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Sin Ti
Dolores Ruiz Macenas vive la desolación del desamor cuando su pareja se muere en un accidente y acaba se involucrando en el alcoholismo y una profunda depresión. A su lado están Marimar Gonzalo, su mejor amiga desde el cole y confidente fiel para todas las horas, aunque crea que Dolores sería más feliz si no fuera lesbiana, y su hermano Fernando Ruiz Macenas, quien tampoco cree en una posible superación por parte de Lola.
Del otro lado están la hermana de la muerta, Miranda Sisto, y el ex – novio de los tiempos de secundaria, Juan Manuel Herrera, ambos culpándole a Dolores por la muerte de la chava. En el medio se encuentran Paloma Díaz, Fernanda Palacios y Mario Vega, quienes no conocen a Lola, pero no acreditan en su culpabilidad.
Todos encadenados por la muerte de Azucena Sisto, la historia se desarrolla en torno de Dolores y Fernanda, quien también sufre con un amor perdido y busca enderechar su vida volviendo al México para vivir con Paloma, su mejor amiga. Al paso que su ternura muchas veces le trae problemas, es lo que la lleva a acercarse de Lola y convertirlas en amigas. ¿Pero quién sabe a qué sus sufrimientos las pueden llevar?
Una historia de amor y sus consecuencias más duras, que pone a la prueba la devoción y la vida basada en un sentimiento cruel e irracional.
Escrita por Anna Carolina Rizzon.
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Poeta
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Fúnebres pesares, açoita-me a alma E eu, à janela, nada além permeio Do quê uma tempestade que aos poucos se acalma Dado o timbre dum lúgubre regorjeio. Fúnebres pesares, infindas condolências Aos beijos que se foram e jamais voltarão; O quê me queda senão a reminiscência De anos que somente passarão?
Pobres infelizes encantados por um amor tardio E eu, à janela, nada além permeio Do quê os invernos que já não trazem frio Se não uma primavera que tampouco eu semeio. Pobres poetas desfigurados pelo romantismo E homens destituídos por palavras sem nexo. De quê vale tão boçal ilusionismo Quando, no fim, é sempre tudo sexo?
Mas confesso-vos que também cedo eu ao pecado E é por isso tamanho alarde: Como posso condenar um ser amado Quando hoje já é tarde? Eu apenas resguardo uns poucos beijos pelas nuances E umas poucas carícias em lugares indevidos; Sofismo-me à janela para que me amanse A ternura destes momentos perdidos...
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Poeta
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Me haré viento para volar hasta encontrarte hallarás aromas conocidos en el aire… en tibio beso rozaré tu boca y tus mejillas me verás como un fantasma tomando tu cintura. Por inaudito que parezca, oirás viejas canciones y poemas que eran nuestros girando en torno a ti… como un rumor del viento. Tendrás un pequeño desvarío… abrazarás la brisa esperando de mis labios sentir el beso amante… y extrañarás de mí, lo que yo extraño de ti. Me creerás a tu lado como antes… con mi amor, mis besos y caricias, entornando los ojos musitarás mi nombre… sonriendo por bellos recuerdos, vivos en la lejanía. Sentirás mi cuerpo apartándose del tuyo lágrimas de dolor rodarán por tus mejillas, querrás tenerme… y no podrás detenerme. ¿Qué sucede mi amor? ¿Alguna pena escondida? ¿Acaso el recuerdo de algún viejo querer?; a tu lado, tal vez, alguien preguntará… y volverás a la dolorosa y cruda realidad. Enjugando tus lágrimas y ocultando tu pena, pensando en mí responderás… ¡No!... ¡Es el viento que me entró en los ojos!… -Bien, entonces yo llevaré a la nena. delalma
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Poeta
