|
Nos conocimos entre canciones y poemas, vos y yo, y fue tanta nuestra conexión en todo, que nos sentimos dueños de la creación, o inventores del amor y la equidad al menos. Y cuando quisimos acordar, sin darnos cuenta nos juntamos a vivir.
Pero un día el sol salió distinto, o no sé lo que pasó que te vi mal y cuando te tiré la frase de que: ‘El mérito no está en la perfecta afinidad sino en disentir y poder armonizar’, me zampaste que: “¡Basta de filosofía! ¡A mí no me Jorge Luis Borgees más ni me Mario Benedetees ni me Joan Manuel Serratees ni me Joaquín Sabinees porque hay que trabajar y esos, no nos dan de comer!...”
Y yo sentí que me ahogaba: El cielo se me volvió negro y la única luz que brillaba eras vos; como una deidad hipócrita que me engañó para poderme esclavizar.
Entre rayos, centellas y lava de los ojos en que más amor vi para mí en mi vida, también me restringiste aludir nada sobre nuestro amado Rock Nacional: "¡Y no me Cuarteto de Nosees ni me No Te Va Gustarees ni me Trotsky Vengaranees ni me Indio Solarisees porque hay que trabajar y esos, no nos dan de comer!...”
Y yo sentí que me ahogaba: El cielo se me volvió negro y la única luz que brillaba eras vos; como una deidad hipócrita que me engañó para poderme esclavizar.
Y para que no me quedaran dudas ni más recursos idealistas, me coartaste también con el folclore: “¡Y tampoco me Atahualpa Yupanquees ni me Horacio Guaranycees ni me Alfredo Zitarrosees ni me José Carbajalees porque hay que trabajar y esos, no nos dan de comer!...”
Y yo sentí que me ahogaba: El cielo se me volvió negro y la única luz que brillaba eras vos; como una deidad hipócrita que me engañó para poderme esclavizar.
¡Y me aventé por la ventana para salvar el resto de mi corazón y su ilusión y nunca más te volví a ver! Y aquí estoy: tirado de espaldas en el pasto en pleno derecho de utopía existencial esperando que empiece el recital sin importar de quién.
Safe Creative: 1410012249196
|
Poeta
|
|
Este artículo o categoría puede incluir contenido sensible. ¿Seguro que quieres leer?
roxy el final porque lo nuestro no dio para mas por tu frialdad y desamor por tu dolor me gustan las chicas duras pero no como ese3 vacio que provocaste yaq no te quiero aunque mantengo una llama encendida por los buenos recuerdos y por tu ewscencia y tu quimica que hizo sobrevivir este amor por eso te digo adios siempre te amare apesar de todo y de todos tu tr5aicion es el fin por eso te digo no
|
Poeta
|
|
A esta altura de mi vida, más que nunca, una lluvia calma cae sobre mi corazón. Siempre disfruté de la lluvia, la neblina entre los árboles o edificios y esas cosas grises del tiempo, más que los días de sol. Los días rozagantes y despejados son para todos, los grises no. No es por egoísmo ni exclusividad que los prefiero, sino por misantropía natural de mi espíritu que elije esos días como mi sentimiento elije explorar los dominios del desamor. Alguien tiene que hacerlo, me dije una vez, el desamor está muy solo y debe ser indagado y hasta asistido, quizá, con un abrazo sabedor de desconsuelos. Puro amor, puro amor es como día soleado y fácil; no tiene misterio a mi gusto y al final, reseca ilusiones. Sol de mañana y de tarde sol, qué otra cosa. No tiene el enigma de un día nublado; de lo que además de lluvia se traen sus dedos de carbonero colosal ni lo arcano de la niebla o los ojos grises del desamor. No tiene la poesía de la pena. No, no, los días de sol no son para mí... Pero puedo refugiarte hasta que escampe.
Safe Creative: 1409151973222
|
Poeta
|
|
Tras nuestra despedida, (aplazada una vez más) como anhelada redención conciliatoria y hasta feliz al menos de mi parte, hicimos el amor.
Casi al final, mío, empezaste a llorar en silencio. Lloraste por tu cuenta como a veces. Lloraste sobriamente como nunca. Te pregunté el porqué y me dijiste algo referente al amor a salvo.
No me dijiste la verdad y no sé hasta hoy si lloraste por ya no amarme o porque me engañaste con alguien más y te remordía. Si te arrepentiste de no irte por lástima de mí, de los dos o de no irte. O si no sabías lo que querías, o todo junto.
Lo que sí sé, es que no lloraste por amor a salvo, ya que poco tiempo después nuestros años de convivencia se partieron en dos como una foto nuestra y sin más tema nos despedimos para siempre.
Pero con miras de hasta el fin de mis días, me persigue la incógnita de aquel llanto que aún sin saber su motivo me convenció que tu entereza de ‘pareja indestructible’ renunció por algo que jamás me revelaste.
Y eso es lo que me tiene mal; perder sí, pero sabiendo el motivo de aquel llanto cuyo mistero tiene la clave de quién fui y soy ante tus ojos y se me antoja que a los ojos del mundo. Si descifrara tu impulso podría subsanar mi error, pienso, porque no puedo andar por la vida fallando de ese modo.
