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“En la Barranca del Cupatitzio, . . . Dios, agua, vida, origen, dulce inicio.”
Meseta encumbrada, Dios así lo quiso, paraje del cielo, edén, mi paraíso, botón michoacano, la región más tierna, Uruapan bonito, primavera eterna.
Jícara esmaltada, ¡Río del Cupatitzio!, barranca, hondonada, al fin precipicio, que bello tan lindo Parque Nacional, purépecha sacra ecología cultural.
El bosque, sus plantas, ¡cosa más hermosa! olor de la tierra fresca “charandosa”, árboles, follajes, joyas inmanentes, el agua, las piedras, remansos, afluentes.
Un canal en calma rocío del candor, la compuerta se abre torrente de amor, cascadas que rompen frágiles cristales formando las ondas en los manantiales.
“Cola de Caballo”, venga “La Alegría”, “Catalina” riega su alma todo el día, “Copa de Oro”, “El Puente” de salto elegante, natura se muestra feliz y arrogante.
Líquido sonido, golpe de poder, que nos arrullan oído con tanto caer, correr, ¡“El Gólgota”, “Yerbabuena”, “Gandarillas”, toquen al son de tonadas, tonadillas!
Por el río que canta denme un si bemol color de “Arco Iris”, fiel espectro del sol, las truchas se bañan al compás de claves, bailan las ardillas, se entonan las aves.
Encinos y pinos, ramas bullangueras, plátano con hueso, sedosas verdes higueras, blanco carbonato tomo “cebadina” rica, efervescente, garganta se afina.
Fuente “Los Espejos” que un venero emana, cuento los chorritos que “Eréndira” hermana, Mural de Mapeco húmedo y silente arte de un artista que admira la gente.
Burbujeante pila es la “Del Tornillo” que hace las delicias de todo chiquillo, es “Janintzitzic” tersa “flor de lluvia”, repicar de gotas la nube . . . diluvia.
Su “Velo de Novia” escurre y salpica el cauce, el caudal ya se magnifica, “Cola Pavo Real” de plumas muy finas, fluidos transparentes parecen cortinas.
Senderos sinuosos que están bien trazados, kioscos, escalones, chulos empedrados, calzadas “De Sapos, “De la Media Luna”, puente “Del Recuerdo” del cariño es cuna.
Vengan visitantes, “Los Recién Casados” que se quieran mucho “Los Enamorados”, cuidar medio ambiente es imperativo que luzca, que brote, su ser reflexivo.
“Camelinas” finas, flores bugambilias, un paseo precioso para las familias, bendición de un Fraile su fe sangre que arde, “Rodilla del Diablo” que se fue cobarde.
Allá, en lo más hondo, en el confín profundo arriesgando todo conquistando el mundo, se va el clavadista tras de la moneda exponiendo vida borbollón lo enreda.
¡Qué baile, qué dance, mi “Juaquiniquil”!, musical su brisa de copa gentil, es culta la guía del hombre maduro, prepárate niño es tuyo el futuro.
Jabonosa espuma, “Cutzi” solo hay una tan blanca brillosa como la fortuna, veo las espirales de los remolinos siento el fresco viento . . . de nuestros destinos.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Uruapan, Michoacán, México, a 16 de noviembre del 2012 Dedicado al mejor guía, Jesús Reyes Rodríguez Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
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Poeta
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“Eterno, sagrado lago, de la vida un empalago . . .”
Parque Nacional de cepa de eso ni duda quepa, lo conforman diez hectáreas con flora y especies varias.
Tangancícuaro orgulloso por recinto tan hermoso donde natura se fragua, Camécuaro, espejo de agua.
“Lugar del baño” bendito michoacano rinconcito, “sitio de amargura oculta”, la creación es cosa culta.
Cupátziro, Junguarán, sus riberas regarán dos preciosos manantiales líquidos intestinales.
Lago que refleja el cielo, nubes que conforman velo por las que se filtra el aire purificador donaire.
De “ahuehuetes” centenarios de oxígenos necesarios, templo de la ecología santuario del alma mía.
