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Amor en las tinieblas
Una tarde tenebrosa y muy fría, iba rauda una bella mujer por un camino solitario y polvoriento Cabalgaba a pelo, un caballo ruano de color gris, brioso y muy violento Iba tan veloz que sus enaguas sueltas, las agitaba el relámpago del viento Su cabellera jugaba tan fuerte con el aire, como ave que busca el pan para su sustento Lloraba desconsolada, lágrimas de dolor, de pasión y sentimiento De pronto cerca de la quebrada de los espantos, el ruano se detuvo en seo, sudoroso, acalorado y lento El graznido de un cuervo negro, asustó al ruano como un escalofriante mal presentimiento Y sobre una afilada piedra, la hermosa mujer perdió en la caída el conocimiento Fue tan fuerte el golpe, que con un hilo de sangre se le salía el alma y el cadavérico aliento El caballo relinchaba y se fue sin su jinete entre matorrales a buscar entre pastizales su alimento Y allí en la laja de piedra en un silencio sepulcral, un corazón derramaba lágrimas de tristezas, agonizando su vida y su sufrimiento Y arriba en lo alto de la colina era esperada por un amor furtivo, pasionario y soñoliento Un hombre que se robó su apasionado amor, su corazón y la sombra de su enamoramiento Aquella bella y preciosa mujer, no llegó a la cita a sellar con el amor querido, lo prometido en su juramento Se movía nervioso de un lado a otro, masticando su soberbia, acelerando los acontecimientos Llevaba entre sus vestimentas un laso, para no arrepentirse de su sufrido tormento De pronto un perro negro fantasmal, agitado y echando babaza, pasó junto al hombre, perdiendo entre ladridos su bestial comportamiento Asustado y nervioso, el amante se puso pálido, mudo, cadavérico y ojeroso, presagiando su fallecimiento Y en una rama de aquel frondoso árbol, se ahorcó aquel amor, como pelotón que tira del lazo, la pólvora del fusilamiento Una neblina blanca subió por aquella pendiente a unirse con la sombra, que desprendía del árbol del ahorcado, uniéndose los dos amores de pasiones sedientos Y así terminaron aquellos amores sus vidas, con actos crueles sangrientos Una brisa suave arrastró aquellas sombras unidas al compás de sus movimientos La sangre del ahorcado, rodó por la pendiente a unirse con la de la querida, que yacía muerta y se unieron las dos sangres, en una ceremonia de dolor y encantamiento Unidas las dos almas volaron al infinito, como una nube de escalofriantes escenas de apasionamiento. Sus amores siguieron, no en la tierra, sino en otros lares y en otros campamentos Sellaron su querido amor, con tragedias, con graznidos de cuervo negro y ladridos de un perro fantasmal, con actos espeluznantes y agonizantes violentos
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga, agosto 10-2023
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Poeta
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Se me está acabando el tiempo -1- Se me está acabando el tiempo y el miedo a buscar otros caminos De explorar otros veranos, otras primaveras, otras rutas y otros destinos El tiempo acumula los años, que pesan toneladas y son difíciles de lidiar y se tornan dañinos El tiempo no espera, es como el tren que parte haciendo sonar el pito de su bocina, levantando en polvareda los humos de su chimenea en torbellino Hace que se esfume lentamente la vida y aparezcan enfermedades traicioneras, como los crueles asesinos El tiempo pasa raudo, como las aguas del riachuelo, que las llevan y las depositan en el lecho marino No es eterno, ni es para siempre y se borran las pisadas y las huellas del caminante peregrino -2- Se me está acabando el tiempo de sondear nuevos quereres y otros furtivos amores Se están acabando las pasiones y aquellos placeres, que una vez fueron encantadores Se desvanecen los rayos de la luna, que en las noches aquellas fueron fugaces sus resplandores La presa se paseó oronda y tranquila por el sueño de pesadillas de los cazadores Se está acabando el tiempo del pudor y la vergüenza, el trofeo de los vencedores Se está acabando el tiempo y el espacio, para escrudiñar llantos y gritos amenazadores Se está acabando el lápiz y el papel, para escribir el sentimiento de los pensadores -3- Se me está acabando el tiempo para disfrutar de la