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Esta noche de pálida luna en que estrellas se cuentan muy pocas ansiedades te muestran sus locas soledades en algida y bruna intención.
Está noche de suerte anunciada por los brillos de escasos luceros ya no siembra tesoros sinceros ni esperanzas de alguna sagrada ilusión.
Entre fiestas bailaba tu ausencia Y los bailes dejaron sus huellas y el amor que dejó tantas mellas en la noche ocultó su presencia sin razón.
Fue una noche de pálida luna sin luceros ni suaves destellos en tus ojos tan bellos, tan bellos el reflejo de mala fortuna. (Intuición)
Se desatan los últimos velos de una historia sin fin aparente y la vida se aferra y te miente con la furia de lúgubres celos de traición.
Y el amor nunca fue suficiente no bastaron los besos desnudos a saciar los deseos tan crudos de los sueños de un alma que siente decepción.
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Poeta
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Ya se alejan las inmóviles aceras con los pasos de la gente aglomerada y se alejan las aceras aledañas con fronteras ciudadanas de cemento. Y la piedra del cemento que se asienta ni se mueve ni consiente que se muevan las aceras las aceras que se alejan con su gente de la fuente de mi sano entendimiento.
Las aceras movedizas no pretenden encontrarse con mi falsa comprensión y alienadas, taciturnas, lastimadas, contumaces, me derrotan, me derriten, me disuelven como azúcar bajo lluvias invernales.
Y así entro a las iglesias sin permiso y las misas se disparan sin cesar y bendito aquél que llora sin consuelo y bendito aquél que grita sin aliento sin descanso, sin alivio, sin sosiego. Y bendito aquél que rumia su pesar.
Me dispongo a abrir la boca para hablar y una ostia me la calla dulcemente desde el cuerpo con la sangre del Mesías que en mi lengua se disuelve contingente. Alabado aquel que viene desde el Reino alabado el invitado a la reunión.
Y saliendo de los templos misteriosos en las calles todo vuelve a lo normal. El normal frenetismo cotidiano la normal apremiante agitación la normal ansiedad perturbadora la normal vertiginosa conmoción y el infarto a la vuelta de la esquina y el frecuente carcinoma de pulmón.
Las aceras que se alejan sin moverse llevan gente sin un rumbo definido y me siento, sin sentarme y sin sentirme, yo me siento afortunado al menos hoy.
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Poeta
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Fuego lenguas miles y brillantes desprendiendo fumaradas lenguas enrojecidas y ondulantes consumen sin piedad el combustible y el viento que resopla irreverente las alza, las eleva y las extiende.
Y un crepitar de dagas y cuchillos escúchase sonoro entre las llamas cortando con sus filos la estratósfera y el suelo ennegrecido y ceniciento.
El fuego que se eleva sin reparos consume con voraz impertinencia sin frenos, sin estorbos y sin trabas consume vida y muerte entre sus fauces.
Las lenguas multiplican su avidez famélicas se vuelcan y se enrollan en sendos torbellinos de energías que queman con ardiente alevosía.
No hay nada que detenga la fiereza de incendios convertidos en infiernos.
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Poeta
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El sufrimiento es arbitrario y contingente, Es azaroso, general y contundente. En la venganza puede ser muy complaciente hasta que toca a nuestra puerta sin piedad y nos demuestra que el perdón es la bondad.
El sufrimiento puede ser una enseñanza si es que queremos aprender a convivir o puede ser la depresión que nos alcanza y nos entierra en una fosa de apatías y de tristezas, de dolor, melancolías.
El sufrimiento puede sernos fiel maestro si es que aprendemos, corrigiendo los errores viviendo así, en el futuro días mejores, o puede sernos adicción y masoquismos si es que cedemos al placer de los abismos
No es necesario el sufrimiento en esta vida pero sí existe y nos abruma descortés desde la cuna y bien entrada la vejez Por eso pienso que debemos aceptarlo como al maestro que nos dona su enseñanza cuál medicina que aunque amarga, con confianza nos facilita comprender a nuestro hermano y nos inculca que el perdón y la piedad son basamentos del amor y la verdad.
