Poemas :  LA HUELLA QUE ME HAS DEJADO
LA HUELLA QUE ME HAS DEJADO
Dispuesto a engullirlo todo
El tiempo muestra sus fauces
Mas yo rescato de aquel azaroso túnel
La huella que me has dejado…

Podrá la primavera no florecer
Y los ríos tintineantes
Convertirse en secanos yertos
Pero este amor que inunda mi pecho
Por ti
Correrá inefable.

Tantas cosas han muerto ya
En este corazón de ilusiones lleno
Pero no morirá jamás
Este amor que yo te juré eterno.

Delalma
2/10/2013
Poeta

Poemas de tristeza :  ¿Cuánto más podré morir?...
¿Cuánto más podré morir?...
Suceda lo que suceda, Siempre conservarás tu recinto,
Tu espacio fraguado en mi pecho,
Porque tú sabes... El primer amor no se olvida...
Tan puro y verdadero... Como un cuento...
Así fue el mío... Así lo recuerdo...
Así voy a llevarte siempre pequeño...
Mi divino justiciero... Mi amor...
Mi cielo... Mi dueño"……
"auris"


¿Cuánto más podré morir?...
Si hace tiempo que voy por los caminos
Halando un amor exánime
En el amargo féretro de mi sufrimiento.

Este cruel dolor que me inflige hoy la vida
Es por el desatino de amar sin sensatez
Entregando sin mesura el corazón
A un amor que no pudo ser, pero no me arrepiento…

Los mejores momentos de mi efímera existencia
Los viví con ella, con su amor tan de repente
Tan casual, como una llovizna de verano
Que uno no espera, pero cuando llega, nos alegra el alma.

Todo el amor que pude en otro tiempo
Haber añorado, lo encontré…
En la pureza de su límpida mirada
Y en su voz tan delicada diciéndome… ¡te amo!

¿Cuánto más podré morir?
Si no la tengo conmigo, a mi lado
Para erigir mi fortaleza con su genio y su figura
Y hacer de ella, el más bello palacio de mi reino.

Ella le daría una mirada a los eriales de mi vida
Y seguro estoy que las flores crecerían…
Derramaría una sonrisa en mi desértica agonía
Y el agua vivificadora manaría.

¿Dónde estás amor de mis amores? ¿Dónde?
¿A qué lugar del cielo o de la tierra
Podré llegar, para ser tu complemento?
¡Grita, yo escucharé el eco de tu voz y volaré a tu encuentro!

Preguntas que van y que vienen, gritos y exclamaciones
De día o de noche, es lo mismo…
Y si al caso viene que dormido me quedara
Como un loco me despierto ¡Llamándote… llamándote!...

Delalma
16/10/2013 03:20 p.m.


Poeta

Poemas de amor :  NUESTRO AMOROSO RITUAL
NUESTRO AMOROSO RITUAL
-¡Buenos días mi amor!…
-¡Buenas noches mi amor!…
Más que un saludo era un clamor de besos constantes
Hasta quedar extasiados el uno en los brazos del otro.

Ese era nuestros amoroso ritual
Siempre al despertarnos y al acostarnos
Y esa sed de amar, no daba tregua para una mirada más…
Pues luego, el fuego guardado en la piel… demandaba…

En bocanadas de aliento hirviendo, tu nombre
Se hacía uno con el mío en tus labios
Y éramos fieras comiéndonos el amor en la piel
Mientras dábamos vueltas en sedas y organzas…

Me llenabas de lumbre, y yo, atizaba la hoguera
Prendido de pasión en tus brazos me dejaba llevar
Circunspecto, por las ardientes laderas de tus caderas
Hasta que en mis manos no cupiera más un trocito de tu piel.

Perdida la cordura, y frívolo ya
Me bañaba en las aguas de tu mar de amor
Hundido en las repujadas y placenteras burbujas
Que con todas tus ansias de amar, tímidamente me dabas.

Delalma
02/10/2013 05:38 p.m.

Poeta

Poemas de tristeza :  ME DUELE LA AUSENCIA...
ME DUELE LA AUSENCIA...
Me duele la ausencia de tus castaños ojos
Y el fulgor aquel del embeleso con que me mirabas
Si pudieras ahora aunque sea de reojo, darme una mirada
Le regalarías un tesoro a un desventurado aventurero.

¿Serán los campos de amapolas y verdes esperanzas
Donde duerman mis sueños lánguidos y fríos?
¿O será la estela de una estrella que brilla en lontananza
La que avive mis colores y me vuelva gris lucero en la mañana?

