Poemas :  Arromboidados... (Visual experimental)
ARROMBOIDADOS

Y
él
con
ella
danza
debajo
enviada
impávida
iluminada
legendaria
orgullosa
perpetua
posible
proeza
ideal
será
con
él
Y

Romboidal espiral pasional
Amándose sintiéndose rosándose
Encaracolados poliédricos humanos

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

Referencia útil es
https://es.wikipedia.org/wiki/Poes%C3%ADa_visual
Poeta

Cuentos :  Imposible no contarlo
IMPOSIBLE NO CONTARLO

La carreta danza duramente sobre las puras arenas,
como un camello perdido. Un lagarto rondaba, con el
tibio desaliento de un libro viejo por el amplio armario
de pisos lustrosos entre los sillones. ¿Cómo no contarlo?.


Escenas similares se repetían en todos los techos de la
prehistoria fervientemente unida por la indignación de las
bodegas de humildes arsenales contra los estuches agitados
de la hermosa noche de verano. ¡Y más aún!.
Porque los cazadores se han vuelto flores cómplices de piernas
gruesas en las hojas infieles a las cejas y semillas nacaradas
al compás de las pupilas. Sobre todo cuando la noche su crespón
levanta los altos biombos a través de las rejas con recato para que
disfrute la molicie seductora la mesura radiosa de los nutridos geranios.
Imposible no contarlo siendo sus caras tan baratas derramadas de la mesa
en el pabellón de la siniestra mano, sin cuentas, sin poder contarlas por el
fuerte arnés que pide al tintero el suelo retorcido en el estrépito ligero en
el peligro de la suerte aciaga y el baile inclemente de luceros y pañuelos.


El viento, tan gris de tarde por el horizonte, sembraba importantes ramas
en el interior de un árido lago agudo, comunmente situado en el crepúsculo
y las espinas de piedra qué no saben resistirse a la belleza de la ausencia
qué abre túneles al océano más dulce tratando de parecer normal frente al
féretro de nunca acabar. En la madurez del año qué enmudece su timbre
cristalino sobre el silencio diáfano del mango airoso con la paciencia de
las grandes aflicciones dónde un beso mórbido palpita al níveo seno.
La mayoría de la gente subía al cielo descuidada y trataba de vestirse de
sorpresa con la longitud desmesurada de las playas asoladas arrojando
los martillos.

Si no me equivoco ya reposan las montañas tejiendo los olvidos a las puertas
en la timidez de las ventanas, con el juicio de las culpas y las redes de los ductos
para la distribución de sus derivados de cabello ondeante, cielo verde y camisa
en los ardores de la brisa como nunca en la vida suele darse al augusto crisol.

Ya claro se adaptan para procesar una mayor salida del eco dormido entre los
inmóviles altares, qué llevan consigo la gracia de las plantas y el candor
orgulloso de las espadas egoístas. Y llevan a cabo una renovación en la
estructura de los huecos, inaugurando la organización de manchas rojas para
lograr un control de los espejos qué se avergonzarían de la mejor adecuación
de un lecho sin ganas de levantarse para cumplir con su programa de sustitución
del surco y la negrura del arado en los flancos bajo una pesada carga.
Así ha sido, porqué amarilla se desarrolla al rededor de la espera gris naranja
del centímetro cercano al ideal del alma en primavera por el aleteo de tórtolas
en la necesidad indeleble de la urgencia. Y obligando a elevar el precio de
cualquier ausencia no demasiado insoportable, quitando el polvo del fuego
brumoso, tal vez suavizándose entre los pañuelos horizontales del atardecer
muy temprano ya acostumbrados a las insignificancias.

Pues sí, es imposible no contarlo, desterrada la beldad del paraíso cediendo
a la opinión qué se derrumba ante la niebla tenue, impenetrable y mudo por
la cima helada y cruel del valor moribundo, tromba rauda de escamosa espuma.
Siendo qué ya entonces hubiera querido estar solo con el ruido seco, mezclado
tenazmente, aproximándose a la mesa en qué dialoga un plato con su cuchara
y los poetas hurgan en su bolsillo de palabras, reproduciendo como levantar el
cielo de los amores perdidos, en los metálicos placeres de las edades idas, y
agarrándose a una puerta en turnos de cuatro horas empujando la obscuridad
alarmante, preguntándose porqué yo he de cargar con mi destino catalogando
los fracasos ajenos en el techo vestido de una cárcel vestida con letreros del
no siga lo que tan rápido se olvida en la balanza de los golpes y donde la
esperanza se refugia hecha añicos... Y la carreta ha olvidado que fue feliz.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  ELEGIA DEL TACTO
ELEGIA DEL TACTO

