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He ido a la montaña.
Y he hablado con Dios.
Y ella era una gloriosa mujer negra
Ella acaricia a la humanidad en su pecho.
Y le alimenta con maná sagrada de sus mamas.
Ella los consuela y los guía.
Ella nunca arrancaría las tierna encías.
De su mama y arrojaría a la humanidad.
En la profundidad del abismo
He ido a la montaña.
Y he hablado con Dios.
Y ella estaba vestida en un esplendido sari.
Con la humanidad a su pecho.
Se bañan en el Ganges.
Sin pensar en nacimiento, muerte y renacimiento.
Sólo el íntimo amor.
Entre madre y niño
Gran madre de la humanidad.
He ido a la montaña.
Y han hablado con Dios.
Y ella era Europa
Y se puso a llorar.
Hasta que los ríos desbordaron sus bancos.
Y sus aguas corrieron rojas
Y ella lloro.
Porque esos, que ella alimentó con sus mamas.
Corrieron loco, con espada en mano
Se han olvidado.
Quien dio parto.
¿Quién los trajo al mundo
Ella nunca ordenó.
Tome este escudo
Y regrese triunfante
Nunca ordenó
Adelante con tu espada.
Regresen cargando su escudo
O postrado, muerto sobre él.
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Poeta
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Estoy soñando!
Te sueño como tú eras
Se indignara los dioses
Si me acuesto contigo
Y duermo a tu lado
Para la eternidad
Tú sombra me persigue
Dondequiera que me encuentre
Yo anhelo tú olor y tú roce
Tú me conforta
Me confortas
¿Qué hacías ahí y no conmigo
Ahí, para nunca amas ser vista o sentida
Ese sonido ensordecedor de la tierra cayendo sobre madera sagrada
Ese estruendoso rugido que marcó el final de nosotros
Y ahora, ni los ángeles podrán despertarte
La última vez que te besé
Tus labios eran pálida y frío
En esa mañana de domingo sombrío
Ellos te vistieron y te hicieron parecer
Como si, durmieras
Mis besos no te podrían agitar
Los arcángeles no pudieron despertarte
La muerte no es un sueño
Pero si a través de la muerte
Yo pudiera acudir a tú lado
Yo le declararía a todos
Que no lloren por mí
Pues, con mucho gusto voy a dormir a tu lado
Y contigo estaré eternamente
Pues ya ves
Te extraño
Te extraño
En esa mañana húmeda y sombría
Cuatro corceles negros halaron
Ese coche negro de angustias
Ni los lirios blancos, que montaron contigo
Podrían despertarte
Ese coche negro de angustias
Te llevo a donde las almas nunca regresan
Los lirios blancos, uno a uno, a uno
Se colocaron sobre tú caja y el ataúd descendió
La tierra fue causada llover sobre ti
Esa lluvia atronadora en la madera sagrada
Ese estruendoso rugido que marcaron el fin de nosotros
La muerte no es un sueño
Pero si a través de la muerte,
Yo pudiera acudir a tú lado
Yo le declararía a todos, que no lloren por mí
Pues con mucho gusto voy a dormir a tú lado
Y contigo estaré eternamente
Pues ya ves
Te extraño
Tú me conforta
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Poeta
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Toda mi vida ha sido más fácil
Por la presencia de tu sonrisa
Los muchos años pasados en tu caliente abrazo
Atraído consuelo a mis más profundas angustias
Dondequiera que estuviste
Mis pensamientos estuvieron siempre con voz
Y ahora las ceremonias han llegado a su fin
Los amigos y los familiares han regresado a sus hogares
Me encuentro solo en nuestra alcoba
Solo yo
Y mis memorias de ti
Dentro de estas paredes oigo tu voz
Y cuando paso por estos cuartos vacio
Tu fragancia familiar
Despierta memorias intima de ti
Me pregunto cómo soportare!
Cómo sobreviviré con solamente mis memorias
Anheló ver la sonrisa sobre tu cara
Esos cálidos abrazos que libremente me dabas
La manera en que tú te movías
Mientras viajabas por tu día
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Poeta
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Mis noches y días giraban alrededor de tu mundo
Eso terminó cuando tú serraste mi vida
Tú me empaquetaste y sellaste la caja
Entonces me fijaste en un solitario estante
Tus dedos no más cicatrizan mi piel
Ni tus besos queman tu esencia en mis labios
No más te oigo llamar mi nombre
Ni siento tu cuerpo caliente abrazarme
Como el polvo ha recolectado en mi caja
Tu rostro, impreso una vez en mi mente
Ahora es una memoria distante.
