Poemas :  Yo vengo de un brumoso país lejano.
Yo vengo de un brumoso país lejano,
regido por un viejo monarca triste...
Mi numen sólo busca lo que es arcano,
mi numen sólo adora lo que no existe.

Tú lloras por un sueño que está lejano,
tú aguardas un cariño que ya no existe:
se pierden tus pupilas en el arcano
como dos alas negras, y estás muy triste.

Eres mía; nacimos de un mismo arcano
y vamos, desdeñosos de cuanto existe,
en pos de ese brumoso país lejano,
regido por un viejo monarca triste...
Poeta

Poemas :  En paz
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Poeta

Poemas :  Gratia plena
Todo en ella encantaba, todo en ella atraía:
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar...
El ingenio de Francia de su boca fluía.
Era llena de gracia, como el Avemaría:
¡quien la vió no la pudo ya jamás olvidar!...

Igenua como el agua, diáfana como el día,
rubia y nevada como Margarita sin par,
al influjo de su alma celeste amanecía.
Era llena de gracia, como el Avemaría:
¡quien la vió no la pudo ya jamás olvidar!...

Cierta dulce y amable dignidad la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular,
más que muchas princesas, princesa parecía.
Era llena de gracia, como el Avemaría:
¡quien la vió no la pudo ya jamás olvidar!...

Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía
dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar
y cadencias arcanas halló mi poesía,
Era llena de gracia, como el Avemaría:
¡quien la vio no la pudo ya jamás olvidar!...

¡Cuánto, cuánto la quise!...Por diez años fue mía,
pero flores tan bellas nunca pueden durar...
Era llena de gracia, como el Avemaría,
y a la fuente de gracia, de donde procedía,
se volvió...como gota que se vuelve a la mar...
Poeta