Pero por compasión, temor a más prórroga, simple desinterés o lo que demonio sea, no me ayudaste y me hiciste más daño todavía.
Sé que en alguna de mis conjeturas y en aquel llanto tuyo está el secreto de nuestro fin y a no ser ya de tu boca, únicamente la intuición de otra mujer, imparcial si es posible, tendría, creo, la condición de esclarecer ese misterio que a veces me ahonda buscando mi propia vertiente y la halla y la libera y no sé si mi lágrima tiene razón de ser.
Mientras, aquel triste enigma tuyo seguirá manando de mi congoja y yo reflexionando sobre lo que no entendí de nosotros en tu desamor; aquel llanto que hoy me importa más que vos.
Safe Creative: 1405090830282
|
Poeta
|
|
Cual boya estaba la luna a mi anzuelo aparejada procurando en agua oscura mi sustento en la jornada.
Pescador, yo conocí, en la margen enfrentada, a una moza que de allí, con cautela me miraba.
Y tal como sauce verde di raíz a mi barranca, esperando muy paciente que pez o pasión, picaran.
Amarla, yo conseguí, pues consintió ser amada y tres veces más la vi y me juró que me amaba.
Mas enredó mi ilusión como entre juncos mi tanza y me llevó el corazón como si fuese carnada.
Nunca más la volví a ver a no ser en mi nostalgia. ¿Comprometida tal vez estaría, o desposada?
Ciertas noches me aproximo al borde de la cañada con el pobre anhelo mío de ver su faz reflejada.
Al ser un pez liberal que mis anzuelos burlara con mi pasión por solaz, del amor, mucho ignoraba.
Sauce mustio me torné ante el agua desganada, donde la luna es lo que es…
Sólo una boya olvidada.
|
Poeta
|
|
Cuando abrazo al amor, abrazo al odio, veo la felicidad, veo la tristeza.
Existe la vida, también existe la muerte, las dos caras de la luna, su claridad, y su oscuridad.
La balanza de la vida, en su máximo equilibrio, lo divino, y lo siniestro, conviven entre si.
Siento el romance, siento la tragedia, ambas cosas son necesarias, al igual que la unión entre hombre y mujer, la balanza no debe ser alterada.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
|
Poeta
|
|
Meu coração não está batendo... Ele está soluçando.
Meu coração esta sofrendo por ver as coisas que eu venho aguentando...
Meu coração está chorando por não poder dar um jeito em toda essa situação...
Meu coração por amar demais pede perdão.
A.J. Cardiais imagem: google
|
Poeta
|
|
Llega el otoño mientras tu amor emigra. Las hojas del parral caen y danzan en torno mío bajo el cielo gris, aprovechando los suaves espirales que sopla mi tristeza.
El portal, el patio, la casa, surcada su mejilla por una lágrima caracol, están serios como dolientes después de un entierro y mi gato, como tu amor, duerme desentendido entre las hojas.
Y yo, solo de tu apoteosis, me siento manso a contemplarme en las manos los años perdidos y el código ya inútil de haberle enriquecido entre ambos el idioma a la pasión.
Solo, hasta éste poema mira hacia donde te fuiste. Y me pregunto dónde iré sin tu verano amable, sin la túnica de pájaros conque me arropabas cada vez. Solo, ya que éste poema no ama más que a ti.
|
Poeta
|
|
Me amas, pero no lo demuestras, te hablo, pero no me escuchas, quiero estar contigo, pero te alejas de mi.
Quiero darte mi corazón, pero lo destrozas, quiero que me abraces, pero tu no reaccionas.
Quiero verte, pero tu no me vez, eres sincera, pero no conmigo.
No me gustan las malas intenciones, pero tu no quieres ni hablarme, no logro entenderte, por lo cual no quieres estar conmigo, algo no anda bien contigo, algo hace que te alejes de mi.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
|
Poeta
|
|
Cual advierte el mar a la osada barca que lo hiere, te advertí yo, sobre perfidias: ‘No juegues conmigo’. Pese a ello, con mis nervios a flor de piel, como el mar, te escuché decir que ya no me querías, y como el mar, arrastré tu desdén a las profundidades de mi abismo.
Sé que tu egolatría, disfrazada de sumisa pescadora, despechada, me hiere con ahínco cuando puede, y yo, afligido cual piadoso, la alimento como el mar: simulo que me diezmas el presente, y como el mar, preservo astuto, mi romántico cardume de tus redes.
Pero a veces, a veces, esparciendo melancólico mis lágrimas por el sendero, llego hasta tu boca y perfumo tus labios con mi aliento, como el mar. Robo, de sombra, tu silueta ansiada y como el mar, la destino al intrínseco hermetismo de mis ostras.
Podría pedirte que vuelvas a surcar mis latitudes, que recales en cada bahía de mi alma atormentada, pero a más de benévolo, soy orgulloso, como el mar; e iracundo, si reincides, podría recluirte, como el mar, náufraga perenne en mi peñasco de sirenas olvidadas.
Y a ti te quiero bajo mi pecho, como un día toda la tierra.
|
Poeta
|
|