|
“Frondoso, fresco, grandote . . .”
Mi abuelo tuvo un jardín de flores, plantas, confín donde fue sobresaliente un árbol bien reluciente.
Uno fortachón, grandote, le llamábamos zapote me entretenía en admirarlo, jamás me atreví a treparlo.
Porque en su copa, por horas, se posaban las canoras y un condominio de nidos de ejemplares elegidos:
Las palomas, tortolitas, hasta un panal de abejitas como farol vi colgando, recuerdo al mismo zumbando.
Fuerte, refugio de insectos algunos mis predilectos, pero, también de alimañas, de alacranes y de arañas.
Lagartijas, caracoles, gusanos, azotadores, pinacates, tlaconetes, recibí algunos piquetes.
De columpios fue hospedaje en ramas, entre el follaje naturaleza esplendor en este ejemplar . . . Señor.
Inmenso como un gigante robusto, harto elegante, de linda verdosa fronda que daba preciosa sombra.
Y, en las tardes, al ocaso, a pájaros daba abrazo tras sus gorjeos de alegría barullos de fin del día.
Al pie de su tronco grueso de su encanto estuve preso, daba unos frutos hermosos carnosos blandos sabrosos.
Mi memoria se conmueve, “Conchito” nos hacía la nieve o el agua fresca muy rica, la nostalgia me salpica.
Tal añoranza ferviente ve esa silueta imponente que, con mágica prestancia, me maravilló la infancia.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 22 de mayo del 2022 Dedicado a mi divino abuelo “Conchito”, Don Gabriel Ramos Rivera (QEPD) . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“De cupido el primer guiño . . .”
Tiernos amores de niño blancos suaves cual armiño, cuando en el alma se anida el despertar a la vida.
Y el corazón se encariña de la maestra o la prima al sentir las mariposas en la panza candorosas.
Porque le crece la hormona la fresca ilusión aroma esa etapa de su infancia dejando tersa fragancia.
En la inocencia asombrada por la experiencia pasada tras la alborada de instintos muy humanos, tan sucintos.
Propios de la corta edad, para nada nimiedad ante el mágico momento en que brota el sentimiento.
Con el extraño escarceo e insólito devaneo del que, pues, no sabe nada, le subyuga y anonada.
El raro corporal sismo del umbral sexual abismo que amaga harto sublime y, ante el pudor, se reprime.
Previamente a pubertad preludios de mocedad con los sueños inefables libres tan incontrolables.
Que piensa son anormales pecados primaverales de conmociones sensibles cupidos incomprensibles.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 21 de marzo del 2022 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
mi destino es este grial de los misterios, caminos circundantes.
qué hacer, Sin libertad, no hay brújula que me guíe?
la inmensidad vagan suavemente por el aire, ¡Qué aliento! en el sonido armónico que invade mi intimidad.
la tarde transcurre serena, en el silencioso y puro guardián!
|
Poeta
|
|
“El hombre extinguió un manglar, ya pagará tal maldad.”
Fue santuario prodigioso era un bosque pantanoso mezcla de agua dulce río con de mar, sal de rocío.
Naturaleza de luto, ecocidio en lo absoluto por la muerte del manglar muy selvático ejemplar.
La humanidad impasible sin prever lo previsible como si nada ocurriera, cual si nada sucediera.
Los lotes puestos en venta, por supuesto, . . . fraudulenta, que la inversión, que el turismo, siempre salen con lo mismo.
Todo por un malecón del más corrupto bribón, ¡Dios bendito qué cinismo!, “uso del suelo”, “urbanismo”.
SEMARNAT en la vergüenza, FONATUR, que desvergüenza, interés por el dinero, ¿qué, el gobierno es usurero?
Que vendrá la gran derrama económica proclama, que la inversión extranjera, como siempre se exagera.
Que no hubo daño ambiental dijera algún tal por cual, “solo se impactó el ambiente”, creen que el humedal no siente.
Infinita es la tragedia ¿tal desastre quién remedia?, ¿a ecosistema quién ama?, ¿por natura quién reclama?
Manglar: árbol retorcido, cerebro humano: torcido; al caribe mexicano le ha pegado un mal insano.
Desmontada está la zona cual desierto de Arizona, flora, plantas humilladas, las arenas desoladas.
Se han perdido, así, el vergel y arboleda inmensa, fiel, por ambición de unos cuantos pasividad de otros tantos.
Los cocodrilos, iguanas, serpientes, aves hermanas, han perdido ya su entorno, devastación sin retorno.
Más de veintidós hectáreas ocaso de especies varias que quedaron a su suerte la más insensata muerte.
Garzas, crustáceos y peces, biodiversidad, reveses, la sabana sepultada ya no queda nada, . . . nada.
¿Quién protegerá las costas, bagres, moluscos, las ostras?, árboles de agua salada su carta ya estaba echada.
