Poemas :  Inválido desvelarse
Inválido desvelarse

¡Oh!... Nírico tormento
¡Oh!... Fídeo repugnante
¡Oh!... Dioso morboso.

El
Ayer
Será
Un
Futuro
Muerto
Un
Ninguno
Más
Entre
...Muchos...

El último desvelo tranquilo,
dijo soy, la jornada,
torpemente, fúnebre, siervo, madrugada,
madriguera,
en que despunta... El mármol medroso.

Los hombres que ladran,
de móvil sangre, mostrándose anubarrados,
pretendiendo sembrar y cosechar el mar,
pero no levantaron, ni las olas saladas,
ni las dulces espumas,
ni las brisas lentas,
las canicas
entre peces... Hilos íntimos caballos.

Junto al mar edificios del mutismo, sudador,
las linternas, el silencio, vertía sangriento,
y fue sudor salvaje, ordenado cómplice,
de los años, espectáculos, unánimes,
estela de puñales tropa primorosa,
de las naves, nieve de canteras insomnes,
y aroma de amores y muertes,
porque cualquier palabra
divina cabe
en
el silencio.

Y entonces nada era un gran misterio, solo estaba en el corazón
que no debe ser
del adiós
un
partirse... Encrucijada de cansadas escaleras.
El primero, del resto,
y el último conmigo,
está contigo,
pescando huracanes con anzuelos,
pescando fragancias con hueso,
pescando venenos cubrebocas.

Demencia es el nombre,
de la intemperie, el último,
y primordial callado,
y el primero,
que suena con los escribas gemelos.

En el día benévolos animales, pajas y guitarras,
sin lanzas, sin pedazos aciagos,
amasé toda camisa y pantalón, (soñando)
con un arco iris de flechas,
abajo del barro durable. (despertando)

Se habían los hemisferios entreabierto,
pronunciado las palabras:
“Todo candoroso candado,
es flama, fecha, flecha del destierro”.


Y en el día, las noches anidan,
ingenuamente sin lanzas,
límpidas tortuosidades
por encima
del aliento
del hombro
del mono
la mano
disparando las juventudes esqueléticas.

Fructificaba diccionarios
un reloj
en
el árbol con altura de árbol
grano a grano la arena
de sol
y al sol el buey mugía.


Entre sombras,
de las furias de minas y caimanes,
con altura, de minúsculos opúsculos,
de ley, de rey, de larva,
por la voz, feroz de hormiga.
¡Oh!. Duelo, suelo, traidor,
época, era la madriguera más alta, cada calvario y osario, un hermoso rosario.

La pálida sangre de piedra, lápida,
que con altura de hombre, el hambre deja profunda.

Y la muerte, invulnerable, rueda ruda,
racimos, del árbol, del infecto harapos.
¡Qué antes!.
Estaba más nítido del granítico abismo,
que distante, que poseso, que resinoso,
por la muerte de ley, inerte, peregrina,
constitución tímida de los escarabajos,
diestra corteza infame,
por las cenizas, del rostro sumergido,
muerto ya su olvido.

Con el año en que era un fuego vivo,
el pueblo es solo polvo,
un lugar en las espinas,
un celestial abandono.
¡Qué ha dejado cavernas al inframundo
mismo,
y nueva vana era de luz, y desencanto,
el humo de dulce muerte.

(Esta historia
tiene los espejos de reflejos
y el caparazón
del nombre perdido,
desnudo pie que gira puentes desnudo,
en el baile, compasivo pezón de la hoguera,
corazón del gusano,
que redobla, que atesora matanzas alegres,
en la danza, merodeadora del humo.)


¡Qué bien destaza
lo que pesaban los platos,
en la tierra lúcida
del árbol de la carroña
y el hombre pleno de gozo
con sus pacientes animales, implacables bestias!.

La longitud desencajada.
Temblores provocados.
Ciclones serenos.
Oriente.
Del Poniente, ente, sonriente culebra,
era casi cuadrado y puntiagudo,
en la latitud lacerante,
era cascarón de orugas.


