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DESTINO PERDIDO
Abierto el desti No enciende ca da distinta mácula en la encina... Una maligna y fugitiva trampa de tormentas recompensas. Apagando tardes encendiendo noches... Abriendo Y descubriendo.
En el alma desmayada de pájaro un segundo de puentes dormido de año tras año pasajero elirioyendo enjar dinado y olorosa huert Alma de su Desma Yado y abrileado pájaro...
Abrí La Corola Inmaculada De Los abriles y mayos Descubriendo El destino encendido en cada faro.
Prisionero Puro En la cima del tiempo En la torre del arrobo En la noche del horizonte Cómo Rinoceronte En el filo de la llanura En el suelo de hielo. ¡Hilodio y trigalto! Como... Como un...
Prisionerofendido. Rinoceronte. Del púrpura horizonte. Del cielo encadenado. Del rebaño herido...
Abrí la llamarada. En la rebelión de los silencios. En la piedra de los afanes. En El séquito inmutable. De Sinfónicas ausencias.
Abrí El Futuro al pasado encadenado Y Dejé Fuera Todo... Todo El Destino... Pobre y solo... Perdido. ¡Perdido quedó el destino!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL HADO TIBIO
Intento el estar suspenso. Donde nace la esperanza. Frente al sollozo de la cuna. Por la noche circular. El viento. Aplaude los colores triangulares. Donde___ Puede ocurrir. ¡Lo inesperado!____ Expresado. En él.
En el cielo___ Quieto de preguntas. En el suelo___ Ausente de respuestas... ¡Aplaude!... (Aplaude, aplaude, si puedes) La duda. ¡Qué no queda!. Hablar. ¡Hablar antes de qué mueras ó te maten!. Afirmar... El filo hielo. ¡Lo qué ni el silencio niega!. En la red que araña cada hueso. En la red del hueco de la consciencia torcida. En el eco de la red atrapada.
La red. Araña. Dulce luz ó engaño. Eco. De un pequeño dedo. Ingenua esperanza. Atrapada. ¡Ahogada de sed y de vacío!. Inflexible. Suave vuela.
Suave Vuela. Suave vuela.
Llanto de una lágrima, un océano. Rígido Innegable, sable, amable. Odiable. ¡Blanco, blasonar de un bledo!. Él...¡Sólo él!. Hado. Tibio, tibio.
Abatido él. Honor de la rodilla. Rueda. El coro lisonjero de orejas vano oro. Una vez... En cada letra. Se perdió... La tinta. Voz. En cada uña. Se partió. La mano.
Intento. Me dices, ojeroso. De las pajas quejas. De un momento en el materno seno. De un momento de albedrío. ¡Sediento!. Como el desierto, de los tiempos del vacío. Desierto de los mil océanos, en un grano de arena. ¡Un grano de arena de consciencia. Libre un instante sólo!.
Vaya, vaya. ¡Ya, ya, solo en el silencio!. ¡Solo, solo!.
Sólo trágicos aplausos. (Retumbando en la consciencia). Traga... El sueño flaco. ¡Ambicioso!. De la misma forma ¡Qué un reflejo cada espejo!. El frío. ¡Fuera del hielo!. El hilo. ¡Primordial de los fantasmas! Todo... Todo. Todo títere. ¡En su jugo!. Fragancia del olvido, que persiste solo un segundo.
En La fragancia. ¡Simétrica hecha carne!. En Lo poco. ¡De la poca alma, opaca, apocado internamente!. El Hado. ¡El Hado. Tibio, tibio!.
El En el gesto del silencio del relámpago. El En la cumbre subterránea inesperada. El En las manos de la noche desplomado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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MESES POR LA VIDA...
¡Ah!. Por mayo. Ya desmayo. ¡Dices!. En la seda. ¡Con acero envuelta! Allá. Lejos. ¡Las rojas sombras!. Rojas. Rojas, hojas de los olmos y los higos, fueron vestidos de paisajes, expulsados, con la sed ahogada.
En La Cuna del abismo Aroman Íntimos adioses, las confesiones, las cadenas con sus lenguas. ¡Las inhabitables horas!. olas del insomnio en las estatuas. En Las Estatuas. ¡Estatuas, estáticas, estéticas!. En los nombres al yacer petrificados.
¡Oh!__Por Octubre__ ¡Qué descubre frío!. En la palabra__ Del silencio desgastada. El mundo perdido a diario. En la llanura de la noche hielo, hilo, espuma, un vuelo de burbuja, el hondo sonreír, poco a poco, atrás de los álamos que duelen. ¡Qué huéspedes los meses engendran y abandonan cada año el otoño!.
Y las hojas, las ramas de los sueños. ¡Verdes y amarillos despertares!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Mártires macabros
Inundado de almas se haya ahora el cielo. Sobreviviente de una tarántula palomilla. Frustrada del conocer la humana indiferencia. ¡Del huevo por el nido... Y la escama del reino!.
¡Mártires, Mártires, Mártires!.
Inundado de fracasos quedó el crepúsculo. Sumergido de absurdos pulpos lacustres. ¡Humedecida región del egoísmo nuevo!. Del prolongado alfiler y el seco tulipán.
¡Mártires macabros, Mártires macabros!.
Derramados quedaron los escarabajos. Virginales orfandades deshojadas auroras. ¡Conmovidas hostias y frágiles cordeles!. Por el anochecer de enredaderas cohibido.
¡Mártires, Mártires, Mártires!.
Derramados nadaron los rencores heridos. Lamentos obsesionados molinos leñosos. Convertidas migajas y laberintos hostiles. ¡Por el padecer encubierto de duelos!.
¡Mártires macabros, Mártires macabros!.
Devorados los nombres al ritmo de hielo. Peligrosa tortura de reclamos inclementes. Danzaron terribles posesos y pesares. Entre las respuestas de bestias mañanas.
¡Mártires, Mártires, Mártires!.
Devorados los nobles abismos etéreos. Dejaron candiles de muros asombrosos. Enfangados incansables desastre y orgía. Entre las agonías furibundas del rebaño.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Barquitos fantasma
Duermevela enrojecida cueva De remotos agujeros Los filos sin punta untados ¡Yace el sapo! De mundos chiquititos. Dónde Las Flechas. ¡Carnes hielan!.
En El Blanco vilo de un cerillo Cuevas qué cautivan con el vuelo ¡Qué pene el alma! ¡Qué pene, qué pene! Fantasma... El barco ¡De pulmonía!
Cómo fantasma... ¡Apenado! En las venas ¡Del mástil! Y Las Caderas... ¡De un clavo! ¡Frenético, plateado, platanar!
Y las sierras, abejas del cachete ¡Perfume del clavel! Saliente... De faena débil ¡Cuando... Pene, el fantasma? ¿Quién lo sabe? Blando... ¡Se aleja por las noches...! Bañado. ¡De martillos!. Y jinete.
Duermevela. ¡Resplandor de coliseo! Colérico, discípulo, endiablado.. Pretérito. Pretexto. ¡Enrojecido!. El Fantasma ¡De barquitos...!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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