Muy triste está la marea, resignación, ¡qué tarea!, Quinta Roo pesadumbre, Cancún horror, podredumbre.
La tragedia del manglar el Manglar de Tajamar en el mar azul turquesa queda huella de esta queja.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, D. F., a 27 de enero del 2016 Reg. SEP Indautor No. 03-2016-070109301200-14
|
Poeta
|
|
“Tragedia de fauna y flora.”
¿Dónde están autoridades que, dentro de sus facultades, tienen misión inmanente de cuidar el medio ambiente?
¿Dónde están ecologistas, los gremios proteccionistas de la creación, de esta tierra, de lo poco que nos queda?
¿Dónde están ambientalistas, defensores altruistas del trópico, de la selva, de ecológica reserva?
¿Dónde están los de Greenpeace?, ¿qué no ven este desliz contra la naturaleza, que el ecocidio no cesa?
¿Dónde están los activistas, incluso los periodistas?, ¿dónde están seres humanos que del orbe son hermanos?
El proyecto del tren maya de López, pues, no desmaya, su construcción fiel avanza sobre rieles de gran tranza.
La maquinaria que opera a la biosfera lacera violando leyes, decretos, sin mostrar ningún respeto.
Al planeta, a nuestro mundo, con un cinismo profundo extinguiendo fauna, flora, la selva piedad . . . implora.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 20 de diciembre del 2018 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal.”
Los árboles sufren de pie por sus raíces asidas a la fe, enferman, lloran, fenecen, tan cruel suerte no merecen.
El más humilde follaje es víctima del ultraje, ¿quién resarcirá su orgullo, quién les dará verde arrullo?
Soy el alma de los bosques que, por culpa de unos torpes, “vegetan” con flora inerte o han encontrado la muerte.
Soy la entraña de los montes, de colinas, de horizontes, que han quedado desolados por algunos desalmados.
Soy la esencia de natura víctima de la incultura, de intereses de unos cuantos por los que padezco espantos.
Florestas de oyamel y pino ¿por qué tan brutal destino?, son taladas, son quemadas, en lugar de ser amadas.
Robles, caobas maderas, tropicales arboledas, de la vida son las vetas, hay que imponer serias vedas.
Contingencias ambientales, algunas monumentales, destruyen su ecosistema por imperio, por sistema.
¡A impedir que eso suceda, que su grandeza no muera!, son los pulmones del orbe, oxígeno que se absorbe.
Soy la conciencia de todos los seres humanos probos que, a toda ciencia y paciencia, cuidarán de la existencia.
De las frondas, de su fauna, dejando atrás todo trauma, remediando el ecocidio la sociedad en concilio.
Soy principio de justicia que a los pueblos acaricia, soy la condena del mundo que clama en lo más profundo:
“Talamontes infelices que no siguen directrices, incendiarios despiadados que del diablo son aliados.
Dejen en paz nuestros bosques, ya somos sus guardabosques, ¡muy pronto tendremos fiesta nuestro amor los reforesta!”
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Pátzcuaro, Michoacán, México, a 06 de junio del 2013 Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14 A la memoria de la Reserva Ecológica “Estribo Grande”, pulmón de la región de Pátzcuaro, devastada en un 90% (noventa por ciento), debido al incendio ocurrido los días 12 y 13 de abril del 2013
|
Poeta
|
|
“Gran amigo, . . . alma de seda.”
Vicente Gálvez Pineda mi negro santo, candela, hombre honesto, leal y franco, que viste de beige, de blanco.
Dueño del “Servicio Gálvez” o será, quizás, . . . ¿tal vez?, bromista, dicharachero, un maestro hojalatero.
Como patrón, ¡admirable!, como amigo, incomparable, pregúntenle a Don Carlitos, a Sergio, a Aarón, sus “cuatitos”.
Jaime Tatcher, digno afecto, su “brother”, su predilecto, “carnales” sin devaneos en Bélgica y Pirineos.
Vicente Gálvez Pineda ser de museo, pura entrega, se ha pasado año tras año sin hacerle a nadie daño.
Del dominó jugador, inteligente Señor amante de su Bacardí, al que siempre dice . . . sí.
Hoy, degusta whiskey caro, baila a gusto con descaro es amo asiduo del “Desván”, de “La Copa de Champagne”.
Del “Barba Azul”, “Balalaika”, de “La Hacienda de Jamaica”, del “San Luis”, de “La Burbuja”, en “El Berlín”, él, “embruja”.
Le va al Necaxa el buen tipo, toda la vida su equipo, recuerda a los once hermanos jugadores limpios, sanos.
A veces se echa su “choro”, mas, lo dice con decoro procurándonos el bien, el que le deseo también.
Mil surcos luce su cara dura, arrugada, marcada, aunque es de sonrisa noble, recio, fuerte, como un roble.
Por su excelencia, su edad se vuelve una nimiedad, reconozco al gran Vicente como el Padrino . . . decente.
