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En noches como esta me entrego a tus recuerdos. Y con lágrimas en mis ojos y en el alma un tormento. Van y vienen los momentos, Como hojas caídas que vuelan detrás del viento. Despertando hermosos sentimientos que no volveré a vivir. Porque nadie me hará sentir, lo que provocabas en mí. Y aunque ya no estás aquí; a las estrellas les voy a decir.
Un poco de mi alma se quedaba en tu regazo, cuando con pasión me besabas y me acogías en tus brazos, y se unía nuestro amor en un fuerte lazo, y me abrigaba al calor, que afloraba de tu piel, y bebía de la miel del dulce sabor de tus besos.
Aquí estoy mi amor, hinchados mis ojos por tanto llorar, Recordando nuestro pasado, creyendo en la fantasía que al despertar… te encontraré a mi lado, Pero un triste y lejano lucero... me dice lo contrario.
Para saber de ti, he seguido tus huellas por la orilla del alba, y me besa la calma, cuando tu presencia se apodera de mí.
Se cobijan tus recuerdos en mis brazos, y un poquito de tu alma busco en mi regazo, y con luciérnagas de besos, se llenan mis ojos bajo este hermoso cielo azul y cual velo de tul, tan suaves como fueron tus manos, un lindo manto estrellado cubre a mi corazón, Para que no sienta dolor... ni llore tu partida.
Ya brota la claridad de la mañana. Un gorrión le canta a la inocencia del alba. Se siente mi alma de arenas blancas. Bañadas por aguas color turquesa. Me acaricia el silencio, se adormecen las horas, y tu recuerdo presente, ilumina mis sombras.
f.n.h.a.
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Poeta
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En estas palabras de despedida te pido, Me escuches por favor. Sé que fallé, los errores los cometí por amor Te quise envolver en mis sentimientos Sin darme cuenta que te ahogaba, Y hoy que no tengo nada de ti Todo es tristeza a mi alrededor. . Que triste es no tener un beso de bienvenida ni siquiera de despedida Hoy todo es hastío, es mañana sin amanecer. Es sol sin calor, es querer amar... y no tener a quien. Hoy, solo existen palabras de reproches, de ofensas. Certeras dagas que laceran mi corazón y mi alma dagas que cortan lo hermoso que hubo entre los dos. Y hoy la luz de tus ojos, alumbran un solo camino. En el no hay lugar para mi y como piedra de ese camino; detrás de ti quede
Y te alejas... mientras yo me rindo. Abandono esta inútil lucha, que nada bien me hace. ¿Qué adonde iré? Quizás a los pies del arco iris donde un día pensamos construir nuestro hogar Allí donde el cielo estrellado adorna el jardín y la fuente. Allí donde un rayo de luna, trazó un sendero para los dos. Allí donde el aroma de amapolas y de jazmín... me huelan a ti.
Y me sentaré en la orilla de la fuente que nos vio reír, que nos vio llorar y besarnos, Donde tantas veces nos ilusionamos con un mañana mejor. Y los pececillos de colores vendrán a mí para esconder mi llanto y ocultarán mis lágrimas con el brillo de su piel... y no estarás tú... Y mi casa se llamará... soledad.
f.n.h.a.
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Poeta
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Desde el cristal de mi alma
Hoy me siento inmensamente triste. Tras el velo, la luna, me acompaña en mi congoja. Se desliza el rocío desde el cristal de mi alma, que moja mis manos cuando intento ocultarla.
¿Por qué llora el sauce si no tiene motivos? Y se agitan los nidos, ante el viento sereno. Se deshojan las flores de mis pensamientos, que silente un lucero, ha sembrado en su campo.
Y un suspiro del alma se transforma en sollozo. Y el sollozo en el canto, de este triste momento. Lentamente la lluvia ha llegado a mi boca, y sin quererlo, la beso. Pues no puedo evitarlo.
Y el silencio perpetuo que en rumores me habla. En silbidos de viento, Me llama a la calma. Se acunan mis ojos en el fulgor de una estrella, mientras busco en el cielo, la causa de este llanto.
f.n.h.a.
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Poeta
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Tu ilusión se diluye en lágrimas, que me abandonan, igual que haz hecho tú...
Como una diosa, indiferente y pagana, azotas mis sueños con el vendabal de tu huida, los azotas y los arrastras, dejandolos abandonados a su suerte en medio de esta borrascosa soledad...
Y yo, inocente y confuso mortal, sacrifico tu olvido en mi recuerdo y me dedico humildemente a adorarte, entregándote como ofrenda cada noche mi inutil y gastada tristeza, que vive llorando el vacío de lo que no volverá...
Juan Leandro Alzugaray
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Poeta
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A MÃO QUE MACHUCA A ROSA
Mão direita, indefesa, cheia de tristeza Mão que afaga, hipócrita, escassa Mão carente, persistente, displicente Mão de súplica, estúpida, que machuca Mão pequena, quebrantada, que envenena Mão apática, cansada, sádica Mão solitária, perversa, ordinária Mão que planta, destrói, mão que arranca Mão que trai, sem amor, dói de mais Mão honesta, rude, que detesta Mão sem jeito, absurda, sem direito Mão marruda, violenta, que derruba Mão amiga, de intriga, mão que briga Mão amável, detestável, vulnerável Mão que escora, sobre o rosto, mão que chora Mão que assola, que consola, desconforta Mão que assusta, sem carinho, mão astuta Mão que arde, sem saudade, mão covarde Mão direita, sedenta, imperfeita Mão dolorosa, assombrosa, Mão que machuca a rosa.
Existe um buraco em minha alma Para mim é adeus, pra você é saudade... Por quem o sino vai tocar.
A poesia mais triste de minha vida. Pelo autor Marcelo Henrique Zacarelli Outubro de 2001 no dia 05
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Poeta
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Mi corazón para tí tiene una queja,
Pues quien ama nunca deja...
Será por ello que mi alma no perdona,
pues quien ama nunca abandona...
Juan Leandro Alzugaray
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Poeta
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