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LA TARDE PIDIENDO AMOR
La tarde pidiendo amor. Aire frío, cielo gris. Muerto sol. La tarde pidiendo amor.
Pienso en sus ojos cerrados, la tarde pidiendo amor, y en sus rodillas sin sangre, la tarde pidiendo amor, y en sus manos de uñas verdes, y en su frente sin color, y en su garganta sellada. . . La tarde pidiendo amor, la tarde pidiendo amor, la tarde pidiendo amor.
No. No, que me sigue los pasos, no; que me habló, que me saluda, no; que miro pasar su entierro, no; que me sonríe, tendida, tendida, suave y tendida, sobre la tierra, tendida, muerta de una vez, tendida. . . No.
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Poeta
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MISERICORDIA Y VENGANZA ___Poema Hitita (Anterior al 1600 a. C.)
Es una plegaria publicada por primera vez en 1921 en Berlín, Versión de A. Goetze. Aquí se menciona al dios Telepino, joven dios de la vida y vegetación hijo del dios de las tormentas. Los Hititas fueron un pueblo que los hebreos llamaron HITTIM en varios lugares de la biblia. Y desaparecido hace más de 3 mil años.
MISERICORDIA Y VENGANZA ( Plegaria )
Vuelve propicio tu rostro sobre el rey y sobre la reina y sobre todos los príncipes de la tierra de Hatti. Muestra, Telepino, que eres el más potente dios, y obra tu misericordia con el rey y la reina. Dales vida, dales años y una salud sin eclipse. En sus almas pon la luz y la rebosante alegría. Concede que tengan hijos y los hijos de sus hijos, concede que tengan hijas y las hijas de sus hijas. Dales granos que sean fecundos; dales vino, dales greyes y vacadas en abundancia. Dales armas de valientes; de guerreros invencibles Pon a sus pies los contrarios, lo mismo de la izquierda que de la derecha. Aleja de esta tierra de Hatti pestes, plagas, hambre y miseria. Y para aquellos que te odian y combaten a tu pueblo, para los que se rehusan a dar culto a Telepino, y a los demás dioses de Hatti, que quieren quemar tus templos, que quieren robar tus copas rituales, la plata y el oro de tus santuarios; que quieren asolar los campos de labranza, viñedos, jardines, huertas; que quieren cautivar a los labriegos, a los viñadores y a los jardineros, a las mujeres y a las niñas... venga la maldición tuya: pestes, hambre, y la miseria en sus tierras. Pero al rey y a la reina y a los príncipes todos, concede paz y salud y largos años de vida. Dales que fértiles sean, en sus campos y en sus huertos; dales que ellos sean fecundos, en sus hijos y en sus hijas. Haya mieses, haya vides, haya árboles de gran fruto. Haya ovejas, haya toros, y cabras, cerdos y mulas, y aun abundantes sean los asnos. Haya bestias en los campos para que puedan cazarlas. Florezcan siempre, florezcan: la lluvia baje sobre ellos. Que los vientos de la dicha siempre en su morada soplen. Esto pedimos a tí para la tierra de Hatti. Responde todo el conjunto de asistentes: ¡Sea, sea!.
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Poeta
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IRREALIDADES
En la voz Ausente ¡Penan plenos! Miles Ecos, huesos, monólogos Del cielo Sin estrellas Voz ni sueño Voz ni aliento Tal vez, mar seco Tal vez, eco solo ¡Sin cielo! Vagan inocentes Memorias de ceniza Memorias de injusticia ¡Miles males hieles! Silencios solitarios Penan monolíticos ¡Sin voz! Llenos De ausencias ¡Olvidados! Tras el cielo En la tierra Inexistentes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PLEGARIA A JAFÁRA
Jafára Jafára. ¡Tú la virginal belleza!. Escúchame. ¡Cómo siempre lo haces!. Adornada de hermosos. Henos aquí oye, henos aquí sufriendo. Intercede. Con el primero. En saber. En llegar. A la gran casa. Nharine Cha Cónhe.
Intercede. Con el primero Jafára. El Primero Jafára. ¡Tú la de la excelsa belleza!. Jafára. ¡Tú la de la virginal pureza!. Intercede intercede. Jafára Jafára. Habla también con aquéllos... atáca acsufa maráma
¡Pide séanos propicios!. Hemos sido abandonados. Los mairrínhanhe maráma. Se extienden se tienden. Los maica...Los maica. Se extienden se tienden.
Por El aire que respiramos. Por La tierra en que vivimos. Sufrimos indefensos. Indefensos morimos. ¡Morimos sufrimos indefensos!.