Es el instante en que la sumergida flor del tacto,
la flor única,
de pétalos móviles
distribuídos en los dedos,
se inclina suavemente para soñar.
Y sueña.
El tacto
sueña
con térmicos y largos promontorios,
y con profundidad de terciopelos
a nivel de latentes superficies.
Toca las perlas que no hallamos en las bajas mares
del ser líquido.
Sepárase del cuerpo y así la flor del tacto
sostiénese en atmósferas astrales,
y danza
como la luz,
el tacto
danza
en un difuso mundo de sedas y de espinas.
La piel tiene ese ambiguo color de la hierba madura
en la sombra.
Las voces del día
duermen,
coronadas de musgos silenciarios.
Tenue respiración impulsa el pecho,
como rosada y tibia nave por mar híbrido.
Los párpados se abren y cierran lentamente
como valvas de hipnóticas conchas,
y el tacto,
la flor única
y espectral, incolora, alimentada
por honda sangre aérea,
crece.
Y su nocturna hostia multiplica
sobre el tallo de la absoluta calma.
Poeta

Poemas :  Amortajado... (Experimental)
A.M.O.R.T.A.J.A.D.O.

Al pié.
De cua
lquier tumba.
Desnuda inconsciencia.
Aves escalonadas cotidianas.
¡Por mi sollozo sollozo!.
En la imag
en deshabitada.
Sin el alma que nada me era siéndome.
¡Ante la cita con mi ausencia!.
Acompañándome insondable.
La esperanza de las tinieblas inconfundibles.
Por los cautivos silencios.
Por eso.
De lo que en vano viendo extraño.
Cordiales grietas en la luz telúrica.
Por estar... Amor tajándome.
Inútilmente.
Al templar al tiempo año tras año.
Hogaño.
El crepúsculo alegre danza helado.
En lo que muriese advenedizo.
¡Sollozo p
or mi sollozo!.
Por eso...

¡Qué la entraña, extraña, ajena pena!.
Tan polisílaba grave longeva.
Sollozándome amortajado.
Estando ausente.
De la paz que sangra venas que meditan.
¡Aunque es
tuviere lo que tuviera!.
Por los caminos en desgracia del peor placer
Y anduviera el pretérito riberas viendo
Al consumirse los cimientos
Del amor tajado por las débiles tormentas
¡Cómo lóbre
ga liebre en lumbre!.
Y estuviese.
El girasol al germinar gélido.
Del olvidar.

Las manos en un puño apartadas.
Las gotas desiertos mares empañados.
Y amorta
jado____Por el tejer crujir.
Gesticular del coraje cada falange
¡Tréboles cuadrangulares quíntuples!.
Ya amor tajado ya.
Por mi sollozo sollozo por mí.
Ya ablando la dureza.

De la incertidumbre.
De la puerta qué abría el cerrojo.
Hablando del ventarrón la plazoleta.

Hace piruetas.
Y párvulo corderillo al caserón.
Corazón de los ocasos.
Las cosas de los ciervos desnudas plantas.
¡A los ojos qué herís las manos!.
Más allá del roble noble dúctil núbil.
Amortajado por mi sollozo.
Más allá del horizonte encuadernado.
Nado sólo en la nada!.

Lana vegetal encarnación del cedro.
Al aire que las alondras mueven.
¡Pictóricas transparencias!.
En las ánforas absortas de sed teñidas
Amortajado. ¡Claro qué si, a mor ta ja do!

Ya cuando hubo unas cuantas viñas.
Vino sin serlo.
Siendo solo.

Un sollozo por mi sollozo que me solloza.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Por Amusia...
Por Amusia...

Danzando el silencio abraza
Melódicas
Las pródigas palabras
El regazo
¡Corchea copiosa!
La piel, la vida, de violetas tulipanes
De los pueblos
¡Muesca ominosa!
De las almas
Aromas del fervor qué intercede
Leyendas afónicas monótonas
Al final de la estrofa qué ruega
La sinfonía del corrugado boscaje
Al encendido semblante suave
Por el reino de la nada sacrificada

¡Solo sonata facticia!
¡Sólo fabordón expósito!
Corchea de muesca sinfonía
Patética sordera del alma

En
Los
Caminos empedrados de las tardes dilatadas
Está
La dura pena encuadrada... ¡Ya!
¡Danza desnuda danza!.
Por entre poderosa lejanía los densos sueños
Amusia... Dónde solo ya florece
Lúgubre la música qué del ay
er fué
¡ Hoy de amusia qué al corazón desata!
La sangre de intensidad plagada, nota a nota,
Miel... Mansión... ¡De las musas invi
tadas!

