Crónicas :  Seducción – Para ti
Aún en estos días se acelera mi corazón al encontrarme con tu recuerdo paseando por la casa,
no tengo pretexto para traer a mi mente esos momentos en que el deseo rompía lo cotidiano y nos veíamos destrozándonos la piel con nuestras manos, destruíamos todo a nuestro paso mientras nos arrancábamos la ropa sin algún cuidado, mis labios iban de tus labios hasta tus pies, recorriendo con mi aliento tu cuerpo desnudo, sujetándome de tus pechos, tu espalda, tu cintura, de tus piernas, sin camino exacto subía y bajaba mientras escuchaba tus suspiros cada vez más evidentes, cada vez más parecidos al rugido de un animal salvaje.
Corríamos de aquí allá, y cada habitación era perfecta, una fantasía por cumplir, tu pintura sobre mi cuerpo, y sobre tu piel mi poesía, fresas y chocolates, girasoles y narcisos, una ducha tibia, y buena música, todo cómplice del momento.
Las luces se apagaban y quedaba encendida solo una vela en la habitación cubriendo de un rojo claro las superficies, quemando nuestros cuerpos, fundiéndolos en uno solo, envueltos en la esencia de ambos, envueltos en nuestros sentidos, en la magia que existe en el amor, en el amor que existe en nosotros.
Solías tomar mis manos y junto a las tuyas simulábamos el humo del cigarro serpenteante y ligero,
cada caricia, cada sensación hacía que la sangre fluyera y te deseara con más fuerza, llevándome a perderme entre las pequeñas chispas de dolor que provocaban tus llamas al rasgar mis brazos y mi espalda, tus besos y las palabras que susurrabas a mi oído, todo era perfecto, incluso el terminar sin aliento contigo recostada sobre mi pecho… verte así, siendo una parte de mí, verme así, siendo una parte de ti.
Poeta