Poemas :  ¿Dónde la ola que me ha de llevar?©
¿Dónde la ola que me ha de llevar?©
En ese oscuro mar pintado
por reflejos de nostalgias
donde poso la mano
que ni siente ni acaricia,
donde la mirada se pierde
engañada por una ola que no llega,
y donde una gaviota, como huyendo,
va dejando la paz estremecida.

En ese mar de llantos
otrora espejo de eternas promesas
bendecidas por el amor
derramado frente a él;
donde un marinero mira
con ojos cerrados viendo
la mar que fue,
esa donde siempre quiso estar.

A este mar cerrado
que ha perdido su horizonte,
al que la brisa ya no acompaña
y el azul, acunado por Morfeo,
a olvidado salir abrazado a su mañana;
a este mar cerrado vestido de eternidad
y que ya no escucha,
pregunto desde el lodazal de la miseria…
¿Dónde la ola que me ha de llevar?

©Jpellicer2013
Poeta

Cuentos :  El Relojero Fantasma
EL RELOJERO FANTASMA

Cada mañana regresaba cargando el futuro
demasiado tarde para contarlo en el pasado
antes qué ahora, dónde ni siquiera un valeroso
reloj se hubiese aventurado atravesando las
dimensiones del instante, parte a parte,
sin romper el aislamiento qué callaba gris e
impresionado pudiendo permanecer así mucho
más qué indefinidamente desmesurado.

El mar se agitaba inerte al apuntar el alba
cuándo el viento aconsejó suavemente la
rebelión de las olas del mismo verde rígido
y frío sin encontrar ni la menor huella de la
sal desordenada en sus latidos en la playa
tosca y bárbara dónde pasó el último invierno
el sol sin decir nada de la tarde en un coro
mecánico incapaz de hacerle mal a nadie.

Según dicen que eso hubiera sido un cuento
de nunca acabar, pero la cosa es que decidió
irse al extenderse en el espectro brillante de
la piel del aire, y desde entonces no se acerca
de improviso dónde es imposible detener las
gotas del relámpago en la cama obscura que
suele llegar al dejar las cosas deslizarse por
el abismo unos cuantos pasos en la eclosión
qué se avecina incendiando tenuemente la
noche menos dura con la puerta de la blanca
habitación qué se abre más allá de la pequeña
esquina de los volcanes. Entre trasgo y quimera
midiendo al tiempo entusiasta celosa aparición.

Cabalgando unas inquietas nubes llegaban,
y le traían el mundo de afuera, el desconocido
y feliz mundo al que ya no pertenecía dando la
impresión de que querían ponerlo en aprietos
debido al color del alboroto al abrir la ventana
sin saber lo que querían con la misma luz
en la esperanza qué llovían solo sequías.

Antes de la crisis cualquier ausencia tejía ilusiones
de nuevos paisajes dentro de una esfera raramente
placentera, justamente al mediodía, verdaderamente
excitante por tanto sosiego que invita a pasar un rato
como si fuera una persona con vida sin disimulo estando
vestida en ropa interior, y salir sin decir nada hasta subir
el tono de voz fumando un anticuado silencio.

Aquella mañana probablemente no iría hasta ver al día
siguiente satisfecho por haber vuelto del bosque a pie
más bien por aburrimiento qué por curiosidad dando
vueltas cada vez más largas en la penumbra extraviada
para decir todas las cosas qué dicen los cementerios
sepultados haciendo un gran esfuerzo por pasar ignorados
medio paralizados continuamente en las plataformas
abrumadas de piedras.

__¡Cuándo se carece de cuerpo las palabras
viajan solas luego de escribirlas con la voz
adecuadamente teñida!.
Pensaba convencido de su propia irrealidad
vacilando sobre la manera de expresarlo.
__Sin cuerpo...¿Qué duele?.
Solo los recuerdos sostenidos por el tiempo que impacientes
esperan ser descubiertos por el equilibrio inolvidable
ajustado, sin aspaviento, en la inercia inmutable qué de todas
maneras retorna llevando las cosas, y cobrando las deudas
a pesar de sentir alivio ya caminando lejano del hiato y fisura.

Estuvo callado toda la noche, me exasperaba que creyera
qué existía una ley indestructible como algo sólido a qué
aferrarse, seguro en los momentos difíciles, cómo al
salva-vidas qué no necesitaba, y encaminándose sencillamente
hacia el techo dando vueltas a la pieza en la manifestación
ficticia del asco a la vida por las calles vacías, y diciendo
maquinalmente ya todo está en paz, al cabo de cinco minutos
de ignorarlo, y forcejear con el olvido con arrojo.

En la mañana se fue sonriendo con turbación diciendo...
___¡No tiene importancia!. No son ahora más
que relojes encarnados abrazando perdones.
_____La próxima vez que aparezca espero que usted
ya no esté siendo el segundo primero.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Mar & mato
Mar & mato
Naquele mar...
Naquele mato...
Com este ato,
só quis rimar.

Rimei,
remei
passeei...
Me perdi.

Caí no mar,
saí no mato.
Sonhei...

Ao imaginar o fato,
de estar no mar
e no mato, acordei

A.J. Cardiais
imagem: google
Poeta

Poemas :  Acuosas letras
ACUOSAS LETRAS

Sobre las palabras
antes
que pudieran opinar
han sido enmudecidas
en la mansedumbre
del cielo
que se mostraron
en
los
callejones
el agua sigue
evaporándose
lloviendo hombres
con el dardo sutil de una ancha daga
desecada cualquier consciencia
como
arados.

¡Ausentes de cristales!.
Presentes de ventanas,
techos de viento.
¡Pisos de sangre!.
En
su
figura sonido aturdido.
¡Manantial de silencios!.
Epígrafe de lagos
profusa sequía
en la fugitiva pincelada
dónde se inundan lapidarias
las mínimas palabras
lloviendo
lumbres, hombres, cadenas,
hasta
las
alturas del más allá,
donde...
El agua. Sigue, sigue.
La
vestidura
sobre las nubes.
¡Palabras, palabras, palabras!.

Las
únicas libres
son...
De aquiescencia servil.
De conspicuo halago.
De desalbardar acoquinando.
¡Sin freno, sin falta!.

Apagándose,
en las calles,
en los techos,
en las mesas,
en los platos,
con
las miradas, vacías,
el aliento carniseco,
blandiéndose famélico,
por
éso, ésto y aquéllo,
en cualquier parte,
del musgo,
avanzando,
en
la espesura
ellos
con
los escritorios mutantes,
los fúnebres escolios,
en el amasijo de escombros,
asombros y fragmentos.

Lágrimas,
desposadas con las tintas,
del suelo en sangre,
del aire clandestino,
del lacayesco ofidio.

Palabras,
del clamar.
¡Aflicción y plañido!.
Mar y río.
¡Luctuoso sollozo!.
Por el fango del viento,
lastimero latido,
son
sólo palabras,
enrarecidas,
desdichadamente.

¡Tímidas!.
Con porfía arrastradas,
de la cerrazón,
empecinada,
incomprensión,
enlagrimadas, impotentes, desarmadas
entarifadas. ¡Sí protestan!.
Embalsamadas. ¡Sí piensan!.
Encenizadas. ¡Sí hablan!.
Letras. ¡Líquidas y acuáticas!.
Ahogadas. ¡En la tropelía y la filfa!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  A TRAVÉS DE NUESTRAS VENAS
Cuando no había nada,
no hay cielo,
no hay mar,
pero el espacio infinito,
dentro y alrededor de mi mente.

No hay luz,
no hay oscuridad,
todo empieza a crearse,
desde el principio.

Sin tierra ni sol,
ni sonido,
sólo el silencio que se encuentran,
rompe el silencio con tu soplo divino.

Deja que la sangre corra por nuestras venas,
deja que destino siga su curso,
deja que la luz y la oscuridad,
sigan su camino.

Deja que la sangre corra,
a través de nuestras venas,
donde el tiempo y espacio,
colapsan sin descanso.

Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)
Poeta

Poemas :  O navegador
O navegador
Preciso fazer algo...
Não posso ficar aqui
parado, calado
esperando o porvir.

Muito já escrevi,
mas tudo
está estagnado...

Apesar do assoreamento,
que vivo no momento,
meu rio ainda corre pro mar.

Preciso voltar a navegar
e enfrentar os redemoinhos
que a vida da gente
costuma encontrar.

A.J. Cardiais
imagem: google
Poeta

Poemas :  CANCION DE VERANO
Caminando hacia abajo cerca de las estacas,
toma mi mano,
y mientras la música suena en mi cabeza,
escucho la canción antes de irme a la cama,
cuando veo las estrellas fuera de mi ventana.

El verano se acerca rápidamente,
la brisa del mar llega,
estamos aquí juntos,
a la orilla del mar.

Paletas de cereza,
arena en mis dedos,
rodaron por las ventana,
toma mi mano,
abrázame.

Contéstame el teléfono,
quiero oír tu voz otra vez,
quiero decirte estas palabras,
quiero decirte te amo.

El verano siegue aquí,
quiero sentirte a mi lado,
juntos sentir la brisa del mar,
eres mi compañera,
eres mi confidente,
estamos juntos,
a la orilla del mar.


Erick R. R. Torres
(Angel Negro)
Poeta

Poemas :  Horizonte de utopia
Horizonte de utopia
Está aí minha poesia
navegando...
Nau vazia
rimando
este horizonte
de utopia.

Está aí
minha fantasia
no mar aberto,
no mar alto...

Longe estagia
brincando
nos portões
das academias.

A.J. Cardiais
imagem: google
Poeta

Poemas de amor :  EL MAR
[img width=300]http://3.bp.blogspot.com/-pBRVB7pX8Ks/UVxkNJ4_Q0I/AAAAAAAAFWc/xx7b5VcYY-o/s1600/El+mar.jpg[/img]
EL MAR
“En el mar la vida es más sabrosa”
me pregunto si es verdad o mentira
para comprobarlo invitaré a mi esposa
fiel amante del agua y del aire que se respira.

En el mar quiero el ocaso disfrutar
con mi amada tomados de la mano
haciendo con mis besos sus palabras callar,
sin importar si es invierno o verano.

En el mar quiero ver las gaviotas volar
mientras en la arena tu nombre dibujo
deleitándome con un paradisiaco caviar
anonadado por tu mirada de embrujo.

El mar será testigo mudo de nuestro amor
de las noches alocadas de furor y pasión
bajo la tenue luna y su tímido esplendor
que harán de esas noches, entrega de corazón.

En el mar mis penas y sin sabores olvidaré
embriagado en el néctar de tus labios de miel
los cuales lentamente y con arte besaré
caminando sobre la arena con miras al hotel.

El mar, infierno para unos y gloria para otros
recinto de agua salada que da vida;
en el mar sellamos nuestro amor nosotros
despojando tus ropas, hasta dejarte desvestida.

En el mar conocí tus encantos de mujer
bebí del agua dulce de tu reducida fuente;
en el mar comprendí la grandeza del placer
cuando nuestras espaldas formaron un puente.


Autor: Edwin Yanes
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Poeta

Poemas de amor :  LA GAVIOTA
Enjaular una gaviota, que tristeza.
Que cruel privarla de libertad.
Impedir que nos muestre su belleza,
que emprenda el vuelo, que se eleve y cruce el mar.

Rompe los barrotes que te tienen prisionera.
Monta en los vientos, que transporten tu hermosura.
Planea y pesca en los mares de la Tierra.
Ve crecer tus hijos en un nido de ternura.

Verla libre volando por el cielo,
es lo que pido, ella lo necesita.
Si la gaviota está creada para el vuelo,
en esa cárcel,mi adorada, se marchita.

Esperaré cada día en la atalaya,
mirando el mar hasta el atardecer,
preguntándole a las aves que regresan a la playa...

¿Han visto mi gaviota, saben si va a volver?

El día que seas libre, tan solo te deseo,
que realices en tu vida todo lo aplazado.
Tú sabes que yo nunca seré tu carcelero.
Seré tu amor en tierra, serás mi amor alado.

Mel
Poeta