Hemos sido abandonados. No podemos defendernos. Intercede intercede. Con el primero. En saber, en llegar, a la gran casa. Nharine Cha Cónhe.
Intercede. Con el primero. El Primero. ¡Tú la de la excelsa pureza!. Jafára. ¡Tú la de la virginal belleza!. Jafára. Pide...Pide...Pide.
Al primero en saber en llegar a la gran casa. ¡Qué aligere nuestros males!. Jafára Jafára. Y también con los otros. Con aquéllos. atáca acsufa maráma...Los buenos, los buenos. ¡Qué nos sean propicios, qué nos sean propicios!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENDENTECER Y ATENACEAR
Sobre los cielos desapareció. Los Cielos Desapareció, desapareció, desapareció. Inmóvil El Silencio. En los bordes inevitables silencio. Entre Tantas Profundas Heridas de primada ejecutoria del cortejo. Las Espadas En Lo fúnebre desnudas. Bajo la tierra enmudecida. Añeja. ¡De pronto!. Empobrecida. Flébil fleco inopinado insalubre. Entre Mixtura celeste Y Monopolios Cadavéricos Y Borrascoso alevoso en enverdecer al retorcer. Llegando en pantomima panegírica. Con El Requilorio Réquiem Con El Bicéfalo Berenjenal. ¡Más qué befa consunción del semejante!. Amoríos del patético patíbulo. Endentecer. En la sonrisa quebraja. Atenacear. En el quitasol redova. Insípido vástago del fardo. Más allá. Entre la maleable magnitud magra. Más acá.. En el tortuoso verdemar. En tal... Reverberarse opaco. Sobre Los Cielos Reduciéndose a la nada en verbos. En las cavernas inspiradas. ¡Hechos huéspedes del texto!. En la superficie imágenes negadas. En la razón despreocupada. Son Sólo Un ¡Letargo largo!. Al extremo del instante. Endentecer Y Atenacear Ecos Del Silencio. Paisaje tembloroso de lúgubre subsuelo. ¡Entre pantomima panegírica y patético patíbulo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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antes de leer piensa el mal que le haces tu al planeta y corrige tu mal,aun estamos ha tiempo.
Hoy quisiera morir, pues no queda nada en este mundo, esclavo por el hambre, hoy soy solo esclavo de lo mundano, mis pies no responden a mí solo siguen caminando, ya no escucho más que esa frase aunque ya no recuerdo su significado. Tengo sed el agua se ha terminado solo veo tierra y mucho humo a mi alrededor. Quisiera morir grito cada que amanece pues nunca llueve, y solo escapo de mi realidad cuando duermo, los mares ya no son color azul hoy se tornan negros la muerte siempre se burla de mí, solo se está divirtiendo con migo, pues solo que do yo de pie mi alma ya no puede más esta asfixiada, mis ojos lloran sangre, hoy por fin caigo de rodillas mirando al cielo. Por fin eh muerto.
dedicado a la tierra. conciencia por favor
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Poeta
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FUNESTOS MAGNATES
Concierto del gravamen canon. Magnos. Los paquidermos del muladar consumaban, felices sus asfálticos actos de exterminio, recubiertos del terciopelo de mil nombres, extinguían las semillas de la tierra. Besucher, visitatore, visiteur. De ausencias. Labradores. En los cielos. Perdonados. Resti mortali, Hülle sterbliche, dépouille mortelle. ¡Funestos más que funestos!.
Los. Magnates. Torturaban las noches de los pastos. Torturaban los magnates los parques. Infantiles huesos infructuosos solo. Funestos.
Los jóvenes collares de las perlas. Huérfanas golpeadas de las conchas. Lo que fue cuando el sol cayó de un árbol. Quemado gota a gota sin evaporarse, ningún tierno hielo abandonado, sin menoscabo ostentoso, encima de los cuerpos acartonados, tropelía titán.
Calcificados los murciélagos en las venas, ácidas como larvas de lagartos agusanados, asfixiando las pobres calles clandestinas.
Magnánimos. Opernglas, binocolo da teatro, jumelles. Cuando, el canto estremecido caía, al fondo del dormirse, amarillento en la gravedad, ligera del imán acomplejado, en la izquierda carretera, vegetal de las orugas.
Roedoras. Las pupilas de cien culebras encendían. Cosmétique roh Kosmetik cru El polvo de los pisos de los féretros. ¡Qué huían!. En las frágiles tumbas de las ardillas. Piaga, chaga, plaie... wunde Stelle.