Rescatadas
Del traslúcido suspirar de los caminos
En la memoria qué suspira
Al fondo delicado fósforo
Del silencio
En la estrofa dura
El regazo

En la letra suave

¡Abraza, oh, abrasa, abrazo, y brazo!
En la tierra gris de la renuncia
Patética suena la sonata del soneto inconcluso
El fuego lento paso a paso humedecido
Al final
Al cielo enredado en llamas

¡Desnudas!
Enrojeciendo los discursos del beneficio
¡Danza!
Al sendero entretejido inesperado
¡La música del silencio aislado, monótono meloso!
Iluminando

Solo a la luz qué ciega la mínima obscuridad pálida... De besos las cadenas del estanque,
de marchitas esperanzas evaporadas del engaño iletrado de palabras musicales y vana sinfonía...
Amusia
De la miel
Silencia
piel
De
Las
Golondrinas en trance ausentes

¡Del regazo de las musas qué desata!
Inspirando a los
topos el vuelo de los halcones sonrosados del boscaje muesca ominosa copiosa
la ternura eliminada
en primer término... Del...
Doremifasol
Solfamiredo
La yerta melodía del alfabeto intacta tinta
Del cuerpo hueco desalmada melodía reptante...


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Reviviéndose... (Experimental)
REVIVIÉNDOSE

Por
Un
Latido
Cualquiera
Llueven
Pálidos
Los tiempos
Danza de silencio
Perlas, lab
erintos, camas, ardillas y velas.
Por
Una
Pupila

Se anu
dan
Desnudas mariposas
Espinas algebráicas, manos, juegos y miedos.
Reviviéndose
Libremente

Se renace

Al unísono crepúsculo del círculo
Al flexible féni
x del
saltamontes
Reviviéndose

Intactos prohibires desenroscándose
Las semillas desteje
n sus calaveras
Entre incógnitos polvos celestes
El alma desgrana su flama

Reviviéndose
En
Un
Latido
Cualquiera

De pasados agridulces
Se decoran los vuelos
Tormentas abovedadas, inst
antes congelados
Reviviéndose
Se humedecen las arenas en un
cerillo
Leyendas de ceniza y marfiles
almendrados
Donde
La
Piel
De
La

Tarde. Alumbra con su música
el espejo.
Reviviéndose en la esencia del reflejo
Reviviéndose los muertos tiempos raudo
Queda
Uno
Más
En
Sí.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Besos del corazón
BESOS DEL CORAZÓN

Del
Amor
Es
Su eco
Eco
En el corazón. I hjärtat, I hjärt.
Fullständig__Pleno.
De besos___Kisses__De besos.
Dans clay___Arcillas danzan___Clay dans
¡Los amores del hombre!.
Kärleken till mannen.
Natt och dag__Noche y día__Natt och dag
Plenos de planes__Full av planer
Amores himmel__Amores de cielo
Amores de arcilla__Amores lera.

Besos del corazón
Son
Su eco
Eco
Kyssar frán hjärtat
Ángeles och lera
Ángeles y barro.
De dansar och dans
Corazón de arcilla__ Heart of clay
Sky clay__Arcilla de cielo.

Besos besos besos.
Del Corazón razón.
Son
Su eco
Eco
Fullständig... Fullständig__Pleno.
Pleno, el corazón... Hjärtat. Hjärtat.
De arcillas enormes
Clay star__ Kväll kisses
Besos de noches__ Kisses nätter
Kisses dagar__Besos de días
¡Amor, labio y danza!.
Kärlek, läpp och dans. Kärlek, kärlek.
Läpp och dans

Kyssar frán hjärtat
Besos
Besos del corazón
Razón
Es el amor
Su eco
Eco
El corazón de besos pleno.
Hjärtat full av kyssar. Full av kyssar.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Pseudomachihembrar
PSEUDOMACHIHEMBRAR

En la madera
Pensaba
Hermafrodito
En

El espejo qué en su declive se quedó callado
al refugiarse en la comisura de su marco
al dibujarse las arrugas de su reflejo
madero madrigado

en la voz del armario amaneciendo
una parte del suceso proyectando
ilusión del espejismo melado
un sabor dulce hurtado
a la bodega del ébano
Tal vez...
Fuera
Una monótona embajadora del invernadero
subiendo la velocidad del precipicio
bajando la lucidez del sobresalto
de las noticias cabalgando
¡Billeteras!.


Pensaba y pensaba... ¿Sería verdad?
Acaso enarbolado

Entre los rectángulos conmovedores
en las máquinas trepando cables
al aproximarse al mango una cigarra
en los campos crispados del monosílabo
en la danza de lavadoras cápsulas
del jarabe

del volante desorbitado aterrizaje
en las ruedas de la madera impasible
el roble plastificado encina triste
enmedio del clavo desfigurado
en el contorno de la sombrilla
mitológica realizada
despertando los temblores al pensar
amarrando los péndulos al aire
lentamente.