Que ostenta raíces sanas enlazadas como hermanas de claro color café, del renacer . . . de la fe.
Subacuática esa vida, justa lacustre medida de la humanidad un lema: “el bosque es ecosistema”.
De ocotes, madroños, fresnos, viejos, maduros, muy tiernos, conífera, ocal, encinos, con pájaros, cantos, trinos.
Hojas, ramas, los follajes, lucen sus vistosos trajes verdosos sobre el cristal del remanso celestial.
Estanque cual bautisterio, pila, jícara, misterio, paraje de ángeles, hadas, de criaturas bien amadas.
Ranas, cangrejos y peces, patos que graznan mil veces, chapulines en concierto, mariposas vuelo abierto.
Un joven tierno sabino precioso ejemplar divino, yo le llamo “Sabinito”, crecerá hasta el infinito.
Primero Dios con cuidados de guardabosques soñados, de gente bien educada, ¡no, a la ignorancia malvada!
Cantarito de agua miel del maguey producto fiel, abejas revoloteando, ¡Camécuaro, amor reinando!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 1º de noviembre del 2017 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“De Lara, . . . el más musical.”
Tlacotalpan se engalana, nubes blancas lleva el viento, el trópico luce hermoso esperando magno evento.
En el río, las mariposas acompañan a Agustín, baten alas cariñosas previo al musical festín.
Unas garzas bien bonitas ejecutan tersas claves, los grillos tocan marimba, pasan trinando las aves.
La brisa parece lira, maracas el agua clara, tañe el arpa verde iguana, ¡es la Orquesta de mí Lara!
Se menean las palmeras al compás de lindo son, por la música embriagadas quieren bailar un danzón.
Entre tanto, allá, en el cielo se mira al sol aún dispuesto, está pidiendo un bambuco que es del gusto del Maestro.
Ya despuntando la noche una estrella resplandece, le sigue el ritmo al Jarocho que, cantando, le agradece.
Tierno enjambre de cocuyos, con cadencioso decoro melodioso asaz cintila, le hace coro al Flaco de Oro.
Aparece, ya, la luna preciosa en cuarto menguante, invitada a dicha fiesta llegó muy de pipa y guante.
En el lugar se comenta que los dos son elegantes, que Agustín mucho la adora, la luna y él . . . ¡son amantes!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Tlacotalpan, Veracruz, México, un 30 de octubre . . . Dedicado a Don José Luis Morán Bautista, adorador del Maestro Lara . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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“El prócer Morelos murió sin recelos.”
Magnífico monumento te digo mi sentimiento, cuarenta metros de altura, de Morelos tu estatura.
Escultura colosal, coloso sensacional, toneladas de grandeza nos dan fe de la entereza.
Estatua que imagen guarda, que al mestizaje resguarda, de sobrio estilo art decó que el sol cautín resecó.
A los mil quinientos bloques el clima ha dado estoques, bizarra cantera rosa ha triunfado glamorosa.
Digna cuadrícula blanca grata de conciencia franca; pulcra efigie nos asombra, el árbol no te hace sombra.
Que estructura original, las venas son de metal, fibras de hormigón, de alambre, tejidas como el estambre.
Desde Pátzcuaro te veo y, presto, acercarme deseo, el lago rinde homenaje con lo bello del oleaje.
Tu aposento hermosa Isla, por ella siempre legisla Morelos noble patricio, vigilante de Janitzio.
Tienes la mirada altiva, virtual vista fugitiva, que apunta rumbo al oriente hacia horizonte naciente.
Saludas devoto al cielo, largo como rascacielos fuerte, recio, cual granito, alto puño al infinito.
Su hueco es un mirador que nos acerca al Señor, se domina así la cuenca y al ave que ahí se acerca.
En cabeza, el paliacate del villano es acicate, la túnica que te cubre es la coraza del pobre.
La justicia a ti te honra por eso es que se te nombra fiel Siervo de la Nación, te brindo mi corazón.
Fue recta tu trayectoria, espada de la victoria que empuñas con mano izquierda, que este país no se pierda.
