Habla con el paso, ligero cerca del río, muy cerca, los peces pescan alegres, bajo el azul claro y fresco en la corriente, rodeando las rocas junto al árbol.
La cabellera castaña y dorada ondeaba dulcemente sobre el joven, viento. lentamente. ¡Escucha, escucha!. Se decía en silencio, entre la sombra.
Campirano, viendo, crecer el tinte rosado, y encendido, oprimiendo al horizonte, unas nubes verdosas. Esa tarde viendo y sintiéndola tibia.
La mirada se ocultaba, en la madriguera, perdida del tiempo habitada, entre una obscuridad olvidada, cuando aparecía una aureola cobijando, las nuevas hojas.
¡Hojas, sí, hojas!. De las copas en el corazón del bosque, lejano por la inquietud de los ruidos, en las ramas de unas aves con su canto ligero.
En las alas de sus cantos permanecían, taciturnas, y con aire de ensueño, que de cuando en vez se interrumpía, de forma estridente. ¡Melodiosa cercana!.
A lo lejos, más allá, de la llanura, las sombras, con las manos cruzadas, sobre las rodillas, en las nubes caían resignadas.
Unas graciosas palmeras, refrescaban, la mirada en las cúpulas a ocho kilómetros, en la distancia de confines dulces, con esas alisaduras de antaño.
Y él seguía. Ahí. Recordándose. Bajo el columpio.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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NATURALMENTE...
Natural Mente.. Mira el verde brillo de los campos azules los cielos en las retinas de la primera esperanza en la suerte bondadosa qué naturalmente mueve al sol en su cielo azul en su amarillo en la dulzura del agua del viento en la tierra del corazón de la vida de las hojas escritas del árbol viviente ramas raíces y frutos en la memoria guardados en el futuro qué aguarda el verde brillar de la esmeralda al diamante... ¡Encarnado!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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E.N.V.E.R.D.E.C.I.E.N.D.O.
El río llueve de amarillo. Al corazón del girasol. En la orilla. Tierna vida. Vida, vida, vida. El verde se atropella. Con el río. ¡Qué llueve de amarillo!.
En el viejo otoño. Bajo el mismo cielo. Y a su lado. Amarillas, amarillas, amarillas. Las estrellas. Tiernas. De vida. Lucen. Con el azul secreto.
Sincero entre las noches. Noches días y noches. A su lado amarillando. Reverdeando enternecidas. Por el mismo cielo. ¡Qué anuncian las estrellas nuevas!.
A Lo Lejos De amarillo, amarillo. El río.
Llueve al vaivén del sueño. ¡Húmedas las calles!. Floreando mariposas esmeraldas. Y... De luz la brisa cuelga. El frescor entre los troncos. Del parque conmovido. Del ocaso qué llena. Con el gris. Las secas hojas del eco. Solo, solo.
¡Ay, ahí, hay!. Tierno el verde amarillando. Porqué... ¡Qué miedo el silencio deja!. De la sonrisa primaveral. Extinta... Acaso en tintas pálidas. ¡Ocaso, natural, acaso, acusa!. Por... El viejo azul del cielo enrojecido. ¡Qué fácil el rojo olvida!. El nuevo sol del río. ¡Qué llueve al girasol!. Dónde el verde se atropella en secreto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Coitado do vento... Vem se esbarrando nos prédios, construídos sem um ordenamento que não lhe barre a passagem.
Deixe o vento passar, e levar os pensamentos poluídos de coisas destruidoras.
Deixe o vento passar, como uma vassoura, e varrer toda poluição.
Quando o vento se zanga, e vem como um furacão, as pessoas ficam dizendo que é uma maldição.
Deixe o vento passar, para depois não reclamar.
A.J. Cardiais imagem: google
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