Ser oscuro o ser fulgente no me importa
Si por ti mi pulso vuelve a latir aunque sea titilante
Porque muerto estoy viviendo sin la luz de tu mirada
Sin tu aliento que hace falta a mis enjutas ramas

Dame un poco de esa vida que arrancaste de mi pecho
Un poquito de agua fresca del río que te baña,
Una gota, aunque fuera, si más… tú no pudieras
Yo la haré un mar de amores, para ahogarme en ellas luego.

Delalma
27/08/2013 03:19 p.m.
Poeta

Crónicas :  ROMPIENDO LAS REGLAS
Anécdota

Esta era mañana fresca de primavera, con un sol que salía temprano calentando el ambiente, dejando atrás el frío inverno que nos había agobiado no hacía mucho tiempo. Si uno se ponía a observar las caras de la gente, tenían otro color, otra expresión y sonrisas a discreción, debe ser que por eso que es llamada la estación del amor.
Estas cosas me ocurrieron cuando yo contaba a la sazón con 20 año de edad, casi terminado la adolescencia y con muchos sueños por cumplir. En fin, las cosas discurrían normalmente aquel día y yo enrumbaba en mi carro hacia mi trabajo, iba pues disfrutando del paisaje y respirando el rico aire primaveral, repasando mentalmente el stock de medicamentos que tenía y lo que debía comprar. Por aquel entonces entre mi hermano yo habíamos puesto un negocio de farmacia pero toda la responsabilidad la tenía yo en la administración y la farmacéutica en la regencia; pues él era odontólogo y permanecía en su consultorio hasta por la noche.
Decía que todo iba bien, cuando de pronto a la distancia, a una cuadra más o menos, vi a un hombre que estaba con su esposa embarazada al borde de la calzada solicitando un taxi desesperadamente, y ninguno quería parar; yo, y aquí nace mi vía crucis, de noble corazón me acerqué a preguntar hacia dónde quería ir.
-Hola amigo… ¿hacia dónde vas?
-¡Gracias joven, por favor lléveme a la maternidad de Lima que mi esposa está por dar a luz!
- Pero yo no conozco esa ruta (yo sabía dónde quedaba la maternidad, pero desde el punto en que me encontraba no sabía cómo llegar, además que eso me alejaba como a una hora de mi trabajo)
-¡No se preocupe… yo lo guio!
-Bueno suba (que iba a hacer… una mujer en estado grávido y a punto de dar a luz, pensé en mis hermanas y no quise que los mismo les ocurriera alguna vez). Cruzamos algunas palabras con el esposo para que me dijera cómo podía llegar más rápido y la verdad… ¡ni idea tenía de cómo hacerlo!
-¿Qué no conoces la ruta amigo?
- Tal vez usted pueda joven…
-¡¡¡aayyyy… me duele!!!
- Lo que faltaba, la mujer se empezó a quejar y yo a ponerme nervioso, (¡mi carro! pensé… ahorita da a luz y me lo deja todo manchado!) Pero ya estaba sobre el burro y no había más que tirarle palo.
-¡Ya amorcito ahorita llegamos no te preocupes! -(¡pero que desfachatez del tipo!)
- Espérese un momento señora trataré de llegar lo más antes posible (pisé el acelerador mientras trataba de hacer un croquis en mi cabeza tratando de acortar camino hasta dicho lugar; esto quedaba en el centro de la Lima antigua, los Barrios Altos; entre calles angostas y casonas antiguas a punto de colapsar, propiedades de las familias antes pudientes de la ciudad). Por aquel entonces mi conocimiento de Lima y sus calles era muy pobre, y el tráfico en esa hora punta no ayudaba mucho que digamos… ¡se me venía la noche!...
-¡¡aayyyy!!! Se me sale señor… ¡!!
-¡Espérese ya falta poco!... tuve que gritar pues la señora venía quejándose y fuerte desde hacía media hora que había subido al carro (eso me pasa por andar metiéndome dónde nadie me ha llamado; venía yo mascullando maldiciones por ser tan tonto, golpeaba el timón como si este tuviera la culpa de mi desacierto)
-¡¡¡aaayyy!!! Se me sale…. Ya no aguanto más… ¡¡¡aaayyyyy!!!
- En cinco minutos señora… ¡y por favor ya cállese que no me deja manejar!... Para colmo de males las calles estaban congestionadas… carros en una sola fila y el nerviosismo que me embargaba… ¡no era posible que estando a dos cuadras de la maternidad… mi carro sirviera de sala de partos! El marido me miraba a veces con la expresión en los ojos de… ¡apúrese! ¿Y cómo me apuraba yo si el tráfico iba a paso de tortuga, todos los caminos de ida estaba congestionados, pero los de venida estaban casi vacíos, entonces se me ocurrió una idea genial (si, sólo a mí se me ocurren burradas que luego llamo genialidades, ¡avanzar dos cuadras y en contra del tráfico!, había que hacerlo, no quedaba otra) En lo que faltaba, primero me subí a la vereda, casi media cuadra antes de llegar a la esquina y voltear a la izquierda en contra… ¡la mujer que seguía gritando, los insultos de los que estaban en la fila de carros, las maldiciones de los transeúntes que por poco y los atropellaba, el silbato del policía que estaba dirigiendo el tránsito… uf!, realmente mi cabeza era un caos, pero ya estaba a dos cuadras (y salvaba mi carrito de una desgracia) terminar de subir esa cuadra, luego voltear a la derecha, nuevamente en contra… pero yo estaba hecho un demonio y nadie me paraba, los ojos ya me brillaban de alegría mientras le daba instrucciones al marido que estaba más nervioso que yo:
-¡Apenas pare el carro tú te bajas y corres a traer una camilla… no pidas permiso, sólo di que tu mujer está mal, y la camilla que encuentres te la traes y volando para subir ahí a tu esposa! ¿Me entiendes?
-¡Si joven… no se preocupe!... si… si…
-¡¡¡Oiga párese ahí… deténgase!!! (Más gritos, era el policía que me seguía y venía corriendo tras de mí, cómo si yo estuviera con ganas de detenerme y dar explicaciones).
-¡NO!...- la suerte es así, o la mala suerte, un patrullero se aparece frente a mí y trata de cerrarme el paso (¡mi carro!, no, faltando una cuadra no me iba a echar a perder todo lo que había hecho para salvar mi carrito de un lavado… ¡Y a esa hora!... y el trabajo!... No sé cuántas cosas pensé en un segundo, pero seguí…) hice el ademán de cuadrarme a mi derecha y el patrullero se detuvo en mi delante, guarde la distancia suficiente para salir sobre mi izquierda y lo hice. Giré tan rápido el timón y aceleré sobre la marcha que el patrullero se quedó sembrado.
- ¡ya sabes hombre… apenas pare el carro te bajas!... ¿está claro? (Media cuadra, me faltaba media cuadrita… y luego todo habría terminado, con ellos; pero luego me quedaba por arreglar tal desbarajuste con la policía… ¿Y eso? Ya se vería en su momento.
-¡Ya baja… corre!... y el bendito se pone a conversar en la puerta de la maternidad!… ( #$% sapos y culebras...) yo bajé de inmediato y di la vuelta para ayudar a bajar a la señora que ya pedía que la dejara dar a luz allí no más, pero no, eso no iba a pasar, ya estaba ahí, eso era lo que me había propuesto y lo había conseguido. Bajé a la señora, la puse de pie y el marido que no salía…
-¡¡¡¡Se me cae el hijo… ayyyy!!! ¡¡AMOR APURATEE!!
- ¡ya voy amor, pero no hay camilla, sólo conseguí esta silla de ruedas!
-¿¡Y te quedas ahí parado!?... ¡no importa cargada pero llévatela… y no te preocupes… no me debes nada!
- ¡Gracias joven!
-¡Gracias… aayyyy!!!... aayyy!!!
-¡Por nada!... Después, me quedé mirándolos, extenuado, con los brazos cruzados junto a mi carro; luego que los viera entrar en la maternidad me emocioné y los ojos se me llenaron de lágrimas. Es que yo pude haber traído al mundo a ese niño o niña, porque que durante dos años (desde los 15 hasta los 17) estudié primero auxilios y atención de partos; y mi hermano que era odontólogo me enseño a reconocer muelas con caries mediante un rápido examen, también aprendí a poner anestesia y a extraer las piezas dentales en mal estado.
La verdad que lo del carro no me importaba, sólo era un pretexto para poder correr y romper las reglas de tránsito. Bueno, pero al fin ya todo había pasado y cuando la sonrisa volvía a mi rostro…
-¡Así que Ud. hace lo que le da la gana! ¡Se burla de la autoridad que lo conmina a detenerse, no le importa el semáforo, se tira en sentido contrario… ahora Ud. se va detenido y su carro al depósito! ¿¡Ud. qué se ha creído!?... ( uf! no sé cuántas cosas más me dijo, yo estaba como en el limbo, sin saber qué hacer ni decir, sólo sé que sonreía como un idiota) ¡ah! ¿Y todavía se ríe de la autoridad con todo lo que ha hecho? ¡Ud, no tiene derecho de hacer eso! …
- Ya cálmese señor… mire… ( y le expliqué por qué había actuado de esa manera, y continué…) Si yo no huera traído a esa señora, tal vez en estos momentos ella ya estaría muerta, o quizás su bebé, o ambos… ¿y el marido, y si tiene otra niña? ¿Ud, me quiere meter preso por hacer una obra de bien? ¿Y si hubiera sido Ud, y su esposa… hum? (al policía como que se le aflojaron las piernas y le brillaron los ojos).
- Está bien, puede irse, pero procure que no vuelva a suceder.
-Gracias jefe, sabía que usted comprendería. Pero ahora yo estoy en un embrollo, no sé ni cómo llegué aquí y por lo tanto tampoco sé cómo salir, yo necesito una vía rápida para ir a mi trabajo que queda al otro extremo de la ciudad, ¿me podría ayudar en eso?
-Sí señor, sígame…
- Y el patrullero encendió su sirena y me llevó raudo, nuevamente en contra del tráfico para poder salir rápido de ese lugar. Creo que es mi destino, con autoridad o sin ella, siempre rompo las reglas, aunque yo no quiera.

Delalma
11/08/2013 01:54 p.m.

Poeta

Poemas de amor :  ÁMAME SIEMPRE
ÁMAME SIEMPRE

Vuelve para amarnos más que antes
sacudámosnos de esa polvareda
Que cayó en nuestros ojos
Haciéndonos llorar…

Ámame sólo con el corazón
Olvidémoslo todo, dejemos en el pasado
La tormenta que se abatió sobre nosotros
Y nos destrozó el amor…

Ven, mi casa aún se ve vacía sin ti
Y para colmo, no hay rincón donde no se respire
El aliento de tu amor
Tu dulce y maravilloso amor.

Ámame, evapora estas lágrimas que aún
Siguen brillando en mis ojos
Amor, me vuelvo tan redundante contigo
Tan previsible, tan niño, tan inocente…

Dejando que las caricias se enternezcan en mis manos
Haciendo con ellas ovillos de esperanza…
Pero el tiempo pasa y el amor persiste
Lo que se me acaba es la vida…

En fin… haz lo que quieras
Lo que mejor te parezca y convenga
Ya no vuelvas si no quieres o no puedes
Pero ámame, ámame siempre.

Delalma
21/07/2013 09:57 a.m.
Poeta

Poemas de amor :  CUANDO EL AMOR ES ETERNO
CUANDO EL AMOR ES ETERNO
Cuando el amor es eterno
Nada ni nadie lo puede borrar
Porque…
si se arranca de la cabeza
¡se te queda en el corazón!
Y si se arranca del corazón
El amor…
queda en el aire..
En el tiempo
En los sueños...
En lágrimas furtivas.
En la luz del espíritu
Que a otros
A de iluminar.

Delalma
13/07/2013 11:56 a.m.
[center]
[/center]
Poeta

Poemas de amor :  LA NIÑA QUE YO QUIERO
LA NIÑA QUE YO QUIERO

A pesar de los años
Yo no he perdido las esperanzas
De realizar mis anhelos
Como todo buen escritor…

Y quisiera contigo
Dejar la huella que todo hombre debiera
A su paso por esta tierra…
Es decir: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

El árbol hace tiempo yace plantado
En el centro de mi jardín
Eterno vive rodeado
De flores bellas, escogidas para tal fin.

A mí, de pronto que se me diera
Las ganas de un libro escribir
Pero no es mi mayor anhelo, ni es ese mi desvelo
Yo quiero algo más íntimo, más nuestro.

Así, aún poder escribir espero… “¡el poema!”
Uno que te haga vibrar de emoción
Para que lo guardes en tu corazón
Y lo alimentes con devoción…

Y se me ocurre que
Tal vez no provenga el poema ansiado
De mi pluma, algo cansada ya
Ni de mis letras gastadas por el dolor…

Será quizás que el poema venga
De ti, de mí, de este amor…
¡Será la envida de unos…
Y el sinsabor de otros!

