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Para Ruth Amanda: Tienes casi dos años y no me vas a leer, pero espero pronto llegar a tu lado para darme todo el valor y la saliva del mundo, para decirte estas líneas de ternura. Tuve que alejarme de casa cuando eras apenas un frejolito en el vientre de tu madre, llegue a un lugar donde la nieve cobijaba todo el paisaje y como complemento la añoranza y la nostalgia punzaban indolentes mi alma. Tampoco pude estar cerca cuando te convertiste en pulgarcita, ni cuando por fin llenaste de felicidad los ojos y oídos de tu mami. No supe lo que es besar tu boquita sin dientes, ni estuve a recibirte cuando diste tus primeros pasos, a mis oídos aún no han llegado la caricia de tus llamados y no se cuanta alegría hay en el brillo de tus miradas. Ya no quiero más perderme los detalles hermosos de tu vida, de tu crecimiento, escribirte estas líneas es el compromiso de mi regreso a casa; estoy sólo a unos cuantos miles de kilómetros y ya he iniciado a andar mi camino, pronto te abrazaré y aprenderemos a continuar caminando juntos. Amamos mucho: tú a la mamá y yo a mi compañera y mujer, eso nos hará compartir la mejor fuente de cariño y amor; vamos a estar bien preciosa, porque vamos a estar juntos. Pero ahora deja que alguien te lea estas líneas por mí: Un capullo barnizado por el suave rocío en un amanecer luminoso, la paloma que inaugura su vuelo adornando y ampliando el paisaje, al canto bullicioso de todos los pajarillos, la caricia que por ser más dulce y suave guarda temor al hacerse, la mirada distante, casi visionaria con la cual te abandonas para ser parte de aquello hermoso que cautiva sin proponérselo, eso y más eres en mi ser cariño mío, así te siento y vivo por ello ilusionado.
Por ti se abren aún más esperanzadas mis alas, anhelos y ambiciones, en tu pureza mis mejores propósitos se arraigan y por ti el vivir tiene más sentido y futuro, por ti las fuerzas y los sueños se multiplican fantásticamente, por ti hoy quise cantar y para ello le pedí a mi corazón, les dicte a mis manos y sentidos, cómo te conozco, desde antes del invierno y la distancia, cuánto te amo, desde mi amor por tu madre y más allá del tiempo, y hacia muy adentro de mi pecho, hoy como cada día te beso y te arrullo pulgarcita mía, muñequita hermosa .... mi hijita New York - 1995
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Poeta
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Hijo
Nos encantaría encontrar los gestos exactos, las sonrisas tiernas o el espacio preciso entre tu mirada y la luz que irradias, para compartir ese mundo tan especial y puro que te recubre y que tanta paz inspira, que tanto amor provoca, que tanta, tanta esperanza e ilusiones concentra y que tanta devoción por vivir contagia.
Eres la prolongación de la vida, de la esperanza, pero sobre todo del amor de los detalles y todos los ensueños, de las ganas inmensas de contigo crecer más allá de los sueños y los horizontes, para reinventar las formas y los colores, para atesorar cada espacio de tiempo y bendecir en tu sonrisa, la ilusión.
Te tenemos para compartir muchas cosas: todos los juegos imaginables, más los que inventaremos contigo hasta perder aliento e imaginación, toda la música y los bellos poemas, los viajes más locuaces y encantadores, nos esperan bellos paisajes y acogedoras lunas, todo un universo que vive y se mueve con nosotros.
Te tenemos nuestros brazos y el consuelo, el cobijo de nuestra ternura y todo el amor, vamos a cuidar de ti con tesón, para impulsarte siempre, primero afirmando tus pasos, para luego volar, vamos a pintar nuestros primeros sueños, hasta que más tarde fluyan los tuyos, como rocío, como torrente, como cascada.
Ven hijo, deja que te aprisionemos y abriguemos con el cariño todo, mientras tus alas se despliegan y tus horizontes se multiplican ...
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Poeta
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Hoy no quiero escribir
No quiero insistir en ningún papel, de cuanto y de todas las formas que te amo, no quiero buscar en la memoria ni rebuscar las palabras bellas, los sustantivos fuertes tampoco o aplicar con acierto los adjetivos, no quiero encontrar el ritmo.
No quiero recordar que hice cuando nació mi pequeña Ruth, porque siento entonces cuanto duele la distancia y cuanto molesta el insomnio, es que no puedes forzar los sueños porque estos se espantan y escapan por largo tiempo.
No quiero hablar del tiempo, pues su marcha es glacial, inconmovible y su velocidad aún más indescifrable, que sencillo sería todo si hubiese como manipularlo, más sin embargo la intensidad de vivirlo se diluiría.
No quiero escribir de mis miedos, no quiero ser vulnerable, nunca quise serlo, quizás debí mostrarme menos, como el tiempo, creo que la fragilidad encuentra complementos valiosos y no quiero hoy saber cuantos perdí o los ignoré.
No quiero describir cuántas margaritas y rosas podrán caber en el jardín de la casita blanca de nuestros sueños, no sé ni cuantas habitaciones tendrá es que estarán las que queríamos y las que querrán nuestros hijos, pero todos sabemos lo cálida y acogedora que la haremos.
Hoy no quiero escribir, es que desperté recordando que soñé y estaba lejos y otra vez sólo tenía las líneas como puentes, ojos y caricias, y volvía el insomnio y el lacerar de la distancia, no quiero escribir, duele el hacerlo.
Hoy no quiero escribir quiero nada más mirarte, quiero cerrar los ojos y pretender soñar, para buscar un estallido de luz un aroma, cualquier sensación que nos permita despertar, percibir el amanecer que buscábamos y que dejó de ser una tentación.
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Poeta
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Canción, balada, no sé…
Tan solo, imagina la brisa recorriendo la floresta, el trinar incesante de todos los pajarillos, haciendo la introducción de esta singular canción, que complemente como notas de requinto, el acelerado palpitar de este loco corazón y como pausas exactas, todas aquellas palabras anudadas para siempre en el sin fin de la nerviosa garganta.
Y es que el silencio y la quietud, son parte del ritmo y del movimiento, ¿de qué otra manera podría entonces? encontrar en la solitud el espacio preciso para disfrutar estos arpegios a fuego lento, para explorar en el aire, la nieve, el agua, con los ojos secos de ansias, de formas, con las manos anhelando atrapar aquella cadencia exacta que conjugue: el batir de las olas, el suave mecerse de la arboleda toda, del delirante encanto de tus caderas en febril movimiento.
Imagina, ingresar muchos violines con sus acordes inundando como cielo claro, mezclándose en extasiante embrujo con las taladrantes notas de un piano, dejando el ínfimo espacio para la voz: ronca o ligera, suave, alta, no importa, si se entremezcla como agua cantarina, que llega desde distintas fuentes para arrullar un mismo remanso, para ser muchas de esas gotas desbordando en una especial catarata de sonidos para ti.
Imagina que hay un fondo de compases que desde quenas, flautas y saxos llegan para levitar el alma y llevarla a perderse en el universo, en tan solo un instante, hasta que un tropel de platillos, bongós y tambores consigan esa nueva pausa de estallidos, para un nuevo interludio de la voz, que diáfana llega para acariciar y deletrear ensoñadora lo que soñaste corear liberando sin compasión todas las ansias.
Que se vuelquen en creciente intensidad el romperse de las olas, el viento jugando a través de todo y con todo silbando y volviendo a jugar con sonidos en variedad, y el coro que soñaste ahora multiplicado ingresando pegajoso en todo tu entorno, tarareado por quienes tienen voz y mecido por cuanto existe, haciendo suya tu canción; entonces suelta toda tu voz, que se descargue con toda su potencia, con el encanto y dulzura que acaricia, con el tesón y la determinación de sentirte viva, de ansiar amar y recibir amor a raudales, de siempre soñar, volar y cantar… cantar siempre, siempre cantar…
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Poeta
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Me llevo
Los mil caminos y el límpido cielo, se abren una y otra vez en mis días y debo volver a caminar cada vez, entonces hay que preparar equipaje, algo ligero para hacer más ágil la tarea, hay que llevar lo de veras importante, tu sonrisa por ejemplo, con ella tu imagen preciosa para alimentar mi aliento, todas nuestras ilusiones y sueños para saber que todos los caminos y el mismo cielo, no son suficientes para encontrarlos, hay que construirlos.
Me llevo entonces la memoria, como podría sino mantener la dulzura de tus labios latente en los míos, y el brillo de tus ojos, única luz para romper con sus destellos la oscuridad y las depresiones, me llevo el abrigo de nuestra proximidad para vencer la añoranza y las inclemencias del frío, me llevo los susurros quedos de los instantes sublimes, para multiplicar el vigor y escarbar aún más allá del horizonte.