rica y exuberante naturaleza Para seguir contemplando de la mujer amada y querida, toda su ardiente belleza Me embarga la nostalgia y me rodea la soledad ensombrecida de llantos y tristeza El tiempo fue ayer, es hoy y quizá mañana, para poder disfrutar el gusto de una fría cerveza Se me está acabando el tiempo para seguir presenciando el poder de Dios en toda su grandeza Mi tiempo, es como el árbol viejo, que deja caer sus frutos, sus hojas, secándose y dejando ver las venas de su corteza Se me está acabando la alegría, la felicidad, la cordura y hasta los modales de la gentileza -4- Se me está acabando el tiempo y el palpitar se pone lento en los ardientes corazones Se empieza añorar y correr en contra de los huracanes, que arrastran caos y preocupaciones Se me esfuma la vida y no alcanza el tiempo para recordar el ayer, que fue lleno de llantos y satisfacciones No hay tiempo para el arrepentimiento de lo que hice o dejé de hacer, si la vejez se llenó de lágrimas y desesperaciones El tiempo no cuesta dinero, sino que se acumulan riquezas pasajeras, que llenó la vida placentera de caos, de envidias, rencores y soberbias llenas de confusiones Se me está acabando la vida y no tiene reversa, ni repetición, sino una lágrima escueta de confesiones El tiempo acerca y estrecha los estertores chasqueantes de la muerte, con sus espeluznantes invitaciones La vida es una brevedad en el tiempo, como las nubes cubren momentáneamente los rayos de la luna, oscureciendo sus dimensiones El tiempo fue una vez mi aliado, pero hoy es mi escalofriante enemigo, de llantos, de miedos, de sombras, de oscuridades y maldiciones Se me está acabando el tiempo y con él la hermosa y placentera vida, si una vez estuvo llena de amores, de emociones, de felicidades y comprensiones
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga septiembre 04-2023
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Poeta
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A veces llegan…
A veces llegan cartas, unas de emociones y otras de ardientes y acaloradas pasiones A veces llegan vacías, sin letras, llenas de miedos y espeluznantes temores A veces llegan en blanco, arrugadas y manchadas de lágrimas, de sufrimientos y dolores Cartas que hablan o enmudecen, a veces de alegrías, a veces de tristezas, de oscuridades o a veces de rayos luminosos, llenos de resplandores
A veces llegan tardes esplendorosas, de aires refrescantes, que alegran la vida y los ardientes corazones Vienen cargados de bellos colores de arreboles, de sueños y de bellas imaginaciones Tardes maravillosas y brillantes, llenas de arcoíris con el rocío de ópalos de satisfacciones A veces esparcen lloviznas de alegrías y otras veces de lágrimas del alma y sus desesperaciones
A veces llegan aves a los árboles, con sus cánticos de alegrías y sensación de libertades Unos entonan melodías de regocijo y felicidades y los cuervos con su graznido de miedos y oscuridades Cuando las aves no llegan, la naturaleza entristece, presagiando temores, caos y atroces enfermedades A veces se ven cruzar el horizonte en bandada, surcando el cielo, alegrando la vida y de Dios, sus agradables bondades
A veces se ve la vida, placentera, elegante, cariñosa, amorosa y dulcemente vestida Se ve y se aprecia en el alma y en el rostro y en el corazón de la mujer amada y querida Los años pasan y el tiempo no se detiene, a veces de tristezas, a veces de alegrías y de felicidades vividas A veces la vida pasa dormida, a veces con afanes y otras veces herida y desapercibida
A veces llegan plagas cargadas de sombras, de maldades atroces, y de crímenes espantosas Plagas terroríficas y pavorosas, manchadas de sangre y lágrimas dolorosas Seres escalofriantes, llenos hasta los tuétanos de corrupción y muerte, de estupor y pánico asombrosas Plagas que perjudican la hermosa y placentera existencia, llenándola de dolores y pánicos, sabiendo que la vida es placentera, bella y muy hermosa
A veces llegan lágrimas de sufrimiento, afligiendo el cuerpo llenándolo de debilidades Derramando llantos de incertidumbre, que azotan la vida de tristezas y espeluznantes soledades A veces se torna el horizonte de oscuridades, llevando a ciegas la preciosa vida, al precipicio de sus profundidades Lágrimas y llantos, soledades y olvidos, que entristecen el alma, llenando el corazón de palpitaciones y ansiedades
A veces surcan el cielo, sombras huracanadas, llenas de penumbras, de relámpagos y atemorizantes nubarrones A veces se ven caer rayos y centellas, que iluminan la naturaleza, el hogar y las calurosas habitaciones Truenos, que hacen vibrar de miedo, de terror y estupor los ardientes y palpitantes corazones Vientos y aires huracanados, de lluvias torrenciales, que inundan hasta la altura de los florecidos jardines y el nido en los balcones
A veces llegan amores de pasiones y otros en un caos de trifulcas, en peleas convertidas A veces llegan ramos de rosas y orquídeas, de tulipanes, para aquel amor, con ansias seductoras prometidas A veces llegan quereres en tardes de arreboles, con paisajes de arcoíris y de lloviznas coloridas A veces llegan noches alegres, de tragos, de bailes y de amores, hasta el resplandor del alba en sus frías amanecidas A veces llegan flores blancas al melancólico funeral, en la agónica y triste despedida.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 01-2023
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Poeta
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Cuando me haya ido Cuando me haya ido y ya no esté más a tu lado Y el tiempo pase y de mi amor te hayas olvidado Y mi alma se haya ido y la voz de mi espíritu se haya apagado Cuando la soledad invada tu alcoba y mi lánguida respiración se haya asfixiado Y al balcón se asome y no aparezca mi sombra, ya me habrás con sus ojos extrañado Y el eco del timbre en la puerta, se esfume en el aire y mi figura no haya regresado Y ese día melancólico me haya ido y por otro amor, tan pronto me haya cambiado
Cundo me haya ido y ya no estés en mis brazos para darte mis ardientes calores Ni mis besos, ni mis caricias, para prodigarte las emociones de mis queridos amores Y la luna triste y acongojada haya perdido con sus llantos, sus rayos encantadores Y el jardín florecido ya no esparza sus fragancias, ni sus aromas y el aire haya arrastrado sus olores Y otros poetas te hayan enviado poemas y versos de los mejores Y de tu hermoso cuerpo seas la modelo y pose para otros queridos pintores Se esfumó y se vaporizó la gasolina, que prendía la pasión de tus motores Estarás sola y serás presa fácil para otros furtivos cazadores Ese día ya me habré ido y desde arriba seré tu admirador celoso de tus espectadores
Cuando las olas del mar te pregunten, porqué sola y triste las has visitado Y las arenas de las playas te quemen los pies y estén furiosas porque me has abandonado Cuando el hermoso arco iris derrame sobre tu cuerpo las lágrimas que por ti he derramado Y los arreboles huyan presurosos porque una nube oscura con mi rostro los ha ocultado Y el trinar de las aves con sus canticos tistes con mi partida se hayan silenciado Y el colibrí no haya vuelto a chupar el néctar de la flor, porque sin agua ésta se ha secado Cuando los peces del riachuelo te pregunten por mí y en medio de sus tristezas se hayan ahogado Cuando me haya ido de esta hermosa vida y en verdad, que el dolor es demasiado
Cuando me haya ido y mi cuerpo inerte pierda las fragancias y sensibilidades A solas entenderás, qué en verdad te he amado desde el interior de mis profundidades Y sienta mi cama fría y lóbrega y en la triste habitación reinen las soledades Ya es tarde para llorar mi ausencia, pero tu placentera vida está llena de oportunidades Sentirás mi sombra en medio de las oscuridades, calmando tus angustias y tus ansiedades Eres hermosa, eres bella, fuiste mi sol ardiente y mi esplendorosa luna, llena de emoción y de intensidades Vendrán otros amores, otras ilusiones que te hagan sentir pasiones en tus intimidades Te iluminará y te destellará en tu corazón, otro lucero con alegres generosidades Pasará el tiempo y fácilmente me olvidarás, pero no importa yo estaré en otras latitudes y más allá de las eternidades Acaricié la encantadora vida, abracé tu amor cargado de pasión, de caricias y sinceridades Cuando me haya ido, el aire arrastrará como hoja seca mis recuerdos, al precipicio del olvido, sin venia, ni solemnidades Y mi acalorada y presurosa alma, cuando me haya ido, volará al infinito de los cielos, entre sombras de las penosas oscuridades. “Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga julio 19-2020