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Poeta
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Estábamos mirando al horizonte a la espera de ese sol de fresca aurora que saliera de su negra madriguera a bañar nuestra querencia con su luz
Y era el mar con su oleaje repentino que ondulaba frente a nuestro fiel asombro era el mar nuestro cómplice y vecino que guardaba en secreto nuestro amor.
Las fragatas a lo lejos saludaban, las gaviotas que danzaban en el aire y una brisa matutina embriagadora ocultando nuestros besos de la gente.
¿Si me quieres? Preguntabas ¡Con mi vida! Respondía y tu rostro se encendía con sonrisas que iluminan como el faro a los navíos
Hoy recuerdos de pelágicos amores se desbordan de mi mente y mi memoria por la gracia de una vida costanera que te extraña como extraña la azucena al picaflor.
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Poeta
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Mar de amores en tus ojos de mirada trepidante mar de amores en tu boca de sabor inesperado y en la brisa va tu aliento con mi aliento enamorado como viajan las gaviotas en su viaje desafiante.
En la orilla del deseo nuestro amor es colindante con el beso de tus labios , ese beso algo salado. Y bañados por las olas, tu candor emocionado que me dona su ternura con un vuelco vinculante.
Mar de amores en la playa, tu silueta que se entrega mis temores me abandonan, y cercando tu cintura me sumerjo en tus auroras con pasión de juventud.
Mar de amores en orillas, y el instinto que se pliega al deseo arrebolado de fundirme a tu figura en un soplo de alegrías, de entusiasmo y gratitud.
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Poeta
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Las olas rompen el arrecife sin consideración, y las gaviotas siguen a los barcos, mar adentro. Y mientras tanto yo, aquí en la orilla, contemplo tu pelágica belleza sin pestañear. Si tuviera el valor de acercarme, de entregarte la ternura que desborda de mis poros, de decirte cuánto te amo... Pero guardo mi secreto, por temor a tempestades que causarían los rechazos, de tus pupilas altaneras. Las olas rompen el arrecife sin contemplaciones y tú, mi muda sirena, tú rompes mi corazón con tu indiferencia.
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Poeta
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Pensar en lo que se fue pensar en lo que regresa pensar en lo que no vuelve pensar en lo que se enfrenta.
Pensar en lo que se olvida pensar en lo que se observa y luego pensar en lo que se piensa queriendo dejar de pensar un momento.
Volverse brisa apacible que sopla sin ver hacia donde volverse arroyo o riachuelo que fluye sin rumbo ni norte. Dejarse llevar con confianza por sendas amables y tiernas seguros de avance y progreso con paz, y serena alegría.
Y pienso en lo que no pienso queriendo pensar en la nada.
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Poeta
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Cuando una pareja con hijos se separa no debe enemistarse. Los hijos sufrirán las consecuencias si el padre les habla mal de su madre si la madre habla pestes de su padre.
Los hijos serán presas del odio y del dolor y del más hondo resentir que da el rencor carcomiendo sus bondades inocentes destruyendo su tierna ingenuidad.
Cuando una pareja con hijos se separa es la sincera amistad, la convocada, aunque haya razones disgustosas aunque haya veneno entre las venas.
Es el perdón el que se hace necesario por el bien de los sarmientos que florecen para evitar que marchiten entre lágrimas por batallas en que no pueden concurrir ni deben tomar uno u otro bando.
¿De qué sirve hablarle mal a tu retoño de aquél que compartiera tu reposo? De qué sirve ensañar a tu criatura contra quien le haya dado vida cierta?
Amigos han de ser padre y madre amigos sinceros por demás dejando que las hieles del pasado diluyan sus toxinas para siempre.
Amigos por el bien de los pequeños amigos en las buenas y en las malas. que sientan los chiquillos de sus padres si no amor, cuando menos Amistad.
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Poeta
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Entre pájaras embarazadas y peces estratosféricos me pregunto por las razones de mi locura.
Demencia extraña también huraña Demencia arisca como ventisca que cierra párpados.
Entre cigüeñas cargando infantes y cocodrilos que lloran en el almuerzo yo me debato por mi presencia en escenarios de ingenuidad.
Y la verdad ya no sé si es que vienen los Reyes Magos o se van las carabelas a descubrir el sol poniente.
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Poeta
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