No desenvaines el arma, que brille al filo del alma con valor y patriotismo la gloria de tu heroísmo.
Siempre has sido rey de reyes, en el regazo las leyes también un sacro rosario, Dios te hizo el escapulario.
Tu figura acampanada me recuerda una alborada, sonidos de libertad de un pueblo mayor de edad.
La base piramidal nos transporta a algo ancestral, esa hermandad de los hombres dignos, como tú, . . . enormes.
¿Recuerdas Valladolid? fue tu cuna de adalid, haber nacido en Morelia diciendo no a la miseria.
Michoacán ¿la paz extrañas?, ¡ay, “Niño” de las entrañas dispara balas de salva!, que aparezca pronto el alba.
Escaleras de espiral, venciste, así, al cruel rival con arrestos de insurgente, me postro ante ti . . . doliente.
Murales en intestino proyectan triunfal destino, no repitamos la guerra sembremos con bien la tierra.
Libro abierto, Carta Magna ¡mi México se desangra!, Cura Morelos bendito venid que te necesito.
A esta Plaza, fino atrio, ¡ondea lábaro patrio! hacen falta tus principios olvidemos los prejuicios.
Hagámoslo con gran valor, retomemos sin temor “Sentimientos de la Nación”, mas, con mucha devoción.
Si la impunidad escala, si la maldad no se acaba, si la violencia no ceja, poner fin al vil Calleja.
Por la espalda, ventanales, tú sí entraste a los anales de la historia universal, columna, espina dorsal.
Cañones de artillería muy prestos con gallardía, llamados León y Leona, hacen guardia en tu casona.
Comprendan propios y extraños, suplico no causen daños fuera y dentro del recinto ¡respeto al caudillo extinto!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla de Janitzio, Pátzcuaro, Michoacán, 18 de abril del 2011 Reg. SEP Indautor No. 03-2011-041513462700-01 (Versión corregida . . .)
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Poeta
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“Pareces media naranja posada sobre sus gajos, seguiré la acuosa franja para estar entre tus brazos.”
La diestra en lo alto, a tu gloria exalto, el puño en el cielo buscando un anhelo.
Isla de Janitzio de la paz resquicio, cabello de elote el lago tu escote.
Lugar de unos cuantos, algunos muy santos de sangre lacustre, territorio ilustre.
De Pátzcuaro orgullo, Michoacán es tuyo, México y el mundo te siguen el rumbo.
Desde un principio, de ti ha sido el sitio del turismo, bastión, en la linda región.
Por las nubes, patos que vuelan muy gratos me dan bienvenida hasta mi partida.
Estás en la mente de toda la gente, Jarácuaro, Urandén, amores van sin desdén.
Ahí, en la Tecuena, quise a mi morena, por Yunuen, Pacanda, la virgen lo manda.
Acuático lirio vencer con delirio, lograr terso anzuelo para el desconsuelo.
Mariposas redes quedo a sus mercedes, mi enamoramiento hasta el firmamento.
La barca se mece, el verte enternece, en el frente el faro y un lecho preclaro.
Las boyas me guían, pues en mí confían, hacia vida aislada por agua rodeada.
Que hermoso amaneces, la corte de peces con suave candor se forma en tu honor.
En el Monumento de Morelos tiento paz, la libertad, vientos de lealtad.
Janitzio y montañas canto a sus hazañas, bóveda celeste firmamento agreste.
De plata es la luna con figura de uña que, como ninguna, tu destino acuña.
En comercio, pesca, gente pintoresca amable, agradable, ¡qué su casta hable!
P’urhépecha idioma que el oído aroma, lengua cantarina que la voz afina.
Son blancas tus casas, algunas grisáceas, rojizas de tejas, focos candilejas.
Del buen visitante cariño al instante, lindos rinconcitos, oleajes bonitos.
De alma reposada tan cordial posada, pasión desmedida sin cruel despedida.
Bonitas las fiestas con baile y orquestas, comer, ni se diga, ¡qué Dios te bendiga!