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Poeta
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El encierro en su soledad Los años pasan y la vida que una vez fue alegre, sigue a paso sosegado y lento La soledad aparece adormecida, como hamaca que mece el viento Ya ni se acuerda, si es de día o de noche, ni a qué horas se acuesta, ni a que se enfrenta No sabe si es feliz, solitario o aburrido, o si ríe a solas de soledad o de contento Como todo un ermitaño en el desierto atroz, con los sudores de su tormento El encierro entre cuatro paredes, carcome sus entrañas en la soledad de su lánguido aposento Se esfumó como por encanto, la conversación, los amigos, el café burbujeante y el argumento No sé si está lleno o revienta de sed, sin el tizón, sin el calor del pabilo encendido y sin el alimento El aislamiento del encierro, lo arrastra al abandono y al cruel atroz remordimiento Se le nubla la vista y sólo aprecia su camino oscuro, espinoso y polvoriento
La tristeza del encierro hace ver otros horizontes lúgubres, opacos y grises, otras sombras y otras realidades Llegó el tiempo en que acechan las enfermedades por los años, las canas, las arrugas y el paso que maduraron las edades Todo se nubla y apareen las sombras en sus temibles y atroces oscuridades El miedo aparece tembloroso, alejando los familiares y las bellas felicidades Los queridos amigos se marcharon y sólo dejaron el saludo de sus queridas amistades El fatídico encierro carcome la vida y aleja el compartir y ver otros paisajes y otras oportunidades Nadie pregunta por la salud y el bienestar, sino por el dinero, las haciendas y sus propiedades El encierro, es como un abismo inmenso y oscuro, en sus lánguidas y crueles profundidades Lentamente se deteriora la vida y aparecen las fatídicas y desesperanzadoras ansiedades Se acaban las intimidades y el pensamiento vuela hacia el más allá de las eternidades Se marchita la existencia, se esfuma el ego, el orgullo y las soberbias con sus vanidades El encierro es como un huracán dormido, que presagia vendavales, truenos, rayos y tempestades Paraliza el cuerpo y la mente y acrecienta el llanto y las lágrimas al miedo y a las fatalidades
El encierro en medio de su soledad, acaba lentamente la naturaleza hermosa y preciosa Se va paulatinamente extinguiendo la vida, como un hilo de la fuente de agua silenciosa Se cierran las ventanas y se cierra la vista al horizonte de la tarde alegre y maravillosa La edad del encierro es tan cruel, que se vive en forma alarmante y espantosa El tiempo no se detiene y el peso de los años se acumulan y la vida se torna, temblorosa Se acabó la intimidad de la emoción y las pasiones amorosas El fatídico encierro, sólo lleva a esperar de Dios, su bendición Todopoderosa Se espera que llegue lentamente la muerte, asombrosa y con gritos dolorosa Se le cayeron las alas a la colorida mariposa, que una vez revoleteaba vigorosa Se fue la vida, que marchitó la edad del encierro, con sus sombras tenebrosas
El encierro y la soledad, enfrió el café y sus sabrosos aromas se desvanecieron La hermosa vecina extraña aquel furtivo enamorado y el romance que una vez tuvieron Ya no sale ni a la ventana, ni al balcón, sus queridos amores se marcharon y raudos se fueron Se secó el jardín, que una vez fue florecido y las abejas nunca más volvieron Los queridos amigos tocaron a la pueta, nadie les abrió y un dolor en el alma con tristeza sintieron El riachuelo donde iba a pescar, se llenó de peces y de colores saltando se vistieron La luna llena, llora desconsolada por el encierro de aquel ser y entre las nubes, sus rayos se perdieron Las aves y pájaros ya no cantan en el solar, porque de ver aquel encierro, volaron y se marcharon Se encerró para siempre la vida placentera y hermosa y solitario en un aposento nauseabundo y oscuro sus alegrías y risas lo abandonaron Lo arropó la muerte con su capa negra, entre las sombras de su soledad y en un ataúd su cuerpo apretujado lo incineraron y sus cenizas por el firmamento esparcidas volaron
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 27-2023
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Poeta
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Mujeres de negro
Mujeres de luto negro, hermosas y elegantemente vestidas Unas van llorando y sienten de su querido amante, su presurosa partida Otras que caminan detrás del féretro, como si estuvieran volando dormidas Cubriendo sus cabezas con un rebozo negro y con la venia, el pesar recibidas Mujeres de negro, que van y vienen afligidas en silenciosos de llantos convertidas Llevan velas al velorio, con llamas del pabilo encendidas Amigas, amantes, mozas y queridas y las ardientes vecinas preferidas Las últimas del velorio son las que más lloran y se sienten desoladas y perdidas Hay otras detrás de las puertas y muros, que pasan desapercibidas, por nadie conocidas Mujeres de luto negro, sumidas en llantos y tristezas por nadie comprendidas Se sienten solas en medio del velorio, derramando lágrimas en sus rostros confundidas Desprevenidas las agarró la muerte, pálidas, nerviosas, ojerosas y sorprendidas
Mujeres de luto negro, se les nota en sus rostros, sus lánguidas y agonizantes tristezas Se les vino la montaña encima, acabando con sus alegrías, felicidades y noblezas En medio de sus melancolías, hacen cuentas de sus dineros y lo que les dejó de sus riquezas Otras se les ve el dolor en los corazones, sin trincheras, sin munición y sin fortalezas Otras lloran confundidas, como si se les acabara el mundo, la alegría y sus bellezas Bajan la cabeza con sus rebozos, el desconsuelo las agobia, la muerte y su crudeza El féretro del difunto lo llevan en guandos, sin pompas, en el silencio de su franqueza En la procesión del cajón mortuorio, las viudas de negro van a la vanguardia y en fila la encabezan
Mujeres de negro, llevan el luto en sus cuerpos, en sus vestimentas y en sus afligidos corazones Se siente el dolor y el abandono en sus hogares y en los aposentos de sus habitaciones Sólo les quedó su sombra y la soledad del amor y sus acaloradas pasiones en sus conversaciones Mujeres de luto negro, la vida sigue y el tiempo olvida y regresa la vida alegre con otras relaciones Vendrán otros amores, otras caricias, otras pasiones y otros ojos para otros pantalones Entonarán otras melodías y de sus ardientes labios carnudos, saldrán otras canciones Con el paso del tiempo volverá la alegría y florecerán las rosas y orquídeas en sus balcones La vida es un sueño, llena de amores, de pesadillas y de alegres imaginaciones
Mujeres elegantemente vestidas, de lindos colores y del brazo de otros amores Sus corazones desprenden fragancias del florecido jardín lleno de pétalos de sus lindas flores Se marchó y se olvidó aquel querer, aquel amor, desterrando el luto y el pesar de sus dolores Mujeres alegres, rozagantes viudas y efusivas, rodeadas de sus naturalezas y de bellos colores encantadores.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 26-2023
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Poeta
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Un domingo por la tarde
Un domingo por la tarde, el silencio en el pueblo con su soledad se notaba Ya oscureciendo, una linda y preciosa mujer iba presurosa, agitada y enamorada Iba vestida sólo con unas enaguas y los mirones del pueblo las desnudaban con sus miradas Con su cabello suelto, el aire coqueto de prisa arrebatada la despeinaba Caminaba rauda por la mitad del pueblo, luciendo su linda silueta acalorada De sus amores se reía y muy risueña toda ida, una melodía en sus labios cantaba Le palpitaba y el alma se le quería salir, porque un bello corazón furtivo la esperaba
Un domingo por la tarde, de silencios, de soledades y solitario de emociones Un bandido de amores, en el puente colgante agitaba a rabiar los corazones Permanecía allí inquieto, pálido y nervioso en sus expresiones El pueblo entero presagiaba lo que iba a suceder con esas relaciones Todos sabían menos el amo y mandamás del pueblo y señor de todas las regiones Que un forastero le arrastraba el alma a su preciosa esposa y querida de sus pasiones Mujer hermosa de emociones y desesperaciones, de sueños calientes y de bellas imaginaciones
