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Llévame contigo vida mía no me dejes con esta pasión que destroza mi alma y retuerce mi corazón como veneno mortal que acaba con mi existencia.
No me entregues al olvido como rosa exterminada, que las espinas el alma le han perforado porque se ha terminado la sangre que circulaba y le daban vida a mi corazón herido.
No me dejes en la soledad como pedazo de un árbol que ha sido sacrificado y pronto será quemado sin tener por el piedad.
Tú, has sido mi delirio, mira que el amor se pierde en la nada, sálvame de este martirio, quítame el dolor que acaba.
Llévame adonde estás tú, pero no me dejes aquí llorando tan sólo y tan triste, sufriendo esta pena que me arrastra llevándome a la penumbra, que no me deja vivir ni a tu lado poder sentir ni el amor ni la muerte.
Julio Medina 1969
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Poeta
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Noche fría y misteriosa en mi aposento acostado, veo a tu imagen silenciosa que a través de la puerta ha penetrado.
Te siento llegar a mi lecho desde el más allá, estremecedor como fluido te posas sobre mi pecho, respiro fuerte el hedor.
Me llevas del tiempo al infinito oscuro y tenebroso lugar, me dices: no temas ni un poquito solo te quiero amar.
Ese frío patético que a mi sentir horroriza nefasto y entre tinieblas la piel me irrita, mortuorio aroma erudita en una noche de horror que atemoriza.
Julio Medina 24 de julio del 2010
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Poeta
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Descalzo, vagamundeando, hambriento llevando y cogiendo lo que está en la calle, tirando piedras a las casas del valle rompiendo vidrios, ansioso y sediento.
Se va corriendo, la cartera le ha quitado a una dama pudiente, quien con sus gritos pone el aviso, la autoridad ha llegado se escuchan sirenas y el rugir del pito.
Sudado y cansado llega a la guarida y se asegura que nadie lo sigue. Reparte entre todos el botín que consigue y voraz devoran aquella comida.
Dentro de un bulto tiene una foto de una mujer que no le causa gracia. De tristezas y lágrimas el vaso se ha roto es ella su madre, causó su desgracia.
Julio Medina
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Poeta
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Me llevo esos recuerdos momentos de alegría intensa que una vez llenaron mi vida de felicidad inmensa.
Tristezas que evolucionaron en lo más profundo de mi ser, ideas que mi mente cambiaron hasta la forma de las cosas ver.
Me voy con mis secretos los que a nadie pude confiar, amores que nunca fueron discretos y que marcaron mi manera de amar.
Y hoy que se me acaba la vida pienso en el amor que una vez te di, se termina el tiempo, es mi partida y lloro porque sé que te perdí.
Me llevo esos dulces momentos dentro de mi corazón escondidos, cuando a solas en mí pienses será muy tarde, ya habré partido.
Julio Medina 2004
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Poeta
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Lloran las flores porque te has ido dejando un espacio triste y sombrío, aquel abrazo lento y tardío no surtió el efecto pretendido.
Y te alejaste sin mirar atrás sin aceptar la realidad, aquí espero una oportunidad, no quiero perderte jamás.
La fría lluvia haciéndome recordar cuando te dije: “toma mis manos, nuestros errores corrijamos, no nos dejemos de amar”.
Y me quedo aquí pensando porque lo nuestro tuvo que fallar, busco repuestas que no puedo hallar, aún sabiendo que te sigo amando.
Julio Medina 8 de octubre del 2010
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Poeta
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Siempre estás conmigo adonde quiera me acompañas, con las intrigas me engañas tu amor así lo consigo.
El futuro era incierto entre tu vida y la mía, con serenidad me decías que mi sueño estaba muerto.
Así en el tiempo fui cediendo entre la angustia y el desamor, me acostumbré a tu dolor y ahora te estoy queriendo.
Julio Medina 8 de octubre del 2010
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Poeta
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Ah, belleza, anhelado tesoro Que todos buscan y nadie logra encontrar! ¿Dónde estás? Dime, te imploro ¿Cuál es el camino, cómo te puedo hallar?
¿Acaso estarás en la delicadeza de una rosa? ¿En la armonía artística de la danza? O en el caprichoso vuelo de la mariposa Debo concentrar mi más necia esperanza?
Sí, necio es buscar una aguja en un pajar Pues, luego de mucho pensar, lo he llegado a vislumbrar No podras hallar jamas la belleza perfecta, Si eso buscas no obtendrás más que el frío de la derrota Tampoco existe para lograrla una fórmula correcta No la hallarás en la rosa, la danza o la mariposa
Pues la belleza de la rosa sólo admira Aquél con sensibilidad para disfrutarla E impregnar su espíritu con el aroma que respira Y únicamente en el alma podrás hallarla
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Poeta
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Por esa mirada tuya que es sol, luna, mar tierra, estrellas y mucho más qué no daría, amor mío. Por verte al lado mío iluminándome con tu sonrisa, acariciándome como la brisa, elevándome majestuosa como el pétalo de una rosa que se deja llevar por el viento y recorre así el firmamento daría mi vida, lo juro. Por este amor tan puro, savia vital de mi alma que me devuelve la calma, que está presente en mis manos, el brillo de mis ojos, mis labios y en cada poro de mi piel, creo que he vuelto a nacer. Por eso mi alma, mi vida, Mi corazón, mi alegría, todo, todo lo que soy, amor, todo lo daría por vos.
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Poeta
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Melancolia de mis ojos que no te ven Melancolia de mis manos que no rozan tu piel Melancolia de aquel beso que nunca fue Cuando nos vimos ese día por ultima vez
Una hermosa tarde soleada Los pájaros cantaban alegres, Sus notas me hablaban de amor Acariciando mi alma extasiada El aire se tornó embriagador
Con ansias yo te esperaba Llegaste y fue como un sueño Que se rompió con aquella mirada Atravesando cual puñal mi pecho
Pues no había en ella pasión Ni asomos de nuestro gran amor Apenas escuché tus palabras Si ya lo sabía, sola me dejabas.
Y el sol de pronto se apagó, Las nubes se apoderaron del cielo, los pájaros callaron su canción la soledad me cubrió con su velo y la sonrisa de mi rostro se borro.
Ah! Muerte lenta y dolorosa Eso es la melancolía Como los pétalos de la rosa que caen un poco cada día
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Poeta
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Caminando por la senda de la vida Paso a paso, poco a poco Voy descubriendo mi verdad Por más que llegue a tenerlo todo Al terminar el camino, nada me ha de quedar
De qué vale tener el más bello hogar Sin alguien con quien compartirlo Si cuando yo me vaya, a nadie puedo legarlo, Para qué entonces esforzarme en lograrlo Si cuando ya no esté, será sólo un lugar vacío?
Las riquezas materiales Son la espuma de las olas del mar Tal como llegan, así también se van Lo que vale es lo que el mar nos deja Es la sal que se queda en la arena
Son las experiencias de la vida Las acciones de todos los días Que hacen la riqueza del alma La que impacta en las personas queridas Y marcará una huella, recompensa merecida
Pues es éste el mayor tesoro, Mirar hacia atrás y no haber vivido en vano Que por nuestras acciones seamos recordados Y dejar una huella que quede cuando nos vayamos
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Poeta
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