Cuando, un enjambre de dioses desayunaban, huesos, y perforaban cráneos vacíos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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BREBAJE CALCINADO
En el silencio vieron las manos rectas. Un blanco muy liso. En su habitación pequeña. Un amarillo fresco. ¡Adaptado al problema!. Un verde más rugoso. En la ropa diferente. Del primero. Donde. Enrojecen al horizonte los sueños. atardecidos vibrantes campos. desmoronados apasionadamente. en la devoradora sangre. del granizo consagrado. del espacio incinerado. del irremediable tiempo.
¡Brebaje del brebaje, calcinado!
Cediendo los colores auditivos,
con el despertar embriagador, de joyas retenidas en un fanal,
con el silencio enmohecido, de los hurones del puño puro,
por la mirada del nunca fue, por los muros del porvenir.
¡Calcinado por el brebaje!.
Las cadenas libres flotan entre balas
Al viento encarcelado del barbecho Está el hortelano esbelta hoguera
¡Qué las flamas reclama caído!.
Brebaje. Calcinado. Donde las manos curvaron. Las esquinas esenciales. Los altares hechizados. Los callados manifiestos. Por no querer ser. El ayer adormecido. Por no querer. El mañana. Turbio. Brío.
Al clamor de los tinteros derramados
El silencio vestido de suelos En la tierra blanca del techo
Al firmamento estremeciendo La embestida mineral cueva
La hermosura vistiendo luto
En el nido del cristal ¡De la bellotas!. Con El Pincel que desendulza. ¡Tanto al durazno como al manzano!.
Con El Papel qué se huracana...
¡Entre las manos rectas que vieron el silencio!. Calcinado brebaje calcinado. Calcinado Brebaje Calcinado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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*Frutas profundas*Como Llamas frías Las brechas Indomables
Almidonan Implacables... Una tormenta de ramas, ríos, Derramando sin escamas una leyenda, ¡Frutas profundas frutas!.
En la sombra sábana tierna, en la risa que relampaguea. Esperanzadoramente Un Recuerdo. Alegremente... Victorioso entretejido en el tiempo, amalgamado, fundido el reflejo en el espejo, perfume, brillante rubí esmeralda en él. ¡Diamante monolítico, menos que líquido!.
¡Profundas frutas profundas!. Quedándose... ¿Qué dándose?... De todo, lleno del mismo temple. ¡Al que contempla su fondo!. ¡Al debatirse que llueve y arde sus tormentas!.
Lleno del mismo temple ¡Qué llueve y arde!... A veces, vuelo y pluma, ave y viento, nube bajo el lago, un océano de volcanes arrullando entre las pieles del aliento,
fruto, raíz de hojas, fragancias a lo lejos, perfumes en cada codo, código indescifrablemente sencillo, un suspiro de latidos corazones del alma.
¡Profundas... Frutas! Son A veces Muchas Puntas Redondeadamente afiladas, blandamente. Y Del plumaje el desconsuelo.
¡Brilla la balanza justa!. Del alado vestido, más allá de fuegos fríos, en dos. ¡Miradas, miriadas, emocionadamente templadas!.
Abrazados, los humildes momentos eternizados. Por... ¡El mismo mundo compartido! Y Quedan... Dándose... Jugos soñados, despiertos.
¡Frutas...Profundas! Cuando El lecho se vuelve vestido. Estando, en la tierra viendo el cielo. Los frágiles tiempos en torno. Las primaveras del espejo. ¡El mismo reflejo, desnudo, imaginado, amado!.
Con El ¡Arrullo del porvenir que palpita!. Remontando, cabellos, caballos, anhelos, triángulos, túneles abrigadores, y montañas.
Con ¡El corazón de un beso, en el fondo del sabor, suave ternura, que fusiona el tiempo y su eternidad, cultivan las pieles de relojes, desconocidos, en la distancia que evaporan!.
Las Frutas Profundas De La Raíz Al Tallo El Polen Un camino Labrando Son De firmeza La casta Dinamita. ¡Frutalmente inundadas, con la vida del amor, un mañana, llamas, frías, y una leyenda, arde, amando!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Cortina litigante de soberbia tesitura que se esparce en la sombra perspicaz de tu penumbra.
Un millar de colores ufanos se entremezclan reflejan la infortuna herencia de un abismo, aquellas ramas de débil estructura se minimizan al verse derrotadas –esclava peregrina-
Pálida envoltura, más de una triste mirada denota el gris sabor de la derrota corren en sigilo buscando refugio -sin sentido-
No es tu silencio, sino tu mirada, una mirada inerte que sedienta de guerra va muriendo con hastío –prisión disimulada-
Un centenar de individuos en hileras van cayendo hasta la tumba de un corazón oprimido, lástima que antes fue un paraíso prohibido.
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
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