¡Cómo me duele la voz De mi patria querida! Donde ya los sin voz, Creíamos que la injusticia Era justicia, dolida y sentida.
Ahogada en llanto la que nos parió, Destrozada se muere por cuervos, Que en su pecho anidó. Madre, hermana, compañera eterna, No, no te dejaremos morir.
De la costa, sierra y selva, Los hombres que tu vientre albergó, Su voz de protesta levantan Gritándole al mundo, ¡Aquí estoy yo!
Con mi voz firme para defenderte, Mi corazón en el pecho para quererte, Mis brazos para levantarte, Porque nunca más patria amada, Nadie, nadie podrá avasallarte.
Más si el deber nos pide sangre, Daremos las de tus enemigos, No queremos héroes en nuestras filas, Nos harán falta soldados para cuidarte Y la pureza de sangre para pelear por ti.
Delalma 04/10/2021
Los oligopolios, hambreadores del pueblo, que engrosaron sus vientres al amparo de leyes hechas a su medida, hoy no quieren dejar gobernar en el Perú, a un hombre nacido en las entrañas del pueblo, un campesino que en base a lucha y esfuerzo se hizo profesor. Esos mismos mercenarios de la economía mundial, que bajo el manto de la impunidad gritan: ¡QUEREMOS DEMOCRACIA!, cuando son los peores terroristas y golpistas de un estado de derecho que vive en democracia. Ellos que ahora ven amenazados sus intereses, azuzan a un pueblo ignorante en políticas de gobierno, haciéndoles creer que le "comunismo" les va a quitar todo. ¿Y qué les van a quitar, si no tienen nada? Ni siquiera trabajo, porque no tuvieron educación.
[center]Hoy quise escribirte un poema, Bello e inolvidable como vos, Pero la luz de tu belleza, Opaca el brillo de mis versos.
Es por eso que solo te diré: Que tú iluminas más que sol de mediodía, Que la noche hermosa de tu pelo, Guarda secretos de tu alma apasionada.
La mirada de tus ojos misteriosos, Obnubila la luz de mi conciencia, Tu exquisita boca roja, racimo de cerezas, Invitan al beso, aunque sea pecado.
Entonces me conformo solo con soñarte, Pues la lisura de tu piel bronceada Tus hombros, tus senos y tu talle, Son antojos de mi boca y de mi piel Fruto prohibido que jamás he de morder. . Delalma 02/08/2021
Yo conocí el amor, Cuando contigo me encontré, Y a tu lado fui feliz, Como tu novio.
Al pie de tu ventana me quedaba, Mientras tú en tu cama, Plácida dormías, y era mi alegría, Verte despertar al nuevo día.
Tu cara risueña, tu risa de niña, Asomando traviesa con mi corazón, jugabas. Era el tiempo del romance y el amor Y eso a mí, me encantaba.
Los días radiantes, las noches de luna, O los días grises, con noches oscuras, En cuatro estrofas de amor te digo, Que igual me latían, pues yo te quería.
Te he visto bajar serena En mis tardes solariegas, Mojándome lentamente El rostro y el abrigo. En otras sin embargo, Con vertida en aguacero, Torrencial, arrasadora, Te has llevado los sueños y la vida De aquellos que ansiosos te esperaban: ¡Lluvia! Mas tu fuerza creadora Ha limpiado las larvas de los campos, Los hierbajos del camino; Has regado las sedientas tierras Con tus lágrimas de vida, Y has abiertos surcos, Como las heridas de mi alma Donde el trigo ha crecido, Como mis esperanzas crecen. ¡Lluvia!