Tu esencia lentamente desvanece
E rasgado el altar a tu amor
Es mejor dejarlo en las rendijas oscuras de mi mente
No cantare jamás el réquiems a tu ser
Ningún nuevo salmo que, de tributo a tu nombre
Escribiré nuevos versos de amor
Y mis noches al fin son agradables
Y hay un nuevo sol en mis días
Y tus cadenas fija ya no me retienen
Mira sobre ese estante polvoriento
Donde en el cajón dejaste mi vida guardada
Verás que los asimientos del sello están roto
Y ya nada me encarcela en tu mundo
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Poeta
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No me visites, cuando mi cuerpo
Este en frio reposo, en la cama del sarcófago
No cantes mis laureles cuando este muerto
No grites por mí cuando no pueda oírte
O beses mi cara cuando mi piel no pueda sentirte
Cuando voz hagas esto, no lo aceras por mí
Cuando mi cuerpo este frío y no tenga aliento
Mis ojos no vean, y mis oídos no oigan
Cuando mi nariz no pueda detectar tu olor,
Mi piel no pueda presentir cuando te acercas
Sera imposible disfrutar tu visita
Pues ven a mí, mientras fluye mi sangre caliente
Y canta con migo las viejas canciones
Mientras mis ojos todavía puedan verte
Y yo pueda sentir tu calor
Déjame oír tu risa y cántame felices canciones
Entonces, déjame saber que tu estarás bien,
Cuando todos mis días de mi vida, estén hechos
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Poeta
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[i Cuando viajo en el rio
Permito que las corrientes
Me lleve así el mar
Las aguas vagabundean
Y durante, los meandros de mi mente
Árboles, casas y pueblos pasan rodando
Como los eventos en mi vida
Nacimientos de familiares
Días escolares, graduaciones
Primer trabajo, primer amor y angustias
Muerte de mis más amados
Y los nacimientos de niños muy apreciados
Recuerdo las distorsiones y giros de la vida
Se asemejan a los bancos y a las vueltas que toman los ríos
Nunca siguen ruta recta
Reí, grité, amé y sí, odié
Ha habido playas y embarcaderos
Algunos que invitan y otros temerosos
Todo, concuerda al río del tiempo
Como serpentean los ríos
A su muerte acuosa en el mar
Nos torcemos y nos vertíamos
En nuestro viaje por la vida
Vivimos, nos marchitamos, y morimos
Pero nunca es el sepulcro la meta
Es el arroyo, la quebrada balbuceando
Es las brisas dulces del verano
Y las borrascas del áspero invierno
Torrentes que alimentan los ríos.
En sus corridas a si el mar
Las risas de niños
Y el grito dolorido de un alma
Quién perdió a un amado,
Sí
Mis lágrimas han enlazado con el turbulento río
Que deambulaba en su viaje a si el mar
Mi carcajada se ha convertido en el aullido del viento
Pero todo en todo,
Es el viaje
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Poeta
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Nombrare cada caricia que utilices
Numerare cada frase que digas
Memorizare las muchas maneras en que te mueves
Y mientras no estés dentro de los límites de mi vista
Y tu aroma no se encuentra en ninguna parte
Yo tendré los nombres, números y las memorias de ti
Si se te olvidas de la manera en que sonrío,
O cómo mis ojos desnudan tu cuerpo y tu alma,
Sabes que poseo los nombres, números y las memorias de ti
y cuándo las noches crecen sola y fría,
y mis pensamientos de ti me tienen captivado,
Yo recordare los nombres, números y las memorias de ti
Cuando tu no esté con migo en las noches solitarias
Mientras que mis brazos adoloran aguantarte
Yo tendré los nombres, números y las memorias de ti
Cuando tu ausencia de mí me sea insoportable
No permitiré que mi corazón se convierta en hielo
Mientras yo posee, los nombres, números y las memorias de ti
Pero lleva mérito pasar esta vida
Con solo anhelar tenerte a mi lado
Poseyendo, solo nombres, números y memorias de ti
Pues yo siguiere nombrando cada caricia que utilices
Numerando cada elocución que me hagas
Memorizando las muchas maneras en que te mueves
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Poeta
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Vuelo con alas de ángeles
A través de los abundantes cielos
Y aquí y allí vislumbro
la verdad existencial, de la vida
Nacemos desnudos y solos
Desde nuestro primer aliento
Hasta el último aliento que tomamos
Somos los capitanes de nuestras almas?
Esa interna esencia que nos guía
Compartimos la suerte de las abejas
Nacido para hacer una sola tarea,
Que nunca puede desviarse.
