Poemas :  Soledad iluminada
SOL...EDAD...ILUMINADA

¡Ahí van las auroras candorosas!.
Embalsamando soles en madreselvas.
Y en los lagos, aerolitos viejos.
Con el renacer, escondido de marañas.
Afinando melancólicos violines.

¡Es la vida una balsa!.

Con el esotro. Sol solo.
Con el estotro. Ningún siquier.
Sin buen mal del postrer primero.

¡Una balsa es la vida!.
Sol____Edad____Iluminada.
¡Cómo es la vida!.
¡Cómo ésta, balsa!.

Ahí, ahí el océano.
Se graduó de marinero.
Y de frasco, un pequeño, perfume.
¡El milenio sin balanza ni reloj!.
Y al fresa, de cerezos remos.

¡Cómo es la vida!. ¿Cómo ésta, balsa?.
Sol__Edad__Iluminada. ¡Nada, nada!.

Sobre montes y ojos vespertinos.
Hay un horizonte de campanas.
¡Enamorados frutos libres!.
Otra vez, más, más, otra vez.

Múltiples.
Latidos.
Ensortijados.
Senderos.
Tranquilos.
Sol__Edad. Iluminada. ¡Nada, nada!.
¡Qué vinieran los vinos labios!.
A veces escoyos espinosos.
A veces ni en el recaer ninguno.

¡Cómo es la vida, de madreselvas!.

¡En ésta, balsa, vamos, vamos!.
Nadando, nadando. Anda, vamos, nada, vuela.
Auroras despidiendo__Luceros encendiendo.
Afilada rueda por los hielos.
¡Amando más las islas y las olas!.
¡Qué todos los océanos en una gota!.

Sol
Edad
Iluminada.
Ilumina. Nada, nada, en la vida.
Toda, iluminada, con su soledad alada.

Cortejos entre ortejos. Tejemos, tejemos.
¡Tejemos esta balsa con las noches!.
Con la luz. Sin tiempo. Sin espacio.
Solo. Humildes. ¡Mensajes al futuro!.
Bajo la piel del sol. Cómo auroras candorosas.
¡Violines, balsas, afinando cada sol!.

Y al final. Es la vida. ¡Solamente!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Maldito sueño.
MALDITO SUEÑO


Sin qué salude
Insensible____Al horror sereno
Voraz
Impávido______Al aclamar sonoro
Infame
Artrópodo____ Al mísero quejido
Mezquino...

¡Se consume repugnante!

Ardiendo sangre doquier
La voz amarga___¡Empedernido!

Dónde gallardo luce cada insecto
Dónde desfallecida llora falaz
Implume____ El vuelo____ El ave
Y
La
Sangre, derrama...
Selvas abundantes, de huesos y llantos
Ese, esos, y aquéllos, de todos lados...

Apenas se aligera el sueño
Abarrotada el alma de dolor continuo
Quedó el corazón en un sólo gemido...

¡Que quimérico y fantástico pasa!

Saludando sólo lirios yertos
Sin dolor dentro del pecho
En el popular tumulto, adolorido...
¡Que al alma cándida desgarra!
Insensible...
Pájaro altanero____¡Escombro vivo!.

* * * * * * * * * * * * *

El
Sueño
Maldito
Carcome cada familia, almohada rubia
Espina de coronas infames, del colmillo
Arenoso del siempre desierto sin playa
Oasis del oro negro, del coro en el templo
Una... Noche... Sin estrellas... Solo rejas...
Metal
Metálicos son los pies, en las arañas...
Del maldito... ¿Qué sueño sueño, ó, no?.

1...2...3...4...5...6...7...8...9...

¡Días, meses, mesas, horas y ahoras!
El
Ilustre desgraciado aletargado
¡Cada día cadavérico carcome!
Del magnánimo fracaso
¡Emulo de cítaras y nieblas!

¡Dónde consolador Morfeo, dormita!
Negra y fría_____La hora última
Ciega de confianza
Pobre hora_______¡Sin decoro!
¡Dónde iguales somos...!
Todos muertos
Durando sólo____ Lo que dura el sueño...

* * * * * * * * * *

De acero es el corazón
Rebelde a los divinos ojos
¡Cuando las manchas cubren!
La dignidad, atónita, en los hombres
Bajo
El
Poder
De
Tiranos, inhumanos, pesadillas del planeta
Huesos de viejo fantasma, ladrones de capotilla,
Pesadilla qué roba el sueño, pesadilla que mata
el alma, y la conciencia carcome...