Tristes días de muertos las tumbas son huertos, laten corazones huellas de emociones.
Aquí, en mi pensamiento, con fervor ya siento la ilusión de ver a Dios antes de decir . . . ¡adiós!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Isla de Janitzio, Michoacán, 02 de noviembre del 2010 Reg. SEP Indautor No. 03-2011-041513462700-01 (Versión corregida . . .)
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“Cuando la zona era virgen . . .”
En cada gota del lago hay historia, hay empalago, leyenda, recuerdos vivos, ensueños, sendos motivos:
Sucedió hace mucho tiempo entre soplidos del viento, Curicaveri, testigo de todo esto que les digo.
En épocas harto remotas en las áreas más ignotas de la extensión michoacana, en su época temprana.
Cuando era imberbe natura y p’urhépecha cultura todavía no florecía, cuando existencia nacía.
En lo que fuera un buen valle, para dar mayor detalle de floreciente belleza, fértil, donde la entereza.
De primeros habitantes sedentarios muy pujantes los llevaba a ser felices germinando en sus raíces.
Fue un día en que, entrada la tarde, “la cosa se puso que arde” porque Eolo huracanado bufó a “pulmón desatado”.
Sobre de los cuatro puntos cardinales con barruntos de que algo iba a suceder, de inminente acontecer.
Cabe mencionar, por cierto, el miedo, el desconcierto, que las ráfagas primeras inusuales, duraderas.
Causaron entre la gente que, ante el peligro latente, se espantó y despavorida huyó como en estampida.
Junto con los animales, a ciertos aledaños lares implorando, al fin, clemencia a los dioses su indulgencia.
Magia, presagio de abrojo, el cielo pintó de rojo desprendiéndose gran masa ardiente, roca argamasa.
La cual, con terrible estruendo, el de un bólido tremendo, pegó de forma muy fiera entre sembradíos, en tierra.
Siguió al duro cataclismo, terremoto, intenso sismo, que hizo tambalear los montes, las colinas y horizontes.
Ese lugar, hoy tan sagrado después fue bien bautizado, como preludio de dicha, con las voces “Huecoricha”.
“Huecorencha”, también “Huecorio”, “lugar de la caída”, exordio de formación de arroyuelos, de veneros en los suelos.
Abiertos desde su entraña, líquida, divina hazaña de “ojos de agua” cristalina dulce, prodigiosa mina.
Que conformaron el Lago de Pátzcuaro, tierno halago, que a la región dio más vida después de la tal caída.
Aliviando, al fin, el trauma, pues, reforzó flora y fauna, con tul, zacate, chuspata, vegetación toda grata.
Humedales, peces, lustre de este sitio tan ilustre, endémicos del caudal thirus, acúmara, charal.
Urápiti, chehua, achoque, todos milagroso brote para bien del ser humano desde entonces fiel hermano.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Huecorio, Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 24 de octubre de 2020 Dedicado al Maestro Melchor Ramos Montes de Oca (QEPD) Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Rescatemos juntos nuestro bello Lago de Pátzcuaro orgullo, emblema sentido, pues triste se encuentra también muy herido, le debemos mucho démosle buen pago.
No llega la lluvia hay grave rezago, a seres humanos fiel salvaguarda pido de flora, de fauna, leal amigo ha sido, concretar proyectos en momento aciago.
Más reforestemos, limpiemos el cauce, que apoye la ciencia actos de consciencia combatiendo el lirio, natura se encause.
A la Virgencita pidamos clemencia, que infausta tragedia al menos se pause para hijos y nietos sería buena herencia.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 20 de octubre del 2020 Dedicado al C. Ing. Mariano Diaz Delgado, por sus esfuerzos para rescatar el Lago de Pátzcuaro . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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“En el altiplano es rey . . .”
Hay que gritarlo profundo, mi México lo dio al mundo, en náhuatl, metl se llama, es de agaváceas leal rama.
Por tierras altas y secas sus energéticas vetas, feraces fincas de vida, brota el maguey con medida.
En una fila formado airoso, presto, educado, este “cardo” suculento que crece terco, irredento.
Justo en los surcos del campo mostrando un hermoso encanto, va plantado “a pie de gallo”, “encadenado” sin fallo.
En “maxacle”, linda hilera, “metepán” o “mecalera”, se gana su espacio a ley con majestad como rey.
Escamoles, chinicuiles, presurosos muy gentiles, se arrodillan ante sus pies, súbditos en suelo y mies.
Las pencas verdes se yerguen, en lontananza se pierden, rasgan el cielo los picos, nubes blancas son cobijos.
Maduro de buen crecer en el centro de su ser guarda la piña sagrada por natura consagrada.
Su guardián el jimador, “tlachiquero” catador del néctar rico aguamiel, máximo orgullo de Mayahuel.
Que brinda el pulque bendito, beberlo, yo, necesito en un “tornillo”, una “xoma”, la felicidad asoma.
Sus hojas fuertes carnosas son forraje y otras cosas, con las fibras más textiles se elaboran los “huipiles”.
Cactlis del mejor estilo, mantas, costales, buen hilo, cuerdas, agujas, punzones, material pa’ construcciones.
Amate, papel pergamino, los Códices Mendocino, Matrícula de Tributos, nos narran sus atributos.
En rituales, sacrificios, hay muchos datos, indicios, describiéndolas grandiosas curativas, poderosas.
Registran sendos anales portentos medicinales contra la tuberculosis, el reumatismo, fiel dosis.
De jugo con miel, melaza, bien preparado en la casa jarabe, alcohol y vinagre, que tal planta se consagre.
Moctezuma, sus jardines, parcelas, otros confines, adornaba con magueyes por ser símbolo de reyes.
Que la cultura se inculque, el maguey no solo es pulque, pues, tiene mil propiedades grandiosas, no nimiedades.
Que la historia, al fin, persista, fue factor en la conquista de México por España, es “pita” de mil hazañas.
Testigo del mestizaje adorna, chulo, el paisaje con púas, penas, sin desliz vio cambiar nuestro país.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda. Ciudad de México, a 12 de octubre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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“La extrañamos, la soñamos . . .”
Toronjita . . . falleció se fue al cielo de las ranas, en un charquito flotante ya trova por las mañanas.
Con una orquesta de grillos y un coro de cochinillas afina bien su garganta tarareando tonadillas.
Ha puesto lindo nidito en la nube algodonada, no comerá ni un mosquito tendrá la panza delgada.
La Ranita Toronjita canta, canta, sin parar, canta tangos, sus boleros, con un refinado croar.
Le acompaña fiel mariachi al son de rancheras bellas, con tal dieta entona más melodías a las estrellas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 02 de octubre del 2018 Dedicado a mi Chalita, ¡te amo a ti! . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Mi papi se la encontró en una selva preciosa, la vio linda, muy bonita, delicada mascotita.
A mí me la regaló, me la dio en una cajita, estaba tan pequeñita que ternura me causó.
Yo, le puse Toronjita por gordita, jugosita, me parece una cosita de las que manda Diosito.
Sus ojitos son saltones, tiene las patitas largas, luce diversas manchitas que son oscuras, negritas.
Mueve, mueve, su garganta, pues se la pasa comiendo, solo estira esa lengüita alcanzando el alimento.
La Ranita Toronjita come, come, sin parar, come grillos, cochinillas y no deja de engordar.
Le voy a echar su guayaba pa’ que se le hagan mosquitos, pobrecitos, tan chiquitos, también los va a devorar.
Por las mañanas, le gusta que le dé el sol un poquito, regresando a su nidito que entre las aguas está.
En la cuevita de lodo permanece muy tranquila, ahí está bien quietecita saliendo solo a cazar.
¡Ay, Ranita Toronjita!, no te quiero regordeta, me encantas en miniatura, quisiera verte flaquita.
Si tú sigues de glotona no vas a caber en casa y, pronto, vas a aprender que la vida . . . no es comer.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 02 de octubre del 2006 Dedicado a mi Chalita, ¡te amo a ti! Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14
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