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Tengo la desgracia de vivir para sentir cómo duele tu recuerdo… saber cómo pierden el perfume y su color tus bellas cartas de amor. Leerlas en silencio… y en cada palabra… oír tu voz, ellas, al igual que tú, tenían los colores de la primavera y la alegría del verano. Ahora veo amarillear las azucenas y desfallecer los alhelíes hojas blancas tus cartas primorosas, barridas con mis lágrimas… letras ya borrosas en opiácea espera cotidiana. He sentido dentro de mi pecho los latidos de tu corazón… al otoño he abierto puertas con tristeza… ¡todo lleva el viento, menos tu recuerdo!. He caminado entre viñedos y sus frutos y bebido el jugo de la vid… Atesorando una botella en dipsómano letargo esperando que de ella salgas tú… ¡Mi Reina! He tenido entre mis manos tu amor lejano y fluye a borbotones la sangre por mis venas extrañando tu cintura en el invierno… y el calor infinito de tu cuerpo. Se me ha ido la vida en esos avatares y me he quedado pensando en todo lo que fuimos… y que no seremos más. Delalma
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Poeta
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Cuando el ardiente verano se torne gris y ya no queme, como quema la sangre de mis venas… Cuando el viento de Otoño con leve y fresca brisa, haga temblar tú cansina figura… cuando en invierno sientas frio, busques y no encuentras prestos mis brazos para cobijarte… Cuando al alba en primavera el rocío no acaricie más… tus aun lozanas mejillas Cuando el paso de los años hayan cubierto de nieve eterna tu blonda cabellera… Comprenderás entonces vida mía que la llama de amor que en mí encendiste un día, en feroz infierno se tornó y de tú amor, sólo cenizas… dejó.
Delalma
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Poeta
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Cuentan los marineros que al atardecer, ven radiante a una novia pasear por el mar del brazo de un mozo que es su querer… y que arroja a la playa… sus flores de azahar.
..................................... Que será lo que encanta a una bella mujer de serena mirada y cuerpo inquietante, a caminar por la playa a la orilla del mar mirar y andar… y volver a mirar. Antes del poniente… bajo un sol inclemente de albo color aparecía a diario para contemplar, ya no sé si era al mar o el atardecer, con el sol venía y con la luna partía. No podría decir que era mi orilla particular… pero si mi lugar predilecto para escribir y soñar… atisbando sirenas… prestas a dejarse atrapar mientras disfrutaban del embrujo del mar. Así, ella, una tarde surgió, blanca y delgada pelo dorado, ojos claros y mirada sublime, y lo sé porque alguna vez me miró pero jamás conmigo, ni con nadie habló. Como una novia vestía siempre de blanco con flores y encajes de igual color, mudaba a veces por uno de flores vivaces, pero níveo, como la espuma de las olas del mar. Siempre puntual, antes del ocaso venía a rondar. Por la pleamar bañado el vestido… en la tarde crepuscular… se alejaba, con nuevo sol… por el piélago regresaba. Una tarde de Mayo, cuando el viento de Otoño es más frio y más fuerte y las olas se hacen mayores… llegó como siempre, linda y de blanco, con un marinero conversó… y a la orilla se sentó. La vi sonreír… o quizás… ¿llorar?, Antes del anochecer ella se quitó el vestido, el brasiere y la braga, me regaló una sonrisa y se internó en el mar… hasta el alba la esperé… nunca más la vi.
A bordo de una gabarra… un buen trecho remé, cuando ya la costa no se avistaba, en altamar, vestido, brasiere y braga, de la dama dejé pues ese era el ara, de la novia del mar.