En la choza una lechuza de melamina
Creía
En las cuerdas de los relojes inflamados
Trepada
¡Ovulando esporas matriz y corteza!
Más allá del mostrador de los diarios añejos
Entre laboratorios
¡Desempleados!
Con las muecas del parabrisas
En el automóvil eterificado.


Por fin pensó en unir
La madera metalizada
¡Machihembréandola!

Una noche sacó su lámpara de la tormenta
insoportablemente agigantada
en torno a la cama de la luna
del espejo
encerrando al cuarto sombrío
un trío de veladoras nuevas
entre la carencia grotesca
hasta el último poro.
¡Asfixiante!.

Por el momento más antiguo,
del mueble menos joven,
de la cuadra fotográfica del tren,
cercana falsedad empedernida.

¡Pensaba o soñaba hacerlo!

Por los dientes de la enorme sala
vandálica extravagancia oleosa
embrollada intercambiando excusas
provisional protervia dócil

en la intensidad del terciopelo frágil
desmitologizadoramente
desesperado de los instrumentos
entre los palcos del remolino
y aplastadas las chispas
de la plastilina
en la profundidad
del agua

la madera se hincha oxidando los metales.

Y
Se
Hace
Todo
Un
Pseudomachihembrar
Menos eco lógico
¡Del silencio deshumanizado!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Acuoso anhelo...
Acuoso anhelo...

La
Arena
Estrecha
La playa
En la espuma del sollozo, al mar, del sueño.
Sabor del alba, un largo día.
En
El
Musgo vagabundo.
¡Contorno de impecable curva!.
En las conchas fecundas.
Una perla, al vuelo de las aguas.

Arena.
De la tímida noche.
De la danza grande.
De la frontera muro.
¡Arena, del submarino, lecho grácil!.

Viene granada... ¡Y púrpura ribereña!.

Ánfora de redes cargada.
¡Colmena entre las mareas!.
Con la nube...
Escarlata del aire.
¡Al marfil de las violetas!.
Estrecha la inquietud umbría.

Acuoso.
Al brillo desnudando, el destino.
Anhelo.
El curso precario de los timones.
Acuoso.
El sollozo.
Anhelo.
¡Del sueño de playa!.

Una
Vez
¡Ambar blando, pulidas pupilas!.
Una
Vez
¡Gracia en la estela dichosa!.
Acuoso
El
Día... Ofrenda, el anhelo, en cada ola.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas surrealistas :  Saco Intrépido... (Experimental)
Saco Intrépido

Arriba de las noches hay un sueño
Flacura del flagelo
Audaz ventanilla repartida
En
El bosque, de cáscaras, brilla,
¡Arriba, arriba!. (El saco bolso balsa)
In
Tré...Pido...(El saco, verse, balsa)
Del
Inmenso lirio un canto amapola
Levantando el azul estuche
Al cielo, arriba de la noche, hay un sueño.

Arriba, arriba,
En
El desdorado... Tercero del público patético.
¡Es una segunda bóveda!.
Efusión de égidas inútiles.
Entre, monotonía, monotipia y monserga.
¡Hay un sueño!.
Membrana de la risa, el antifaz,
del carburo al caramujo... ¡Ojo al ajo!.
Del
Mercurio vespertino de los nidos.
___Campaña de cerillos excluidos___
____Campiña del crisol rubí ajo ____
Hay aún...
Un saco intrépido.

En las piernas del molino relampagueante
De
Madera encadenada demasiado.
¡Biselado!.
Al calor, artificial, refleja.
___Al orgullo en gotas. Al olvido roto___
Con
La
Realidad, breve, aparte, gusarapo, gumífero...

El saco
Intrépido ve... Matorrales menudear, maleza matarife, evocando la exacción día a día, más.

Entre
Las notas entrecortadas que tiemblan.
¡Sin despertar... La puerta!.
Los otros, sacos, alimentan con sellos, plásticos, papeles, monedas miles y millones.
Atrás,
el reloj, está al árbol trepando.
Al
Calor hecho... ¡Apagada calma!.

Clama el saco, del contenido intrépido.
¡Aquí hay un poco, del más allá, aquí!.
Cleptómana.
La mesa que avanza.
Cleptómana.
La silla que sueña.
Excrecencia..
La cama soñolienta
Ovada.
La cuna cuadrada que danza.

Arriba, arriba, de las noches, hay un sueño
Dentro
Intré
Pido... ¡Danzando, audaz, la trasnochada al trasluz!. Dentro del saco, del tiempo.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta