|
MIS ABUELOS…
...Pase la frontera de Mexicali Baja California, para llegar a Calexico California en donde vi, la luz por vez primera, y busque una de las calles más antiguas, de la ciudad para ver, de nuevo la clásica casa estilo california en la cual, pase mi infancia, siempre rodeada de amor.
Entre y me dirigí, con paso lento hacia la huerta y escuche en mi recuerdo El ronronear de los gatos, y ahí aun, erguido el grande y viejo eucalipto en mi nostalgia…cerré los ojos y pude visualizar aquel añorado columpio que colgaba de sus ramas.
Que mi abuelo con tanto amor, fabricara un día para mi en el que paseaba… con la ayuda de el aun recuerdo, cuando entre risas y gritos decía…¡¡¡Dale más alto y fuerte abuelito!!!...
Que me gusta sentir, el sol y el aire en mi cara con el fresco aroma a jazmín… aun con mis ojos cerrados, pude guiar mis pasos caminando entre los naranjos, mientras sus flores caían sobre mí
De pronto, escuche que alguien me llamaba era mi abuela, que me abría sus brazos, mientras los míos pequeños rodeaban su cuello…ella me estrechaba contra su pecho susurrándome al oído que había hecho, un pastel para mí.
Enseguida, abrí los ojos y mi llanto no tenia consuelo subí la mirada al cielo, y le pedí a Dios, que a mis abuelos los tenga en su santa gloria, que yo egoístamente los atrape, para siempre en el fondo de mí ser.
HISTORIAMILAGRO
|
Poeta
|
|
Los dioses, estirando el cuello… miramos todo sobre el hombro, no nos detenemos por nada… sólo echamos una ojeada. ¡Exaltar el ego y la megalomanía es tarea primordial de cada día! Usamos el verbo casual, primoroso, el cual se reconoce por ser mentiroso. Los dioses construimos bellas elegías con un puñado de letras mal elegidas, tras nuestras farsantes lágrimas… hay otras derramadas, verdaderas. Eso no nos importa… somos dioses, brindamos eminentes alegrías y dolorosas, hondas tristezas, pero eso, no nos interesa. Somos dioses… luchando por seguir vigentes en los favores de la gente, tenemos instinto animal porque así nos acercamos a lo sobrenatural. Hemos subido con tanto aspaviento que caemos como piedras sobre el pavimento, ahora nos lastima vernos en el suelo y sufrimos en nuestro propio desconsuelo. ¡Dioses de nada, ídolos de barro… engarzado en la miel de un mundo fatuo, ese mundo constreñido que te ensalza es el mismo mundo, que sin pena te abandona. Delalma Martes, 25 de enero de 2011
|
Poeta
|
|
La Cumparsita Si supieras que aún dentro de mi alma Conservo aquel cariño que tuve para ti Quién sabe si supieras Que nunca te he olvidado Volviendo a tu pasado Te acordarás de mí. C. Gardel La otra noche que en tu cama nos quedamos creo que no fue café lo que tomamos, sabía a borgoña la bebida espirituosa pero fue por error, no por otra cosa. Yo conozco de tu vida y tus virtudes compañera por lo cual no me atreví a entrar contigo en la bañera, pero debo aceptar, que sí te jaboné, con los ojos cerrados, y nada te miré. Es que un favor a nadie se le niega menos iba a hacerlo contigo que te quiero, porque a solas mi alma es quién reniega si no me comporté como un caballero. Mientras tanto entonabas muy alegre el tema ese llamado “mujer mala”, dedicado me decías a la casquivana que en el corazón tiene más que sangre, mugre. De alguna manera, yo, conocía el cuerpo humano y bueno, tocaba pero no sentía, ¿Sabes? pura fuerza de voluntad y en la mano que diestra se deslizaba por las curvas que tenías. Me hablaste de Gardel y de La Cumparsita del enamorado que te canta esa canción, de aquel que por jugador lo mandaste a casita y que hoy te dice… “arde en desesperación” Vos debiste haber sido cantante, no actriz naciste con el talento y la voz para triunfar, aunque en la vida toda herida deja cicatriz… importante es vivir, amar, disfrutar y olvidar. me echaste agua en la cara para abrir los ojos pero nada, cogí el shampoo y te lavé el cabello, me has dicho que la próxima vez me ponga anteojos “¡o no, mejor una soga al cuello!” Un respectivo enjuague con la regadera, te envolví con una toalla, de rosas perfumada y a la cama en mis brazos te llevé cargada, cerré los ojos, esperando que pronto amaneciera. Yo te entiendo, y ahora que te cuento no te ruborices ni cambies de color, nada pasó, y no digas:”lo siento” pues créeme, yo también tengo pudor. Delalma
|
Poeta
|
|
Ni siquiera me has mirado pero de mi corazón te has adueñado, el aire de princesa que te alcanza dice que eres… ¡de la realeza! ¿Cómo haré para conquistarte? si a hablarte no me atrevo, dejaré que el destino me ponga en tu camino. Reina, estabas en mis sueños y ahora que te encuentro, no sé, tal vez ya tengas dueño… ¡siento celos, pero te seguiré! Esta vida mía ahora es suya, en sus ojos verdes buscaré la esencia de los verdes prados inmortales, verdes, como mar embravecido. Para amarla… su vida alcanzaré quiero alegrar mi corazón en su regazo, quiero que su amor me dé, también su alma y su reposo. De harapos vengo vestido… vestigios son de cruenta batalla, he perdido, más no estoy vencido… vivo una pesadilla. Al despuntar el alba he de salir voy a una nueva guerra, ésta vez será por ti, regresaré para a tu lado vivir o me ayudes a bien morir. Delalma
|
Poeta
|
|
Esto nunca lo esperamos pero llega… ciertamente desarmados nos sorprende soterrado sentimiento o sombra silente unos dicen que es amor, otros que la muerte.