Inválido quedó.
El recuerdo del constitucional abatimiento,
el incógnito del constitucional olvido,
el quimérico del constitucional aparente.
Inválido quedó.
El
Desvelado
Paisaje
Hecho, helecho,crin de ratas.
Inválido.
Dormirse y descabritarse sonámbulo.




Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  Aún Distante
Aún Distante


Grano
Maduro
¡Por tu vientre!
Asoma la espiga... ¡Dorada explosión!...
Del
Mismo... ¡Tiempo disperso!

Sendero y leyenda
Amor y dolor
¡Memorias!
Entre
¡Olvidos dulces!
¡Cuando fluyes cariñosa!

Belleza...
¡Perdida qué regresa!
Camino de los posibles
Y
Blandos...
¡Jardines... Mágicos...Del amor!

Como
Intima
¡Verdad cercana!
Destello... De pasión... ¡Callada!.
Arista vestida de montañas

Eres mía
¡Pequeña luna!
De mis noches
¡Líquidas!.
Y
¡Fuego sólido!.

¡Qué respira!
¡Qué te sueña!
Por... Las... Distantes.
¡Distancias, aún!
Aún, por el aún y más allá.
Aún distante, aún distante.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  El dolor callado ...
EL DOLOR CALLADO

En cuerdas cansadas se mezclan los aromas
murmurar confuso es la fuente...
¿Calla, dolor, él___ Innumerable!

Son apagado de un arpón.

¡Cuántos soles moribundos han dejado
los ojos envueltos en vacíos!.
¿Del pesar las heridas ocultas?.
El cantar, infeliz, que seres escuchan.

Bañada luz en todos moribunda.

¡Callado el dolor!
Calla, callando, calles.

Ya no hay ni sombras solas
Ni dónde soledad gemir pueda
Ni obscura soledad, qué balsa, el mar
Del alma, ya está, callado, el dolor.
¡Mismo!.
Por el dolor, qué además, callan
¡Otros!.

El
Dolor
Callando. ¡En los mismos!. Otros.

¡Oh!_ Indoloros mil veces, no, huelen
lágrimas ajenas, almas infernales.

En la purísima tarde,
donde muerto, ha, esta mañana,
Mañana, de los ojos, con vendas. ¡Cadenas!.
Como dulces pasaron, ya, llorando,
los minutos, los rezos rasos.

Con
¡El dolor callado!____ Implantado
En__ El__ Alma__¿Celeste suelo?

Se decolora la luna.
En el suspiro del viento.
Dolor, sobrecogido del suelo todo.
Verlo, generosamente, sangrando.

De las aguas secas raíces.
¡Solos secos obscuro oro!.
¡Tanto inocente, muerto, tanta consciencia!.

Muerta muerte, mueren muertos.
En éstos tiempos.
De informes lenguas.

Callado, el honor, ruinoso.
Encuevado, el mundo, observa.
¡Lo qué a todos ahora ata!.

El
Dolor callado.
Callado ha. También, el trabajo,
el injusto bolsillo. Ajena obstruido.
¡Lo qué a tanto aqueja!.

Y
El
Dolor
Callado____ Encallando cada planta.
¡Cada magnate moviendo!___ A Caos
Ocaso. ¿Acaso?.
¡Callado el dolor!... ¡Alumbra!.

El señuelo.
Encanto dura.
Espina, la madera, el clavo.
¿Corona de miles dos más tantos?.
Y
Con arrullo, el dolor, se unge.
Callando. ¡Callando solo mano y pié!.

En el dolor, eterno templo. ¡Tiempo!.
¡Qué sólo el vulgo vil ignora!
Sin duelo, sin lágrimas, sonriendo.
¿Quién lo admite?_____ ¡Callando!.

El dolor se cuelga desgranado hacia
la mirada turbia que lo causa bajo
la marea furiosa de los corchos
la desgarradora juventud extinta
la desoladora capital del egoísmo.
El dolor se cuela demasiado lento.

Callados.
Ajenos.
Al dolor ajeno.
Saludando ahora.
Mañana, escalofrío recuerdo.
El invierno repetirá.
Cada hielo, hiel y sangre. ¡Hilo!.
El sueño.
Perdido bajo cada noche.
El día que calle, la calle.
¡La pesadilla olvidada por el cielo!.
¡Cielo callado, el dolor, del cielo!.

Callado corderillo, el dolor, se aleja.
Pensándose perdido, en la vida.
Callado, casto se contempla.
Donde después abrióse herido.
¡Tempestad delante estrepitosa!.
En el dolor, callado, verse.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Soñar de un lápiz
SOÑAR DE UN LÁPIZ

Dormido, dormido.
En los paisajes de un lápiz.
Tenía, tenía y tenía.
Tenía un sueño. De martillos.
De martillos imantados.
¡Qué dibuja sin orillas un reloj!.
¡Qué miran los peñascos de las venas!.
Ríos, valles y montañas, sin cuerda.
Un lápiz, un lápiz... En la campana insomne.
Empapeladas superficies.

Soñar, sueños, soñados, soñando y soñando.

Un
Lápiz sueña... Desdoblando cicutas moradas.
Moradas, en la mora, morada de infinito lápiz.
Por él... Borrador. Arrobador. Limpio.
¡Cáustico, selvático, efímero!. Todo un lápiz.

Soñar, soñando qué sueña.

Soñar qué sueña, un lápiz, sí. ¡Un lápiz sueña!.
Soñar qué sueña... Y si alma tuviese, se conmovería.
Sé, sé. Ser algo alguna vez. Lápiz, pluma, ave, carbón.
Entre vaivenes, sobresaltos y traspiés.
Cuando, abajo. Flota. La madrugada clavada.
Y quedaba en la mano una mancha.
Después de náufragos intentos. ¡Montañas!.
¡Montañas de cartón!. Ríos de papel, valles.
Valles sin orillas, dónde un reloj delira.
Emborronando el paisaje. Por el lápiz.
¡Qué dibuja superficies!___¡Reloj sin cuerda!.

Y seguía soñando, soñando y soñándose un lápiz.

Dormido, dormido, un reloj delira. Ceniciento.
Azucenas inmortales y serenas.
Con la luna de fuegos dulces.
En la manecilla. De minutos y segundos.
Un ceniciento reloj delira.
Inmortales y serenas azucenas.
En la mano. Un borrador. Arrobado.
En él. Intento aislado.
¡Qué paisaje limpio!. El de la mano.
Con fuegos de dulces. La luna. El lápiz.

Lápiz de minutos, lápiz de segundos.
En
La
Manecilla. ¡Un reloj delira!.
Martillos, martillos, martillos.
¡Martillos imantados!.

Lápiz en su tinta. Náufrago sin mancha.
Por el cartón de intentos. ¡Qué sueña!.
Por la mancha del dibujo.
En los paisajes del viejo lápiz. Dormido.
Un sueño, amartillado de lira. Lira qué delira.
Un reloj... Imantado por los ayeres.
¡Doblados, tejados, huracanados!.
Con las venas de las madrugadas.
Con los peñascos flotando bajo.

¡Ah!.
Si fuera sólo sueño. Embriagado el horizonte.
Esbelto el brazo, el pecho. ¡Color alambre!.
¡Perdón sin piedad por las rodillas!. Del grafito.
¡Pared audaz. Del agrio azahar!.
Nada, nada más pegajoso hollín. Fatal collar.

¡Ah!.
Si
Sueño
Si, sí, sueño fuera solo.
Nuevas.
Campanas.
Flotarían. Nuevas campanas,
flotarían las madrugadas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Ardientes pesadillas
ARDIENTES PESADILLAS

Con
Las
Pesadillas... Ardientes.
La tierra del pensamiento... ¡Perdida va!.
Con
La, luz ha tropezado... ¡Fría viajera!.
Esa pesadilla verde...Piedra, hielo negro.


¡Parpadeando humeantes cantos!.
En
La
¡Vejez nevada de cada frasco!.
La tierra del pensamiento... ¡Perdida va!.

En cada rana mil ramos rugen.
Los dientes sudorosos de las copas.
Las infancias perennes de los armarios.
En los cuadros secos.
En los triángulos amargos.
¡Con el imposible doblado bajo el zapato!.

Con
Las
Pesadillas ... Ardientes.
La tierra del pensamiento. ¡Perdida va!

¡Cuán pequeño es el último infinito!.
De las sombras interiores del reflejo.
¡Con la nada púrpura y radiante
!.
En--- Los olores--- Rojos del candado.
En la fe---¡Dulce de cadenas!.
Fondo manantial de cada naranjal.

Con las pesadillas ardientes.
Con una red y araña en cada dedo.
Va fabricando dioses... ¿Dioses?.Sí, dioses a los caballos.
Y--- La pobreza--- ¡Cadavérica del alma!.
Con las pesadillas ardientes.

¿Qué duermen cien pesadillas un sueño?.
¿Qué duermen cien atajos de tomate?.
Unos- Algodones- Ignorantes.
Unas-Lápidas-Azucaradas.
Fin carmín. Fin carmín.
¡Un sueño qué duerme, cien pesadillas!.

Con las pesadillas ardientes.
Las
Pesadillas.
Ardientes con las pesadillas.

En
Las
En las cucharadas de un lucero.
En la garganta del agua.
Las
Cucharadas de un lucero.
Por el breve siglo de un segundo.
El breve siglo.
Y la redonda memoria de la seda.
Con arañas suficientes.

Ardientes pesadillas ardientes.
En
La
Voz nublada de los cobres.

Y
La
Visión orfebre de los huesos.
Orfebre.
¡De los huesos, huesos!.
De madrugadas incineradas.
¡Qué lactan astros muertos!.
Y sepultan- Soles.
¡Con sus vidrios!.

Ardientes pesadillas ardientes.
¡En la luz del ataúd!.
Con sus vidrios.
¡Sepultan soles!.
Donde la tierra del pensamiento.
¡Perdida va!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  Algún día en la cereza
ALGÚN DÍA EN LA CEREZA

Como quiere la cereza nuevo día.
Quiero tus besos lentos.
Consumirnos al mediodía.
Melodía sin marchitarse.
Flores frescas dulces.
Labios del corazón.
Lucero del remanso.
Alegría serena.
Amorosamente.

...Enamorados...
¡Nada importa la sed del tiempo!.
-Ahogados de eternidad.
-Virginal, fugaz, rubí.
-Y los dolores distantes.
-Nacen, viven, mueren.
-En eternidades.
-En el fondo.
-¡En la esencia infinita!.

La cereza de laureles peina miradas mieles.
En la piel de colmenas y polen secreto.
El colibrí pastor de vientos.
Los niños durmiendo.
Los juegos soñando.
Cereza y pastel.

Laureles de paz------Nuevos días.
Trinos de trigo------Musicales lagos.
Palabras de acero----Diamantes hermanos.
Espadas de aliento---Imposibles conquistados.

Cereza-Del mañana.
¡Esférica rueda!.
El
Amor
En
La cereza. ¡Algún día!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de tristeza :  Oda a una mansión de paja
ODA A UNA MANSIÓN DE PAJA

Si
Pudiese... De las nubes.
Haría
Una
¡Gran mansión!. De la paja.
¡Qué son!.
Son de lágrimas, los ojos.
¡Del tiempo!.
Donde moriremos.
Todos, dónde y dónde. ¡Duende!.
¿Duende?. Están las risas.

Sólidas, de piedras. ¡Dulces!.
Y la paja.
Huye con la boca.
Seca y dura. ¡Dónde ya nadie,
no puede, ni acostarse, ni soñar!.
Ni
Dormir. ¡La noche!.
¡Qué despierta, con el sol!.

Si pudiese.
Ésa...
¡Mansión haría!. Como sueño.
Y río, y lago, y las nubes.
¡Usaría!. Secando, cada vez.
¡Cada lágrima!. Que por el tiempo,
de los ojos... ¡Han llorado!.
Gotas. ¡Como nubes!.

Donde.
¡Son dulces, las piedras!.
¿Dónde la paja ríe?.
Con la boca seca.
De la noche, nubes empedradas.
¡Muriendo todos!.

Todos,
y... Donde ninguno.
¡Dónde ninguno, puede huir!.
Ni soñar.
Al sol, siquiera, una sola.
¡Noche!.
De lágrimas mansión.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta