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Oh dulce invierno, cubres este mundo con tu manto blanco, ya se acerca esa estación, ya se aproxima.
Es la noche mas fría, es el momento indicado, la hora de las sombras errantes, el frío infernal me castiga.
Dulce manto blanco, dulce dolor invernal, mis venas sufren este castigo, este destino no lo esperaba.
La luna brilla esta noche, donde este frío, condena mi alma, a un vacío invernal.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Morigerado Indemne (Neosurrealista )
Grita el agua luz al cielo por la noche que palidece donde el sol muere de frío.
En tanto la verdadera propuesta del transformismo es descubrir la irrealidad como portadora de cobre, con sus múltiples significados compatibles, con la tecnología comprometida, en los métodos abreviados y convencionales, del amor implacable, mas directo.
Porqué torturados están los cálidos anhelos con el bálsamo sublime del olvido rosa. ¡Qué salta, hierve y palpita seco!.
Pues la gran esperanza está, en los campos magnéticos impregnados de apatía, seis veces superior al desencanto, de la individualidad auténtica. De tal manera que la multiplicación de las muertes, parece ser el mejor sistema de humanizar la naturaleza, que camina con la visión pura.
Como la fiera que abajo espera. Entre la sombra cálida de nieve. ¡Allá dónde la suerte tiembla!.
A pesar del miedo al cultivo de las algas en cuarentena, que en solo treinta años han pintado al esfumino, con el fragor de roncas tempestades, esparciendo suaves brillos, con las pálidas ilusiones abstractas, en el alma que dilatan los vientos afilados, con la neblina de pereza.
Y besan al fuego con el ruego. Y ensombrecen con gotas al océano. Y destejen con lágrimas los sueños.
Quizás ahora, se llegue a entender las condiciones que dejan, despilfarrando el patrimonio de la verdad incontrolable, y el proceso liberador de la ignorancia rápidamente cambiante, quitando el hecho de los estímulos perturbadores de los osos, recurriendo a los caminos cerrados, por los abismos impacientes.
Por la noche que se dormía, tarde queriendo ser arroyo, tarde queriendo sembrar clavos.
Sucede entonces, que la desinformación es una necesidad, para los patos, en una suprema ironía totalmente anacrónica según los registros fósiles de la estrella más cercana, que insiste en ser ignorada... Pero en vista de las circunstancias actuales, y de la fase preoperativa, debe permanecer hasta el final del día.
En tanto ninguno esté comiéndose los dientes. En tanto ninguno esté gritando con el silencio. En tanto ninguno esté creyendo ser inútil. ¡Morigerado en el crepúsculo indemne en el alba!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HAY Autor: Vladimir Holan República Checa 1905-1980 Estudió Leyes, y es considerado por la crítica como el más importante poeta checo de la posguerra (2da.) en el Siglo XX, aunque su obra fué reconocida internacionalmente, en su país lo fué tardiamente. Este es versión de Clara Janés.
Hay
Hay destinos donde lo que carece de temblor no es sólido.
Hay amores en los que el mundo no te basta, falta un pasito.
Hay placeres en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.
Hay momentos de mutismo en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo cuestión de sexo.
Hay cabellos teñidos por un meteoro donde es el diablo quien hace la raya.
Hay soledades en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.
Hay momentos de frío en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.
Hay momentos de gravedad en los que sientes que has caído ya entre los que caen.
Hay silencios que debes expresarlos tú, ¡precisamente tú!.
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Poeta
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UN ENCARNADO FANTASMAGÓRICO
Caminando corre fugaz. sólido blando vaporoso. Cuando uno de cena siente al desayunar. Desesperado despacio destrozando al hambre. Ballenas mil elefantes cien camellos. Diez sedientos cinco ahogados. Enormes medianos y pequeños. ¡Tan solos y sólo acompañándose!. Trece horas catorce minutos. Del instante más mínimo. Del silencio menos melódico.
¡Sí!. Sin serlo a pesar de ello.
Encarnadamente sutil fantasmal. En la estancia inconstante perenne. Con la mirada hojeando el otoño. ¡Qué retoña veraniego invernal!. Frío caminando corriendo volando. Duramente reblandecido al vapor. ¡Satisfecho derecho al hecho!. De pajas adobes y vigas. Muchas noches pocas tardes una mañana. Del hombre que del hambre come. Solo alambres en lumbre y poca carne.
¡No!. Y no solo eso además.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AGALBANADO ZAMBOMBO (Texto Neosurrealista)
Aquí dormía la noche por la tarde enamorada de un guante con el frío sublime liso altivo en la ceniza de un sí rastrero honesto.
Un sí con el poder de robar. Un no al engaño ausente. Un nunca al honor viejo.
Y en consonancia con la eliminación manual de las moscas, y los productos importados para el descortezado de árboles, entre los que se cuentan las novelas que han seguido sentadas en cada silla y el miedo a las ovejas, que han hecho un cosa gris a la espada maltratada con toda la calamidad de ver crecer las papas y los rábanos desde abajo...
Destacan por otra parte, los vestidos musculosos en los juegos con sal de uvas, los teléfonos solitarios organizando conmovedores mensajes a los gusanos que no se dejan de mover como el tocino en su auto, con los marsupiales aplaudiendo al campo magnético templado en el ambiente del acarreo de los aerosoles, sin olvidar los marcadores fluorescentes, dónde es posible encontrar las diferencias con las arañas rojas en las erupciones de aranceles amenos, y los primeros primates de níquel, con las más modernas técnicas de cultivo del azufre con plomo, entre casas y chozas que sacan la lengua a los pisos de basalto, y sedimentos del clima al fallecer las capas tectónicas, por no tener saber del cuidado del aire, y dejar que se elevara la toxicidad de los cubos puntiagudos con el magma endurecido...
¡Vaya encorbatados! Son el conjunto de la vocación iconoclasta que está fabricando pasta, pastel y plástico en el mismo nivel temático que resta importancia al agua tibia, lejos del determinismo y la teoría del reflejo, por el culturalismo desbordante de los dedos incomprensivos en una tarde de comitiva menos elitista que cualquier mañana vana, anulando la vieja certidumbre más exigente de trapos, si bien, menos instrumental cuando se cambia el suelo y el tapete al márgen del nombre que alcanzó la primera madurez del escarabajo con la gracia displicente, y la claridad de las uñas de suaves colmillos embusteros.
Bueno, sentadas las bases en la punta de los patrones enigmáticos de los terremotos, es necesario pensar en el arrastre atmosférico sobre las naves espaciales que solucionan sin preocupación la mínimas injusticias de los satélites en órbita, en tanto se enfrían los huevos del desayuno, por las corrientes de convección causadas por el calor ascendente que impulsa el dinamo de la más pura consciencia humana encargada del cuidado micótico. Aunque, desde luego, cualquier lágrima puede haber sido causada por el polvo en el aire, sospechoso de los datos en el laboratorio de los rábanos, y las reducciones drásticas en los paneles solares y las turbinas de algodón.
Así que, por este simbólico zambombo, hay esperanza para la cera... Así como, para las mesas que optaron por dar un paseo e identificar los focos fundidos sin prenderlos, y con la manada de elogios de las granjas y el ganado, y el mayor sombrero de los ácaros en la población de aviadores , y la matanza de cadáveres con luces intermitentes ruidosas. Para eso es el soporte matemático, que pone en duda el rojo de la sangre, el dolor por la muerte infame y la buena voluntad del apropiarse de los bienes ajenos, dentro de la mayor legalidad estadísticamente menos improbable.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ESPIGADO PRETÉRITO
Como mil trigos del que suelo nombrar yo atigrado campo y a quién muchos ven amarillento. ¡Porqué es amar y llanto el suelo cultivado!.
En el fracaso pretérito espigado. Fracaso. Pretérito. Espigado.
Y del bien perdido en la sequía. ¿Qué nos espera sino hambre, abusos y explotación?. ¡Oh, sed del agua misma seca!.
Sentir que en ello apoyo. ha de estar raudo. Antes olvidara el hielo, de darnos frío.
Esta historia ya se sabe. por el sabor que pesa pasando. en el pesar al pasar sabiendo. ¡Insípido el pasado espinado todo ahora!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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FRAGOR INSÓLITO
Será en el ayer El ruido de la montaña perdido en la noche Porqué al desdar habrá entrevisto. ¡Qué retorna en la luna débil!. Insólito fragor. De los cristales ahumados. En los pétalos del silencio...¡Cómo cubos plenos!. Esferas agudas, incólume incultura, arrugada nube. Y lo qué entrevea cada cuna. Del humo simétrico. ¡Con la destreza del jade!. Insólito.
¡Dónde la edad se moja volando!. Al fragor del trigal. Con un pequeño anhelo embotellado del filo frecuente. Ayer será, dicen qué dijo, me dices. En la cosecha del rocío ermitaño. Y tal vez entreviesen la tormenta, piensas decirme. Como cada mes fugaz en la mañana. En el cobertizo qué hubieron contradicho. Lo que anuncia una cabaña tímida y tibia.
Del ruido de la noche barrida. Por la risa de los pinos abundante. ¡Dónde se ha perdido el último sabor frío! Por más qué contradiga la calle sigiloso... Dices, pienso. ¡Con el olor del tiempo blando!. ¡Fragor insólito!. En las aves del pañuelo café. Del vaso verde césped. Un huésped, solo. ¡En la sombra qué vibra evidente!. Aún antes qué contradigan las arañas... Del tiempo. Con la mirada del vaso suficiente párpado y retina. Aun después qué contradijeren las telarañas. Ignorantes.
Por el fondo del cabello alegre, al desencantar el descontento. ¡Insólito!____ Como se ha perdido. un cuadro, en el cubo. En el ruido, en la ruta incierta, en la puerta infeliz, al fragor. Del trino imagen, de auroras esbeltas, murmullo frondoso. ¡He quedado, como el forjador de las quimeras malogrado!. ¡Dices!___Qué digo: En el insólito fragor, olvidada la marca inicial. En la montaña de noches donde el silencio anida.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PRO SENECTUTE __Miguel Antonio Caro ( Colombiano )
PRO SENECTUTE ( Soneto )
Tú, que emprendiste bajo albor temprano la áspera senda con ardiente brío, y ahora, inclinado y con andar tardío, rigiendo vas el báculo de anciano; torpe el sentido y el cabello cano no te acobarden; ni el sepulcro frío contemples con doliente desvarío, de rápido descenso el fin cercano. Fúlgida luz la vista te oscurece; argentó tu cabeza nieve pura; cesas de oir, porque el silencio crece; te encorvas, porque vences la fragura; anhelas, porque el aire se enrarece; llegando vas a coronar la altura.
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Poeta
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INCONSCIENCIA CIRCULANTE
Solo el pasado viene delante. Es el azul frío en los corredores del bosque el que muda las hojas de ojos alados. ¿Quién duda del rojo del llanto y del blando diamante esponjoso?. Del perfume y de la luz sepultados en la dura ley del tiempo bajo la tierra con la ardiente flor sangrante hecha solo de ausencias permanentes bajo las sábanas mortuorias hermanas del más allá sombrío. Porqué desde el aire se abren las puertas rechazando el agua que dibuja sus olorosas lágrimas qué desgarran el silencio pálido en la frente con sus nuevos procedimientos expresivos. Pensaba y decía:
Anteayer nadie esperaba morirse pensando vivir en esa mínima realidad torcida que tejía caminando los intentos ficticios qué también surgen del espacio soñado en la forma más amplia como un acto de ruptura sin limitación. Cuando el descuido acecha cualquier atención despeinada, y en la memoria derramado el olvido cansado de apatía entre las brumas y mortales estertores.
Afuera el calor a sábado golpeaba la casa sin mostrar ninguna impaciencia en el libro de registro de huéspedes de manera que había oportunidad de hacer grandes cosas con la frescura de esa estupenda ocasión. Se quedó pensando un largo rato. No se oía ni una mosca. Desmontó la nube y la quitó del cuadro con un trozo de lápiz. Simplemente se había cansado de estar inclinando la cabeza en los ascensores, y pasillos de la carrera de atropellos, sintiéndose como un marginado hundido. Y allí se quedó, mirando al suelo subir por las paredes con los ojos encendidos, con las plantas secándose al sol acuosas.
Luego el techo se burlaba de él porqué no asentía ni comprendía. Recordó también que aquel año había gritado más que de costumbre, hablando de inseguridad, y que lo habían ignorado demasiado. Unos hombres que estaban en el patio saltaron a una fuente, y lo alcanzaron y sacaron cuando ya había decorado mucho vapor; lo llevaron a la montaña. Estuvo unos meses en silla de ruedas. Además de morirse un poco entre las piedras estoicas por la vejez de los pueblos con las huellas de los fantasmas y truenos. Algo giraba en su cerebro perdido, y la memoria era una hoja blanca qué de pronto desaparecía para luego surgir, del otro lado, recubierta de ilusiones indiferentes con soles empapados de noches arrastrados de amarguras en el mar de una patria vacía dónde aún hoy se aproximan las miradas catastróficas.
Delante, el pasado languidecía, y luego moría naturalmente, sin saberlo y sin quererlo. Esta vez, el mismo se había conseguido un regenerado sufrimiento, el que sabiendo como iban las cosas soportaba otra dura y apremiante prueba. Era una extraña escalera cubierta de una fina película de olvido, dentro, se veía una enorme habitación que a continuación se cierra entre las caricias solitarias y el dolor de la voz de amargos densos con el aluminio del viento. ¿Inconsciencia, agonía perenne, fracaso?.
Circular por la vida y la muerte, con el rubor en los dientes del suelo y los peces adorando unos caballos se encontraban las orugas entrelazadas a lo lejos con los blancos alaridos de las noches en el viento equivocado de la nieve... Pensaba y soñaba. ¡Tal vez no!. ¿Quién podría saberlo?. Levantó las cortinas, y la mañana se había esfumado llevándose la noche y su recuerdo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Por seu amor, eu falo je t’aime ou então i love you.
Por seu amor, enfrento tempestade e até o frio do sul.
Por seu amor, o céu cinzento se desdobra em azul.
Por seu amor, a rima pobre, de repente fica rica.
Pois o amor é nobre. E tudo que ele encobre, logo se modifica.
AJ Cardiais
imagem: google
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Poeta
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