Un domingo por la tarde, de presagios, de agüeros y con la cruz marcada Los chismes corrían, las ventanas crujían y las puertas chirriaban, la tensión era demasiada Las abuelas se santiguaban y el murmullo de las miradas por todos escuchadas Aquella bella y hermosa mujer atravesó el pueblo y se internó hacia el puente colgante, agitada y deseada Dejando a su paso una estela de olores y fragancias, de perfúmenos, de ensueños imaginada Y allí en la mitad del puente, su furtivo amor la esperaba con sus brazos abiertos, con emociones despertada Ya en el ocaso de la tarde, los arreboles y el amor clandestino, apenas empezaba
Un domingo por la tarde, se sintió un silencio sepulcral y en el puente algo sucedía Este se empezó a balancear, anunciando a los enamorados de sus barandas ofrecida La llama del amor furtivo empezó a encender los humos y el pabilo se encendía Abrazados en fuerte pasión, un aire huracanado y el graznido de un cuervo negro, algo les advertía Se escucharon cuatro balazos y el amor en el colgante, la vida a traición era sorprendida Las balas atravesaron sus corazones y la sangre al precipicio como manantial velozmente corría El eco de los tiros y los gritos de dolor al pueblo con llantos apresurados recorría Abrazados los dos enamorados fueron a parar al fondo del abismo y las enaguas de la bella mujer, se desprendieron en su despedida Nuevamente reinó el silencio en el caserío, como si la vida por instantes fuese detenida Por el amor de una mujer casada, aquel forastero y bandido de amores, era pretendida La vida hermosa llena de pasiones por el amor furtivo y clandestino, fue poseída
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 24-2023
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Poeta
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¡A nuestro padre querido!
Padre querido, hoy y siempre, te rendimos un sentido homenaje y un poema para ti siempre escribiría Por su esfuerzo, por su trabajo, por sus enseñanzas, llenas de valores, amores y sabiduría Por darnos la vida, sus consejos, sus risas, de alegrías y felicidades comprendida Por sus luchas y sacrificios para sacarnos adelante, del Señor de los Cielos, agradecida
El amor del padre, es tan grande, inmenso y placentero, de risas y de miradas silencioso Cómo el cielo azul de nuestro firmamento, infinito, querido y precioso Su amor es tan grande, cómo las olas inmensas de mi mar, majestuoso, profundo y poderoso Tan inmenso, como las estrellas, que, en sus brazos en noches placenteras del firmamento maravilloso
Gracias padre querido, por la vida que me has dado, su sangre, su inteligencia y su corazón De sus enseñanzas y de sus valores, me has forjado en persona de carácter y honor Por sus cuidados y protección, por haberme ayudado sin ninguna condición Padre sincero querido y genial, todo un caballero, señor de amor y valor
Gracias padre querido, por darme de sus risas y de sus felicidades, mis sonrisas y alegrías Por sus consejos y sabidurías y entender mis llantos y mis melancolías Gracias por sus carcajadas, que me contagiabas con mis satisfacciones contenidas De los avatares de la vida, me enseñaste de los frutos, con pasiones y sufrimientos, vividas
Padre querido, me regalaste cuentos y leyendas, de recuerdos, inmensos y hermosos Con su trabajo y sudor, me diste educación y del hogar su calor Hoy y siempre, sus alegrías las llevo, en el silencio de mi corazón majestuoso De su risa ya temblorosa y temerosa, riguroso en su carácter, pero amoroso en su interior
Los años pasan, sus arrugas y sus canas, afligen mi apacible corazón Su mano se levanta y señala la cruz y de rodillas su esperada y consentida bendición No quisiera partir y dejarlo allí postrado, sin su luz, ni la paz de su interior De sus consejos, guardián de éxitos, forjaste mi personalidad y mi profesión
Mi padre héroe de imitar, fuiste mi más fiel admirador Lo llevo en mi sangre, en mi alma y en el corazón abrazador La nostalgia me embarga, sueños de su interior encantador Padre querido de mi corazón, sus sufrimientos son del alma, los pesares de mi dolor
Padre querido, eres una estela de vida, de recuerdos y anécdotas de consideración Eres el guardián y la seguridad, la confianza en el hogar, en la habitación y en toda ocasión Qué el Creador lo riegue de bendiciones, mi querido viejo, mi padre y mi papá, todo un querido y amado señor ¡Que viva siempre en nuestros corazones, mi taita, mi padre, cucho de mi adoración!
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga, junio 18-2023
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Poeta
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Maldita violencia Plaga maldita, que arrasa con el dolor sangrante de los corazones Como huracán, que azota con furia las llamaradas de los dragones Violencia malvada, que sangra con angustia, dolor y desesperaciones No está inscrita, ni nace con el ser, ni tiene reglas, ni patrones Víbora letal, que muerde y lastima las entrañas del alma, evitando sus confesiones Violencia, que riega con sangre la naturaleza y al ser en todos los rincones Esparciendo miedos y temores, como el trueno, que desata el rayo cruel y mortífero en sus desesperaciones Relámpago escalofriante, que saca del letargo, llenando el horizonte de caos y confusiones Violencia maldita, que desgrana con furia los pétalos de la flor, acabando con la belleza de sus perfúmenos y admiraciones Maleza maldita, que crece arrasando la paz y el regocijo, con la vida y sus emociones
Violencia maldita, que cubre su cara, mostrando con sangre las lágrimas de sus dolores Es la máscara de la muerte, que se asoma trémula, mostrando nerviosa sus horrores Es la sombra siniestra, que arrastra su túnica con miedos y estupores Mortaja que envuelve el cadáver, que una vez tuvo vida, pasión y amores Violencia maldita, que termina en un panteón sin nombre, sin que nadie espante sus hedores Y el recuerdo se olvide por miedo a denunciar, llenando el ambiente de caos y temores Violencia atroz y abominable, que vomita odios, soberbias y traiciones, dejando una nube espesa de rencores Tortura en el silencio de la soledad, apagando el sonido, que hace vibrar a los motores No sólo es el rifle, que vomita la bala de la muerte, enlutando los rayos encantadores No sólo es el casquillo y el plomo, que asesinan la inocencia de la vida, por simples habladurías y rumores Es la soberbia y la arrogancia desmesurada del poder, que apaga el sueño placentero de los soñadores Violencia maldita, que huele a sangre derramada por el vil asesino de los amenazadores Es la podredumbre del hedor de las fosas comunes, que esperan justicia para los inquisidores Es el grito lastimero y profundo, como una ambulancia sin sirena y sin eco, que se pierde en los anaqueles de los defensores Violencia maldita, atiborrada de cadenas, torturando la conciencia con barrotes enmohecidos, con el dolor de sus pavores Es un infierno que se vive en llamas incandescentes, de ambición y corrupción, anidando espantos y miedos aterradores Es la pérdida del olfato, que no deja oler los crímenes, sólo el gusto de la violencia y su aterrador placer Es un carro fantasma, que se deja a sus anchas apreciar, palpar y ver Va y viene de noche y de día, cubriendo con un manto de oscuridad y de incertidumbre, la mortaja de un amor y un querer La violencia, es la pedrada que rompe el cristal del farol, sin entender, ni comprender Apagando la vida hermosa y placentera, sembrando una sombra con dolor y lágrimas de sangre, que el tiempo olvida y el recuerdo empieza a desaparecer. “Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 01-2023
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Poeta
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¡Madre Mía!
Día universal de la madre, día de alegrías, de saludos, de abrazos, de alegrías y homenajes Día para conmemorar y recordar a esta hermosa mujer, con caricias y besos llenos de felicidades Día para celebrar y brindar por la vida de este bello ser, de pundonor, amor y coraje Y qué siempre luzcas bonita, bella y elegante, madre mía, madre de mi corazón, hasta más allá de las eternidades
Qué bonitas son las orquídeas colombianas, geranios, heliconias y las fantásticas rosas Qué bonitos son los tulipanes, crisantemos, margaritas y azucenas esplendorosas Qué bonitos son los girasoles, amapolas, claveles, camelias y gardenias, todas preciosas Qué bonitos son los jardines florecidos, de perfúmenos, de olores y aromas asombrosas Qué bonito regalárselas hoy y siempre a la madre bella, fantástica, valerosa y majestuosa A la mujer que da luz y vida con alegrías de felicidad, madre de día y de noches dichosas A la mamita linda, que se roba de sus hijos, los suspiros y las sonrisas amorosas y vigorosas Para la madre adorada y bella, toda la naturaleza verde, de bálsamos y fragancias fabulosas Todas las poesías de amor, para la mujer grandiosa, de alma buena y pura, maravillosa Todos los ardientes latidos de los corazones, para la mamita ardiente, bella y preciosa Todas las pasiones, emociones y amores, para la mujer linda y brillante, la más hermosa Todas las delicias y gustos del paladar, para la madre encantadora, exquisita y deliciosa Todas las olas del mar llenas de burbujas, para la mamita querida, atractiva y generosa