En sus angelados, lenguajes multiformes
Escondidos por los vidrios de las arañas
Empapelados en los audífonos de hojalata
Habla sólo...
¡Con ráfagas de rejas cualquier queja!
Y culpa cualquier nube de ser soleado...
... Pero oh, sueño y pesadilla, ya mero
... Espero se terminen de secar los calcetines
... En éste invierno de algodonosos erizos.

Por
Qué
Así
Debe
Ser y será... Justa la balanza, algún día...
Dónde
De
Súbito
La
Fuerza
Emerge.... Infalible y justa protesta.
Y palpita libre... ¡La virtud humilde!
¡De mil almas, miles de infinitos!
Venciendo
Al
Sueño
Infame... ¡La pesadilla!... Y despierte.

Despierte cada arena, flama, vela, ola, río...
Despierte bosque, lago, montaña, corazón...
Y despierte al alma, de cada conciencia.
Despertar de la pesadilla... El sueño.
Al sueño de la realidad...


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Contemplación enlunada
Contemplación enlunada

Toda esa luna cayó bajo su lago
Cosa al pié de una columna...
Tiene su lujo, tierno y débil
Pues, del palacio, ya nada
queda.
Dos corazones en el altar,
significados del anhelo difuso.


Así ha sido.
Así fue.
Así. Contemplando, meditando,
la luna en esa noche, en ése
lugar nada cambia, en ése tie
....mpo... Enlu...Contemp...


El vapor de los escombros
Ser de los himnos ausente
¡De la débil materia!.

Por, el, envuelto, vela. Cada
pregunta.
Su desconocida respue
.sta sin
alba.

Y el aromático aliento queda.
hacia la vigilia invisible.
Fuera del revoloteo lejano.

A donde una vez sembró,
sus combates, verdaderos, en sí.
¡Propios manantiales y tormentas!.
Ojos del crepúsculo coronas.

En los pensamientos hay un fluir,
segundo, obscuro y brillante. Almendro.
¡Lugar de las máscaras agonía!.


Cada prado prende un grillete.
Uno de los tantos, muros, espesos.
¡De las palabras destrozadas!.
¡Los pájaros mariposas!
Tres años, sintieron, pasados, pesados.
Momentos, del vibrar en cuerdas.
En la
¡Luna con fijeza!. Ese día eterno.


.................................

Es
Un
Accidente puro y blanco
De campanas, ortigas y nebulosas.
La ondulación de la luna. ¡Bañándose!.


¡Qué sube, del amanecer al río!
El perfil sediento, dónde, el recuerdo quema
¡Mismo y muerto por siempre!.
Califica los jazmines
. ¡Como hormiga!.


De la corriente, migajas, celestes
Nuevo y malherido vidrio desnudo,
Cómo el farol de la
tarde,
¡Lo encuentra guardián!...
No, el pecho, en el huerto enfermo.
¡Es, la muerte, de la manzana!.

En la opinión de la madera
Está un imposible lirio
Ultima sábana en su mano pálida.

El cristal de los caminos.
Poder del fino revólver.
de sombras derramadas.
¡La estatua de la mojada mejilla!.

Y marchita, esa luna, quedó ah,
¡Que cada tiempo guardó!.
Debe, a su misterio,
no cambiar y...
Cumplir... El... Trino... De su amparo.

Cada vez, que
se le contempla,
en aquél,
antiguo templo.
Una vieja ruina,
eterna y atrapada,
por un tiempo, eterno, siempre
con su cielo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Frases y pensamientos :  ESPERANDO PASA EL TIEMPO