Es el Rey de la Portales, ¡órale, tales por cuales! justiprecien las virtudes de un ser de otras latitudes.
Bendito sea mi Vicente cortés, presto, diligente, bendito sea mi Vicente, lo quiere toda la gente.
Prefiero a Gálvez Pineda que al oro, que a una moneda, pues es persona muy fina su amistad es una mina.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 07 de abril del 2018 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Junto a ti el ave reza . . .”
Estos versos van de entrada, el viento no le hace nada, tirolesa austriaca buena de Janitzio hasta Tecuena.
La fila se desespera aunque certidumbre impera, arnés, la polea segura, la vida . . . nos aseguran.
Mosquetón, el casco, guantes, junto al sol muy elegantes, breve viaje inolvidable, cable, acero inoxidable.
Fuerte, tenso, prolongado, volar, el sueño soñado, Pátzcuaro se magnifica tecnología comunica.
Isla Tecuena-Janitzio, cause, lago, precipicio, el agua se hace chiquita, ver las montañas cerquita.
Michoacano aquel anhelo de tocar, rascar el cielo, paseando junto a las nubes cuando a tirolesa subes.
Aviéntate nada pasa solo la emoción te abraza, adrenalina presente es lo que siente la gente.
Cosquillitas, muchas cosas, estómago, mariposas, vértigo de gran altura disfruta vista y natura.
Saluda al pato que pasa ecológico en su casa, con su precioso plumaje engalana, así, el paisaje.
Por este deporte extremo rápido, fugaz, ameno, feliz sonríes al bajar, presto . . . quieres regresar.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Islas Janitzio y Tecuena, Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México . . . Dedicado al Sr. Antonio Reyes Justo Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Por Dios que vales la pena . . .”
Eres muy dulce, Tecuena, como toda la “miel buena”, bendita seas, Tecuena, donde quise a mi morena.
Pareces un sombrerito que flotando está en el lago, figura de panquecito de las olas empalago.
Remando voy a tu encuentro quiero evitar la congoja en las aguas, ya, me adentro, visitarte se me antoja.
Las ondas en ti convergen, burbujeantes te oxigenan, espumas que se sumergen poco a poco se serenan.
Todos los peces te adoran, trucha, charal celestial, en lo profundo bien mora pescado blanco imperial.
Andan bogando las naves, altas montañas cercanas, al trinar, concierto de aves, el viento hace caravanas.
Sopla, silbando, resopla, cuatro puntos cardinales de norte a sur, como copla, lo envidian algunos mares.
De los volcanes provienes, a Pátzcuaro perteneces, p’urhépechas son tus genes isleños, . . . te los mereces.
Una cruz, allá, en la cima, al frente queda Janitzio, Yunuén, Pacanda, te estiman, el aprecio es beneficio.
Que las nubes se desgajen aguaceros bañen rostros, que las gotas siempre bajen Tecuenita es de nosotros.
Quisiera pisar el muelle tu farito me enternece, que este amor por ti se selle guía mi lancha que se mece.
Duraznos, chile perón, capulines, las guayabas, chayotes, verde limón, níspero, higueras, granadas.
Aguacates, verde lima, chirimoyas, fiel carrizo, en Michoacán, huerta fina, porque Dios así lo quiso.
Hoy, que tienes tirolesa que emerja la economía, demuéstrale tu grandeza al turismo día con día.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla Tecuena, Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, julio del 2014 Dedicado al Profesor, Federico Morales López Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
|
Poeta
|
|
“Lindo amor isleño, . . . acuático sueño.”
Zarpé de Janitzio, me sentí fenicio, bien acompañado iba ilusionado.
Recuerdo ese viaje, el lago, su oleaje, bogando hacia el norte yo le hacía la corte.
De frente, muy tiernas, tres Islas fraternas, romántico islote, uno que otro bote.
Al fondo Pacanda donde Dios te manda complacer la vista, natura es artista.
Hermoso el paisaje, en cielo celaje, hubo galanteos, besos, coqueteos.
Llegamos a muelles preciosos, . . . de reyes, pisamos terrenos fértiles isleños.
Seguimos vereda en huertos de seda, volaron minutos, probamos los frutos.
Las peras, los higos, fueron mis testigos, en Isla Tecuena ame a mi morena.
Luciendo su traje “guanengo” de encaje, me decía, entre plantas, te quiero, me encantas.
Oímos mil graznos, cortamos duraznos, granadas, las limas, con versos y rimas.
Haciendo promesas formales expresas, viendo hacia el futuro cristalino . . . puro.
Un par de gaviotas muy fieles, devotas, pensando en cupido trenzaban el nido.
Afines sus almas por las aguas calmas, mirando a Yunuén se amaban también.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Algún día . . . en las hermosas Islas del Lago de Pátzcuaro Reg. SEP Indautor No. 03-2011-041513462700-01
|
Poeta
|
|