Qué grandiosa y esplendorosa, es la agradable y encantadora naturaleza Rodeada de jardines florecidos, de pétalos que irradian fragancias de perfúmenos de delicadeza Qué preciosa y bella es la madre adorada, con su don de amor, de delicadeza y nobleza Esparciendo valores y cariños desde el interior de su alma buena y pura, llena de emoción y grandeza Verla siempre alegre y sonriente, pregonando en el hogar toda su ardiente belleza Madre mía, eres mi reina, eres mi palacio, eres mi vida, mi adorada y encantadora alteza No tiene precio su amor, sólo su corazón, que irradia alegría esplendorosa, su única riqueza
Madre santa y de su alma, que llena el cuerpo todos los días de aire para las respiraciones De consejos y bendiciones, que acumula su espíritu de amables y consideradas razones Madre bella, de rezos y creencias, que suplica a Dios por el bienestar de sus hijos en todas las ocasiones Es el abrigo cálido y único, que soporta las adversidades y las inclemencias de las estaciones Madre agradable, que vigila los sueños, los descansos, los amores y las imaginaciones Sus órdenes no tienen discusión, ni alegatos, ni subidas de tono, ni explicaciones Madre encantadora, eres el centro y la líder de admiración en las alegres reuniones Sus palabras y consejos vuelan, llevando alegrías y anécdotas llenas de ilusiones
Todas las montañas, llenas de inmensos árboles, que cubran y protejan a la madrecita bella, y resplandeciente, con sus sombras frondosas Todas las aves de la tierra con sus cánticos, para la querida madrecita, que pregona con su alegría melodías pegajosas Todas las risas y carcajadas de sus adorados hijos, para madre guapa, risueña y bondadosa Todo el amor y la pasión del mundo para la mujer más linda, madrecita querida y silenciosa No hay regalo más grande sobre la tierra, que el amor de una madre que siente por sus hijos, con sus abrazos y besos presurosa Todos los ríos de aguas nítidas y transparentes, para que calme la sed de la madrecita ardiente y sudorosa Todas las estrellas del cielo, para la mujer más linda, la madre que luces del universo, como toda una bella y encantadora diosa Todos los rayos de la luna llena en las noches de descaso, para la madrecita admirada, en sus sueños placenteros, de su figura esplendorosa Todas las felicidades que salen del corazón abrazador, para la madre hermosa, que calman las aguas turbias, huracanadas y tormentosas Todos los amores, todas las bellas emociones, para la mujer más bella y bonita, madre de mi corazón, de sus gritos y alegrías bulliciosas Madre santa y bendita, en la tierra la mujer más grandiosa y primorosa, de todos los seres, la única maravillosa Verla descansar en su silla, en su hamaca y en su poltrona como toda una reina, la hacen ver encantadora y preciosa Se desvela por el bienestar de sus hijos, irradiando cariños desde su alma prodigiosa y amorosa No hay amor más grande que el de una madre, querida, delicada, agradable y cariñosa Va y viene en el hogar con sus quehaceres, revoleteando como mariposa vigorosa Sus mandatos son órdenes, inculcando valores para la vida recta prodigiosa Donde hay una mujer, hay una encantadora madre, que irradia energías fervientes calurosas Cuando Dios creó la tierra, creó la humanidad, al hombre y a la mujer con su cajita mágica de vida milagrosa Madre afectuosa, mujer amada y querida, creadora de luz y caminos de vida victoriosa Madre predilecta y preciosa del corazón, como el árbol que extiende sus ramas y sus brazos, para prodigar a sus hijos sombra fresca y asombrosa Estar siempre a su lado y seas el alma y el espíritu alegre, madre querida y vanidosa Qué Dios la cuide, la guarde y la bendiga con su adorable bendición, poderosa y misericordiosa
¡Feliz día para todas las queridas y consentidas madres del mundo, llenas de amor y grandeza! ¡Para estas esplendorosas mujeres, hermosas y placenteras madres, que las llevamos por siempre en el corazón, por su encantadora y ardiente belleza!!!
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 14-2023
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Poeta
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