Como Sísifo eternos males
Castigado por los dioses helénico.
Por su arrogancia sin final
Sísifo!
Empuja esa poderosa piedra cuesta arriba!
Y cuando llega a la cumbre
El agarre firme de Sísifo falla
Patina esa roca audaz
Y va rodando cuesta abajo
y Sisifo nuevamente comienza su, faena
En su perpetuo, hado ciego.
Es el hombre el capitán de su destino
Libre para navegar a través de la vida,
Como yo navego el cielo.
Es la existencia nihilista
Donde todo se reduce a la nada
Son los vivos tan absurdos
Son los sentidos de la vida tan ocultos
Que la existencia no perdura
Es nuestra jornada como Ulises
Viajando costa a costa
A merced de las sirenas
O Poseidón rugir salvaje
Son los épicos poemas homéricos
Nuestra vanguardia moral
Son los dioses nuestra fortaleza
O, subyugan nuestras almas
Me disparó por encima de estos cerros
Vigilando los amos y los esclavos,
Los amos, seguro de sí mismo.
Nunca dudan de sus convicciones.
Lo que los amos, toman como debilidad,
Mientras señorean sobre los esclavos.
Sus esclavos aceptan como gran virtud.
Glorifican su desesperada servidumbre,
Elogian la misericordia de sus dioses.
Dando gracias por lo poco que ellos tiene
Los capataces en los campos,
Y los gerentes en los talleres,
Son los agentes de sus amos,
Vigilando todos sus ganados.
Está Dios muerto
Realmente le crucificamos
No enterramos monte Olimpo
Esta Osiris muerto y sepultado
Los dioses del sol nunca más ascienden
Solicitando por su cuota en sangre
Los Orishas y los Semis
Los que adoramos, en nuestros santuarios
Están para suportarnos y protegernos
O para avivar nuestras más profundas angustias.
Hemos superado todos nuestros dioses
Nunca amas ser regido por el miedo.
Eternamente, seremos todos iguales
Hemos evolucionado una superior moral
Superior a la de los amos
Más fuerte, que la de los esclavos
No hay dioses que nos rija y avergüence
No hay necesidad de ser más santo que los otros
No hay más necesidad de guerreros santos.
no más infieles para despreciar.
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Poeta
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Llame su nombre, y no responde
Podrá ella oír, o responder
Porque mi amor no me responde
No sé porque! Serás esto a su placer?
Yo veo que ha sido todo en vano
Cantarle a ella mi canción
Que mi guitarra ahora trate
Que ella oiga su cantar
Grita, o guitarra grita
Con todas tus tonadas negras
Que tus cuerdas enuncien, en tu adolorida voz
Al llamar el nombre de mi amada
Dile que aún le adoro
Y que espero que regrese a mí
Si tú no puedes traerla aquí,
Tú sabe que yo, seguramente muero
Guitarra que interpreta mis lamentos
Con tan doloroso refrán
Mis lágrimas caen en tu madero
Aplácame estas penas, si ella no regresa
Por favor Cuerdas de mi guitarra, canta
Con todos tus dolorosos tonos
Pon, mi corazón en pleno vuelo
Para tocar su corazón con los tonos de mi amor
Guitarra que interpreta mis lamentos
Con tan doloroso refrán
Mis lágrimas caen en tu madero
Acompáñame en mis llantos, si ella no responde
Dile que yo aún la adoro
Todavía espero su regreso
Si tú no logras, convencerla que regrese
Tú sabes que yo simple muero
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Poeta
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Adoro el sol y andando descalzos por la arena
Las brizas del mar acariciando mi desnuda piel
Ruidosos niños jugando en la playa
Sombras de las palmas girando con las brizas
El rugir de las olas rompiendo en la playa
Yo amo mi espalda acariciada por la soleada arena
Sombrado por las anchas hojas de una palma
Con mi vista hacia el calmado mar
Bañado con las brizas del verano
Zambullendo en serenidad con mi vida
Venero el amplio cielo azur
Con nubes que lentamente vagan
Gaviotas buceando para un pez
Los surfistas dispararse por el medio de unas olas
Y veleros muy, muy lejos para ver
Amo atardecer en la ventosa playa
Silueta del descendiendo sol
Mi ojo capturado por la increíble vista
Del caleidoscópico matiz del naranjado cielos,
Y viéndolo devorado por las olas
Y más que todo, anhelo
Pintar sobre el lienzo de tu mente
© Angel A. Márquez. All rights reserved
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Poeta
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