Delalma
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Poeta
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La pasión se apoderó de mis sentidos en el irrefrenable placer de los gemidos, aunque nada en el amor es prohibido siento que fui más allá de lo permitido. ………………………………………………………… Corcel sin brida ni correajes fui… a campo abierto cabalgué por las praderas, verde valles, verde montes, hierba fresca en aromas de tu cuerpo y de tu boca. De almizcle el cuerpo lleno me abrazabas mordí del verde pasto de tus llanos, abrevando de las azules tectónicas lagunas en el borde mismo de tu paraíso. Sin sentirlo el noble bronco fue domado por los besos y el frenesí de tus caricias caí de espaldas y en la seda, con ansias La Godiva, trepó sobre el fiel domesticado. En el intercambio de bellos madrigales también hubo los de personalidades, y fui caballero andante en la montura de la más hermosa y suave criatura. Ardiendo entre la pasión y el desespero noche a noche repetir la magia espero, de momentos en que a grupa me llevaste por caminos ondulantes, saciando mis deseos. Delalma Miércoles, 25 de agosto de 2010
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Poeta
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En una barca con velas al viento, Sin rumbo… Mi corazón marinero, sus alas desplegaba, Asoleando recuerdos y sueños, todos vanamente perdidos… Sin apuro, con sedal en las manos, la perca esperaba. El viento lejano y ausente, sus notas, ya no entonaba… El silencio, mi compañía, se hacía melancolía, Pero ocurrió que un milagro de amor, llegó como brisa. Nunca conocí mujer alguna, Ni tanta belleza junta Que hiciera saltar a mi corazón… Como cuando la vi. Los milagros de amor existen, Ahora puedo dar fe, Viniste a mi encuentro niña morena, piel de canela… Como Hada, de cuentos que no se han escrito, Llegaste a mi lado para escribir la mejor historia de amor, nunca antes pensada. Una pequeña estrellita que tímidamente brillaba… ¡Ahora es un sol! Más radiante y más bella que la primavera cascada de versos en su cabellera, color encendido, apasionado, en su cara y sus labios. Yo la esperaba, siempre la quise, ella sin duda igual haciendo cabriolas me lleva en el aire, abandono la barca que era mi vida y en alas su amor bendito… me alejo.
Delalma Martes, 12 de octubre de 2010
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Poeta
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Cómo explicar los secretos caminos del amor,
miradas misteriosas que se encuentran al azar,
y se sienten en el pecho corazones palpitar
cuando dos ardientes cuerpos, se rozan al amar.
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En oscura noche sin sentido, mi vida transcurría,
ya perdida la ilusión que había soñado
ocultaba mi quebranto al nuevo día
en vanos placeres de lujuria refugiado.
Pero hallé tu puerto a mitad de la tormenta
cuando a la deriva, sin rumbo me alejaba
me enamoré del susurro de tu voz
y de las sinuosas formas de tu cuerpo.
Salvación para mi alma y mi tormento
aliento para un desvencijado corazón,
luz en las tinieblas, claro firmamento
vino y pan, en el infortunio de la cognición.
Desde el primer instante yo me enamoré
como del mar se enamora la gaviota
divisando en ella su único sustento,
eso fuiste para mí, desde que en sueños te besé
Delalma
Martes, 24 de agosto de 2010
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Poeta
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Tú eres parte de mi vida dueña de mi alma de mis sueños y locuras, siempre sonriente y comprensiva. Aunque en el vuelo me extravíe, en el nido, paciente esperas.
Prisionero soy de tu cariño de tu nombre que no olvido, que conmigo llevo como talismán clavado en el corazón. Dulce tormento que no agobia porque sé que tú me amas.
Quiero brindar por la suerte de vivir encadenado a ti, tengo hambre de decirlo porque dos caminos iguales cada mil años se juntan y en éste milenio, los nuestros se juntaron.
Me quita el sueño tu mirada y por las noches, tatuada dejas en mi piel tu boca. Cada encuentro contigo es una feliz y nueva aventura, anclado a la vera de tu puerto.
Déjame quererte como te quiero y quiéreme siempre igual porque más… sólo yo puedo quererte. Yo tengo para ti, lleno de amor el corazón y las manos como garfios para asirme a tus encantos.
El día que yo muera quiero que sólo tus manos me toquen para llevarme ángel mío, de recuerdo la suavidad de tus caricias el brillo de tus ojos y tus lágrimas, el rocío de tu amor.
Delalma Martes, 05 de octubre de 2010
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Poeta
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