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Tú eres el beso del cielo La mirada y el fuego La nueva aventura del día que comienza Amante imperfecta y perfecta Exilio del recuerdo En otro país no mío.
Tú eres la rosa sin marchitar El nuevo deseo a lo desconocido La palabra que se escribe sin pensarla El sol, la llanura, los montes La sequedad de mis manos Golpeadas por el trabajo duro Un obrero más en la construcción de tus demonios Tan particulares.
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Poeta
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Dame tu libertad Pequeña mía Dame las ganas, el sentido La brújula al destino, al futuro Al abrazo mas fervoroso que desea tocarte.
Dame tu cuerpo entero Tu cuerpo ante la sombra Tus ojos ante el sol del mediodía.
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Poeta
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El "buen día", retumba como un disparo asesino y me preparo para salir al mundo con los dientes apretados en la única batalla que nos ha de tocar en esta, la mismísima vida cansina.
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Poeta
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Era más que sombra Era todo un espejo Que reflejaba dos ojos Dispuestos a involucrarse Dos parpados llenos de delirio Que pretendían acabar sagazmente Con la discordia de todo sentimiento Con la nada misma Y con el todo de su ser Tan solo una simple venganza Al espectro de su cuerpo Golpe de amor, golpe al mundo Imagen propia y pagana De lo bien que se siente Liberarse de uno mismo Y retroceder dos pasos Para volver a comenzar.
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Poeta
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Yo aun creo en el camino en los pies, en el destino aun me remito al pasado para vivir el presente y amarrarme al sostén de tu escote desprevenido.
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Poeta
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He recorrido tus senderos He indagado las flores El árbol terrenal de tu memoria Piernas que bailan en el reflejo del sol.
Y cada roce de piel con piel Se sumergía en el fuego De ambos cuerpos Que siempre han creído en el amor.
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Poeta
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No es dos, ni tres son cien copas en el fondo del pecho en un bar perdido por la niebla en calles de piedra y castillos sin mujeres que llamen a tu puerta.
Es una tenue y dulce soledad que se nos apodera de las manos calza su anillo de bodas y nos comulga a su viaje sin retorno gárgaras profundas a las doce de la noche relojes desesperados por un trago mas y los ojos de otros como yo que aun creen en que no todo esta perdido buscando la felicidad en alguna esquina.
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Poeta
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Alimento de mi beso De mi noche triste Mis celos por no celarte Mis mañanas pesimistas Tu boca, tu grito, tu locura El olor de la cocina La cama, tu sexo.
Todo conjugado Conforman la convivencia.
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Poeta
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En tu conciencia Figura mi nombre marcado En el resplandor de toda piel De mujer, de sirena Que riega los mares Con toda su belleza Natural, intima, desprevenida.
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Poeta
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