Cardos y ortigas mitigan hoy mi atardecer las rosas de otros tiempos, sólo espinas me dejaron y esas cartas, de jazmines y azahares perfumadas en el fondo del baúl, sus hojas, como flores marchitaron. sin ti la vida es nada, todo es inhiesto, muerto; iridiscente la luna aun sonríe con rayos verticales, obtusos, fríos, como si helara a la gente la noche se hace densa y también la mente. Voy arribando nocturno a la estación donde ya, nada tiene sentido un hato de recuerdos, envuelto en amasijo son avíos míos, para el resto del camino. Delalma
|
Poeta
|
|
Ensombrecida mi sonrisa ante el adiós inevitable sólo el alma en conversa me dice que ya es hora, tácito convenio que tomé yo con la vida en mi paso por ésta, de quimeras llena, se esfuma. Rompo en infeliz quebranto recordando tu alegría la voz en la garganta con tu nombre se me quiebra; es que no concibo una mayor tristeza que partir en soledad, porque a nadie le interesa. El sol como un cuchillo atraviesa el horizonte el mar moviéndose en estertores de muerte… tiñe con su sangre el amor de amores lleno y lo aplasta en lo más hondo del olvido. ¿Dónde están las antiguas primaveras… el verde de los campos y el perfume de las flores? Se fue la florescencia, llevose la poesía los besos y los labios, de aquella que me quería.
Delalma
|
Poeta
|
|
dolor de no tenerte de saber que fuimos y no fuimos que sos deseo que fuiste llama donde quemar nuestro sensual amor hoy no estas y te extraño cada vez mas en el deseo de saberte mia en el dolor de no tenerte aqui
|
Poeta
|
|
Por la tarde, cuando el día muere sin querer una lágrima asoma a mis ojos, es ahí cuando más te recuerdo y en mi pecho mueren las ilusiones. Aquel caminito que hicimos sendero… sufre el dolor de pisadas ajenas y marchitan al borde los alhelíes extrañando tu canto y el verso primero. Aquel olivo que su sombra nos diera cubre sus grietas con las madreselvas, ¡Pensar que grabamos allí nuestros nombres… cuando lozana su piel… las cubría! En sus ramas ya secas, los pajarillos cantores sus trinos, no se atreven a dar… vuelve el viento buscando tu aroma aquel que ni las flores le pueden brindar. De aquellas aves primeras que con cariño cuidaras sólo los nidos vacíos, fríos quedaron… volaron quién sabe, quizás a tu lado espero te hablen de mí y de mi penar.
Delalama
|
Poeta
|
|
Ya es madrugada y sigo esperando el frio no afecta, el sueño es nada… mi corazón no descansa aguardando a mi amada quizás con otro descansa, pero por mí… llora en su almohada. Delalma
|
Poeta
|
|
No ha sido mi intención herirte ni prolongar mi partida, tan solo quiero decirte que junto a ti es infeliz mi vida.
Deseaba amarte con locura y darte mi amor sincero, pero surgió una abertura no pude cerrar ese agujero.
Me dominó la infiel atracción de aquel amor pasajero. Se destruyó la relación me convertí en un callejero.
Lanzo mis penas al viento, me entristece tu dolor, hoy que te digo lo siento no puedo tener tu amor.
Julio Medina 28 de enero del 2011
|
Poeta
|
|