Me llevo todas las sensaciones con las que has alimentado mi cuerpo, no importará entonces, si el pan o el agua escasearan, es que despides ahora al hombre de acero, que se tornará al volver a tu regazo, en el amante niño, finalmente en casa, me llevo por ello las siluetas pintadas con la aurora, de tu cara bonita, de tu geografía adorada, me llevo tu ternura y caricias, para caminar sin temores, para ser sensible y generoso.
Me llevo la luna llena que tantas veces nos cobijó, me llevo la música y tu voz ¿qué más puede pedir mi maleta? Me llevo el aleteo bullicioso de nuestros pajaritos, su canto y su vuelo maravillosos, me llevo tu alegría y los momentos únicos, me llevo tus suspiros, Me llevo sobre todo las ganas inmensas de volver a estrecharte, besarte y mirarme en tus ojos.
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Poeta
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Amor de medianoche Hemos recorrido el día y ahora nuestros pajaritos duermen, olvidemos las horas recorridas, dejemos los disfraces de la rutina, abandonemos las preocupaciones, y preparémonos a volcar nuestras cataratas de sueños; permite que navegue, que vuele en el embrujo de tus soñolientos ojos, que descubra astros nuevos en la vegetación de tus pestañas, estamos en la frontera del día y el murmullo de tu respiración sabe a complicidad, a invitación deja que descubra tu exquisita desnudez, no importa el frío, aquí tienes mi piel para abrigarte, ahí están tus cálidas manos para acurrucarla y mullirla, mientras se desbocan a ramalazos el rozamiento, el bendito tacto, para agitar el viento, para contorsionar los linderos del paisaje, para con el reflejo de la luna recorrer el valle de tu pubis, para encontrar juntos la cadencia de nuestra danza, del apetito por pescar las gotas de ambrosía, sobre las playas de la piel al compás de las expresiones quedas, bajo la torrencial tormenta de nuestros besos, vamos mi amor devora conmigo la cena de los delirios, reventemos la noche en la mitad de su extensión, somos ahora un puente entre ayer y mañana, paseemos sin temor en nuestra estrella fugaz, abandonemos la Vía Láctea y perdámonos mientras se rompe el día en algún oasis taciturno de cualquier agujero negro.
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Poeta
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¿Que si quiero saberlo?
¿Que si quiero saber qué piensas? Cuando tus ojos brillan inquietos o si tu alma se ha fugado un instante, cuando un beso remplaza las palabras o tu caricia acalla cualquier pregunta, cuando algo bonito te abstrae o cuando finalmente el sueño te secuestra, ¿Que si quiero saberlo?
¿Que si quiero saber qué deseas? Cuando te siento estremecer y las palabras sobran, cuando afuera llueve y el frío abraza, cuando te siento feliz en mis brazos, cuando busco sentir tu aliento para saber cómo descansas, ¿Que si quiero saberlo?
Pues no, en absoluto, me inquieta cada cosa y cada detalle que me robe tu atención, me interesa cada instante tuyo, pero por sobre ello, te quiero libre, ligera como una libélula, fresca e impetuosa como cascada, delirante, locuaz como un volcán.
No quiero adivinar tus desvaríos, quiero que me invites a compartir la vida, tu ternura, la candidez, las locuras, tus cosas espontáneas y hasta tus malos ratos, quiero disfrutar contigo del destello único de cada nuevo amanecer iluminando tu cara bonita.
No, no quiero descifrar, quiero sentir el ser maravilloso que eres, quiero recibir el tsunami de tu risa, sin los detalles de qué hacen que se desborde, el oasis de tus labios sin las palabras que quieras guardar y con todas las que me quieras brindar, tan solo quiero sentir mi reflejo claro en el océano inmenso de tus profundos ojos.
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Poeta
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Tengo Ahora mismo frente a mí tengo tu fotografía y tu imagen fresca, vibra aún en mis oídos, el eco de tu risa sonora contagiante, tengo la sensación extasiante de los aromas y perfumes que cubren tu cuerpo, tengo la voz inquietante de tu charla amena, tengo clara tu figura de diosa, tengo el aire y la misma luna que bruñirá tu pelo, tengo mis ojos vagabundos buscando el embrujo de los tuyos, tengo el rastro de tus formas cautivando mis deseos.
Tengo para acariciarte prestas mis ansias y mis manos, tengo para amarte todos mis días y corazón, tengo para mimarte de mis fuerzas el pecho lleno, tengo para tus pasos todas las hojas que caerán con el otoño, tengo en el viento la música que acompañará tu sueño, tengo para la miel de tus labios el hambre voraz de mis deseos, tengo toda mi vida para ti y de estrellas las noches llenas para el amor, tengo.
Tengo un volcán de ansias que es mi tormento, tengo para ofrecerte hacerte feliz y es mi ilusión se cierren tus ojos mientras te beso y volar muy juntos en ese embeleso mientras explota mi corazón, quiero soñar contigo cada vez que duermo, pues tengo nuevas fuerzas para amarte en cada sueño, tengo miles de paisajes de magia llenos, para inundar de risas y alegría tu corazón.
Tengo presta mi vida para entregarte, no por otra razón mi corazón late, adorarte siempre es mi caro anhelo, un arco iris tengo para obsequiarte, y un coro de alondras para recordarte, que no hay mañana sin contemplarte plena en mis brazos recibir todos los besos que para ti tengo.
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Poeta
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Por esto y más…
Por ese instante único en que terminaron los preámbulos y simplemente decidimos juntarnos, para percibir sin limitaciones cuán especial puede ser rozar nuestra piel, dejar que jueguen juntas las locas bocas y atrevernos a estrecharnos más, para conocer por el tacto lo que ya sabían nuestros ojos.
No intento un relato injusto, porque no pregunté tus sensaciones, pretendo sí, confesar las mías y porque sucedió, agradecer a la vida.
Por todos los detalles nuestros, con que comunicamos cobijo, alegría, la certeza de siempre tenernos, para repetir lo que ya no requiere de voz, de dibujitos, de letras menos, que iluminen tu carita y una vez más, consigan, que tu sonrisa dibuje la mía, que el frío no deje huella y que el tiempo se convierta en nuestro espacio más preciado
No quiero buscar consonancias, quizás al hacerlo pierda naturalidad, quiero que al escuchar o leerme, sepas que ambiciono entrelíneas… te descubras.
Por la intensidad con que vivimos, por tus deseos y mis ansias, por nuestras ganas de sentirnos más, que rompen esquemas y se reinventan, que superan sueño e insomnio, que tienen la complicidad de la luna, la lluvia, la noche, la ternura el viento, las estaciones, tus profundos ojos y el alba.
No busco metáforas que te realcen, sólo quiero que me leas y te vuelvas a descubrir, en este manojo de ambiciosas líneas, que hablan de ti, de mí, de nosotros.
Por cuanto aprendí y compartimos, por todo lo que resta por derrochar, de juntarnos más y nunca dejar de explorar, esto de vivir felices y amándonos, para esculpir juntos otros comienzos mágicos, por tener tu encanto y poder contarlo, por tener más vida para gastarla juntos, para cuidarte siempre.
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Poeta
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Muñequita
Era … como la caricia trémula, suave, que por lograrla ligera, ondulante apenas rasga el aire y no llega, como el rocío que finalmente arriba para barnizar de exquisita humedad los aromas, como el atardecer pleno de colores, que tanto ansía el pintor en su acuarela plasmar, o como la noche preñada de luces y destellos invitando a soñar,... a volar.
Así esperé silente ambicionando darle a mis sentidos otra sensación de la que mis ojos traían, de tus labios, de tu grácil figura danzarina.
Magia, sueños y fantasías debieron explosionar sin tregua en el instante maravilloso en que mis labios copiaban los tuyos, cerrados tus ojos y los míos para que sea el tacto el inspirado maestro de tal ensueño, con nuestros latidos entrelazados también cómplices bulliciosos, galopantes de la noche, la espera, del primer beso...
Que revuelen todos los colores, en cada mariposa, que se ponga el sol para que lo atrape el artista, que refulguren las estrellas aún más, que hasta en la lluvia torrencial encontraremos la belleza del renacer, del crecimiento.
Que podamos vivir con los detalles bellos, que logremos fundir en cada beso un poco de magia y más sueños, para poder acariciarte sin temblar al hacerlo, para poder dibujarte con mis manos y besos, para navegar en tus ojos y dormirme en ellos, para deambular un poquito en cada rincón de tu pelo, para aprender a quererte más muñequita... así como te estoy queriendo.
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Poeta
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