Tal vez, te decía, amor
El poema que busco
Lo tenga en la punta de la lengua
Y en el último trazo de mi esfero…

¡Será una sirena augusta que nadará en el tintero
De tu vientre florecido
Madurado entre fragantes pétalos de buen amor!
¡La niña que yo quiero, quiero que me la des tú!

Delalma
10/07/2013 10:45 a.m.

Poeta

Poemas de tristeza :  Y NOS QUEDAMOS EN SILENCIO
Y NOS QUEDAMOS EN SILENCIO


Aquel día que cruzáramos miradas
El corazón se nos salió del pecho
Y fue un sentimiento noble
Tratando de alcanzar el cielo.

Sin siquiera haber sentido
La pulcra seda de tus manos
Floreció este amor desenfrenado
Clavándose en mi pecho y en tus senos.

Y nos quedamos en silencio
Dándole tiempo al tiempo por ver lo que pasaba
Te alejaste de mis ojos, vida
Y ahora que te encuentro, ya estás comprometida.

Yo guardé mi voz anochecida de espera
Tú mirabas en silencio, dices, mi sonrisa en las estrellas
Yo esperaba que volvieras al claror de la mañana
Callada tú, enterrabas mi recuerdo y mi mirada.

Delalma
08/07/2013 12:06 p.m.
Poeta

Cuentos :  LOCURA DE AMOR
LOCURA DE AMOR
Se desató en mi mente esa pesadilla loca de amar nuevamente, sintiéndome joven otra vez, me puse la chaqueta y salí en busca del amor y la aventura. Recuerdo que caminaba sin saber a dónde ir, cuando de pronto sentí tu aliento fresco como la menta a la altura de mi cuello, fue tan intenso el olor a ti que casi pierdo el conocimiento, tus bellos ojos color miel, risueños me miraban; atrapando en el recuerdo de tu aroma y de tus ojos, sentí una vez más tu brazo tomándome por la cintura, me detuve allí, a mitad de la calle; y te vi tan sonriente y feliz a mi lado que me olvidé del mundo, de todo cuanto me rodeaba.
A que no adivinas lo que pasó!!! Me puse a charlar contigo y me dejé llevar por ese inmenso mar lleno de emociones cuando estuvimos juntos. Sin darme cuenta yo, me había sentado en el asfalto creyendo que estaba contigo en el parque aquel al cual solíamos ir juntos. Todo era una alfombra verde llena de flores y tú, tú riendo como siempre con esa risa loca que me embriagaba de amor y de ternura… tomé tu manos y besé tu boca, como antes; como cuando juntos mirábamos el resplandor de la luna y decíamos que ella estaba condenada a alumbrar nuestro gran amor y a sentir envidia de este sentimiento tan puro que nos unía a los dos.
Escuché el ulular de sirenas y pensé que ellas provenían del mar, de la voz de aquellas encantadas criaturas que cantaban para nosotros. Tú me decías que yo era un loco y que mejor me callara para poder escuchar bien, yo no quería callarme y terco como siempre te repetía cada vez más alto que te amaba… pero tú con esos labios tan dulces sellabas mi boca entregándome tu corazón en cada beso.
Las luciérnagas se hicieron presentes, y también los grillos. Las luciérnagas eran gigantescas y alumbraban todo el jardín en el cual tú te hallabas sentada, a ratos tu risa desaparecía para luego volver a aparecer y con más fuerza, tanto que ya herían mis oídos; y esos grillos, no guardaban la armonía de otros tiempos, sus gritos eran desafinados y cada vez sonaban con más desorden, también, cada vez más intensos. Entonces a mitad de mi alegría empecé a preocuparme… fue en aquel momento que cuando quise tocar tus manos con las mías, las sentí frías, ásperas… ¿qué había pasado con la suavidad de tus manos? Si hacía apenas unos minutos… y quise besarte, y me fui de bruces sobre el pavimento…
-¿Se encuentra bien señor? (alguien me tenía cogido del brazo y me levantaba). Yo estaba como en trance y con la mirada perdida te busqué por todos lados, inclusive, hasta pregunté por ti.
Fue entonces cuando me di cuenta que a mi alrededor había gente murmurando, una ambulancia estacionada y los faros de los carros alumbrándome.
-¡Si estoy bien, no se preocupe. Gracias! Solté mi brazo y me fui a sentar a una banca del parque, saqué mi licorera de bolsillo, un paquete de cigarrillos y me senté a recordar, sorbo a sorbo y haciendo rosquillas de humo, esa locura de amor.

Delalma
24/06/2013 09:38 p.m.
Poeta