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Cuanta nieve de tu alma, se ha escapado Por tragos de la vida que has bebido Borracheras de tiempos que se han ido Señales en tu cuerpo te han quedado
Ya no eres aquel niño rebozado Que caricias, de tu madre has tenido Silencio son tus noches sin sentido De penumbra, de aquel mundo olvidado
Cuántas vidas en tu juego has ganado Sin embargo, no tienes lo querido Solo muecas de dolor, han teñido
De colores muy oscuros tu gemido Ya no eres aquel niño rebozado Solo eres, un anciano desterrado
por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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EMULACIÓN EMPÍREA (Latín-español)
CITO RUMPES ARCUM, SEMPER SI TENSUM HABUERIS ¡Ay, dolor!. De una pira tu roja túnica yace, del viento al insensible soplo estrofa, de compasión movido el sumergido rostro. ¡Oh, fantasma!. El milagro ensancha manchas, con la irremediable herida tensa frágil, devorando tensa, flecha y arcos desprendidos.
CLAUSIS THESAURIS INCUBAT La claridad recoge su postrer dulzura, de súbito formada en indignación descarga. La consciencia pierde consistencia blanda, perdiendo la razón, sus parientes eslabones, al verter en las ruinas perlas argentadas. De las cañas registros graves. ¡Sal y azúcar!.
CLAUSAE SUNT AURES OBSTREPENTE IRA Los siglos dúos con evidente espanto, las campanadas sublimes punzan ácidas, leyendo cataratas en la penumbra hostil. Y arde opacando al camino infiernos, entre el ramaje umbrío prófugo fuego. ¡La puerta salvaje en desnudez pagana!.
COLUBRA RESTEM NON PARIT Las estrellas del bárbaro secan nieve láctea, con bondad florida pétalo pretérito abrojo. Espinas en la intimidad del espejo. ¡Siempre!. Los vidrios cuentan su escalofrío. ¡Siempre!. El néctar yerto fragante humea. ¡Siempre!. Con malignidad la fiebre propagan. ¡Siempre!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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No ha lugar André Bretón Francia 1896-1966 Esta es versión de Manuel Álvarez Ortega
No ha lugar
Arte de los días arte de las noches La balanza de las heridas que se llama Perdona Balanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaro Cuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacías Empujan sus carros de vapor sobre los prados Veo esa balanza sin cesar enloquecida Veo el ibis de bellos modales Que regresa del estanque atado en mi corazón Las ruedas del sueño encantan a los espléndidos carriles Que se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidos Y el asombro salta de aquí para allá sobre el mar Ve mi querida aurora no olvides nada de mi vida Toma estas rosas que trepan en el pozo de los espejos Toma los latidos de todas las pestañas Toma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetas y de las gotas de agua Arte de los días arte de las noches Estoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terror Fuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen a intervalos regulares Semejantes a las lluvias que amaba Cuando hacía tan buen tiempo «La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayer Está escrito sobre la portada blanca con letras más pálidas Pero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristales Son demasiado hermosas para tener miedo Aquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebas Nunca el cielo siempre el silencio Nunca La libertad sino por la libertad
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Poeta
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FANTÁSTICAMENTE
Aquí la luna teje un lago en las cuerdas del aire que al volcán escucha el bosque desacorde.
Allá una estrella sueña en las mariposas miel que al halcón acaricia siendo nieve tibia.
¡Qué grandeza de gota!. Abriga la humedad inmensa ¡Qué baja al sol sin quemarse! Asombrando la luz inmóvil.
Y en el fondo los cristales. Brotan, brotan una noche, al cielo reverdeciendo, multicolor fantasía.
Aquí allá. La grandeza cabe en una gota. Luna cuerdas volcán bosque. ¡Si solo hay fantasía!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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OP EEN BRUG... EN UN PUENTE...
El alma de la noche duerme. En las señales de humo de los sueños. De ziel van nacht slapen. In tekenen van rook van dromen. De koude zon op de heuvel. Verse sneeuw in de hoop. Del sol frío en la colina. De la nieve dulce con la esperanza.
En un puente... Op een brug...
En el fuego de la memoria. Más allá de la ceniza. In het vuur van het geheugen. Afgezien van de as. Afgezien van de sterren. Afgezien van de horloges. Más allá de las estrellas. Más allá de los relojes.
En un puente... Op een brug...
Una noche tibia. El agua. La sed. El viento. Een warme nacht. Het water. Dorst. De wind. Ze lopen en rust in de schaduw. Van de tijd. Onder de huid. Caminan y reposan en la sombra. Del tiempo. Bajo la piel.
En un puente... Op een brug...
En el aliento de arcilla. Campanas. Hojas. En la espiral de la vida. In de adem van klei. Campagnes. Bladeren. De spiraal van het leven. De pijl van de dood. De ziel is uitgebracht op een brug. En la flecha de la muerte. En un puente el alma se libera.
Autor : JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
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Poeta
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AMADA DISCREPANCIA
Este ha dejado de ser mi tiempo en la piel que arruga cada piedra con el aire marchito por la nieve madura la tarde por la yerba del clima seco por la uva apagada, enrojecida, al último, resplandor, afligido, del sol perdido.
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Vestiré al camino con caballos de terciopelo en la montaña del verano y mesas entre las cajas del invierno corriendo por las venas del último otoño llorando fuego, su vieja fuente de primavera de la muerte el horizonte acariciando los dientes de una nube triste.
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Así la soledad se viste con luceros de la miel fundida entre las nieves con el metal de alegres mariposas en las frágiles palabras anudadas al ímpetu colgado en las paredes semillas del agua turbia ruines con abismos insaciables grises.
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Serena la noche alza el viento de un lamento amargas desventuras enguantadas en honda sacudida el coro resucita esa voz lejana de la piedra donde muere el tiempo en el hórrido caminar de los relojes al margen del péndulo doliente desencanta la ilusión al desflorarse el herido arroyo por la penumbra.
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¡Rinde, alma, el silencio del remanso con la turbia voz del llanto saeta fina del corazón breve golondrina esquiva la bruma del éxtasis cansado!.
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Más pesado que una noche en vela, viéndole al perfume su silencio, en el espejo de las olas descendiendo, por la pulpa de la espuma del encino, y los pétalos danzando en esos peces, iluminando la columna vigorosa, que gotea, amada, que gotea amada... ¡Discrepancia!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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CULTIVA LA CAUTELA
Si el ensueño venturoso devanea. Y el corazón gime de amargura. Por desprender al cielo una estrella. Que nada dice de la noche. No escribas con su eco. No arranques la soledad nacida. No pierdas sus dulces nieves. Mucho verano mata el invierno. Si al fondo obscuro lo confunde. Que la espina espigue sus espumas.
Si la turbada vista alcanza. Dales vivo ejemplo y viejos nombres. Más sublimes prodigiosos y frugales. Con la férvida corriente en remolinos. Entra ardiente en la sonrisa. La magnánima natura fúlgido lucero. La pureza de la aurora derramando. Hoy solícita con dulces dones. Si el amor está en la sacra esfera. Con los brazos de la mañana calma.
Si el noble rostro asoma. Hoy que miedo causa el pasado. Al verle escaleras al tropel silencio. Y el severo semblante muda. Cuídate muerte afable absorto. El torrente asorda cualquier iris. Y la inspiración agita la mano impía. De abandonos y abusos que crecen. Si el ancla la nave desdeña. Y agreste teje su destino. La cautela cultiva.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Nieve en el campo…
Blanca Como un caramelo dulce Que sabe a licor banana, Como un “te quiero patata”. Nieve sobre el verde, Blanca como paloma blanca Y que tú la amas. Blanco en el campo mío, Sin que sus ramas de arena Me quemen la vista Al contemplarla. Nieve en el campo del alma Y árboles frutales, Todos blancos, Con sus troncos color pino. Blanco del alma Que dice: “Nieve en el campo azucarado, Que no engaña”. Mensaje mío de esperanza, Que no sé si sabré comunicar A tiempo… Nieve en el campo amargo Que vuela como flores Caídas del cielo Y mi pensamiento Que yace aún, Lejano.
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Poeta
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Desequilibrio Astronómico
El cielo se levantó recto al dormirse. El aroma del recuerdo de la nieve. En los brazos fuertes de una nube. La voz del viento tejía la tarde. Con el rostro hecho de lunas. Con la piel del tiempo. Relámpago. Llegada. Fruta. Sentimiento. Palabra. Ramas. Sueños. Anhelos. Dolores.
¡De sol a sol!.
Con la sombra descansando bajo un árbol. El gris se pone su traje amarillo. Pálido. El fuego se viste de verde. Inquieto. Por el pasado sangriento. Oculto. Decorado con aplausos y sonrisas. Negociando el olvido con balas. Con el engaño comprado. Del volcán indefenso.
¡Entre la nieve tibia!.
De la cosecha abundante de los huecos. El cielo perdió la razón. Y solo rojas fueron sus venas. Y rectas las peores curvas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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SONETO ACRÓSTICO Autor : Antonio Bastidas. ( Ecuatoriano ).
A DOÑA TOMASA VERA, ESPOSA QUE FUE DE DON JUAN BORJA, GOBERNADOR DE POPAYAN, Y A SU TEMPRANA MUERTE, QUE LE EXPRESA ESTE ANAGRAMA DE SU NOMBRE; NACE Y MUERE ROSA; Y PUBLICAN LAS PRIMERAS LETRAS DE ESTE.
S O N E T O
N o rompe aún el botóm, cuando desvela A la atención la rosa, y la aprisiona C on nieve, que aun oculta no blasona, E n la grana, que aún vírgen encarcela.
Y quien aún tierna triunfa, en vano anhela M ayor trofeo, en púrpura y corona, V ano, si del vergel bella Amazona, E n flechas de oro al vencimiento vela.
R inde en fin, mas al punto que avasalla, E n su oriente ¡ay dolor! su muerte halla, R uina del sol, envidia de su lumbre;
O y, pues, Doña Tomasa, de su cumbre (H) S e ufana flor. Mas ¡ay! que, lastimosa, A l vivir nace y muere como rosa.
Antonio Bastidas ( Ecuatoriano ).
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