Media despierta, media dormida, pocas fuerzas, pereza, no estoy a gusto ni sentada ni de pié.
Sin ganas de nada, cansada de esperar, todo igual como antes. Sin soluciones a corto plazo.
Sé lo que quiero, pero no lo consigo, no está en mis manos, una mescla de complicaciones, me frenan. No soy así, hago todo al momento, nunca dejo nada para después, ahora tengo que esperar, me contractura los muslos, tengo dolor en ellos, un peso enorme en mis espaldas, pero tengo que esperar.
¿No haré más que esto? ¿Tendré capacidad, para aguantar, que algo cambie, que pueda respirar en paz y feliz?
Lo dudo, todos me dicen,” no tienes que suportar nada, que te quieran imponer, la vida es tuya” Si la gente fuera muñecos, los regalaba , quedaría todo resuelto. Pero son personas, cierto, sin capacidad de sentir mi dolor, pero lo son.
Cuando mi vida era difícil, por la manera de ser de mi compañero desde mis diecinueve años, tenía estas crisis, pero había hecho un juramento, a Dios, ¡Pero ahora!?
No hice contrato con nadie, nada debo, nada me obliga a tener molestias, ni estar prensada, me quita del serio, no ser independiente.
Ando a medias en todo, ni dormida ni despierta, ni viva ni muerta, ni feliz ni infeliz, amando alguien sin amar, desear sin deseo, pasear sin mover los pies, pensar sin hacerlo, solo ganas de huir para lejos, dejar todo y todos. Empezar de nuevo mi vida, sin pasado.
Olvidar lo que pueda suceder a mi entorno, ya que no hace nada por mí, no tengo obligación de hacer por el, nada.
Son detalles, son sabidurías andantes, que no saben nada. Son lo que son, fruto de los tiempos modernos, así, yo estoy a más.
Que momentos tan difíciles, se pasa en la vida, sin culpa, solo por haber sido buena y haber dado lo que podía y no debía.
Bueno, solo esperar me resta, así es mi vida, así es el agradecimiento. En esta vida todo se paga, yo estaré pagando por otros, pero quiero ver lo que tendrán que pagar. Deseo, tener vida y salud para gozar el espectáculo, que pronto serán los protagonistas, en mi butaca, miraré y nada hablaré, solo gozaré el momento.
No está en mi manera de ser, pensar así, pero hay momentos que nos coge la revuelta.
Se coge en la vida lo que sembramos.
Por mi parte, las hierbas, que nascen en mi campo, vienen con los vientos, de otros.
Oporto, 10 Noviembre de 2011
Carminha Nieves

Poeta

Prosas poéticas :  Adolf Hitler, la Pantera, y el Cochino.
Adolf Hitler, la Pantera, y el Cochino.


Adolf Hitler estaba aburrido aquel día. En su videoteca, tristes, descansaban dos mil películas de todas las clases pero Adolf Hitler no quería visitarlas una vez más como alguien que se aburriera de una puta a la que visitara asiduamente. Necesitaba pues, Hitler, una distracción especial. Fijó sus ojos de sátrapa absoluto en la estatuilla de un sátiro de descomunal pene, luego los posó en su colección de cruces de carey y oro, en los papiros egipcios y en los viejos pergaminos medievales que hablaban de las leyendas del rey Arturo, cogió un viejo libro de aforismos y citas célebres y lo dejó caer sobre la mesa de cristal hastiado. Finalmente se decidió por salir a la pequeña plaza de toros contigua al palacio donde residía en la que una hambrienta pantera se agitaba de aquí para allá dando vueltas al coso. Desde la presidencia de la plaza Adolf Hitler, soberbio, contemplaba a la pantera, soberbia, como un sol que sale en el amanecer contempla el mundo con ojos de rayos de fuego. La mancha negra rabiosa de la pantera era una espeluznante promesa de ferocidad y el tirano se sintió reconfortado en su corazón de antracita y gasoleo. Estaba la mañana absolutamente calurosa y la pantera chorreaba un sudor perlado de vidrio agónico y rocío salvaje. Daba vueltas la pantera y en su interior de animal enloquecido se agitaba el hambre dando zarpazos a su estómago de felino apresado. Adolf Hitler sonreía macabro y satisfecho viendo al animal rabiar de hambre, negro como una exhalación de breas licuadas y noches sin luna. En lo alto de su pedestal el genocida, soberbio, se recreaba en la malignidad del animal que se contoneaba curva tras curva con sus músculos de ébano. A una señal del tirano abrieron la puerta de toriles y salió por ella un enorme cerdo negro ibérico, todo él lleno de grasa y carne, jamonudo y perfecto en sus andares de cochino español. Nada más salir el puerco español a la plaza el marrano sintió la presencia de la amenazadora ferocidad y quiso volver sobre sus pasos pavorecido, pero la puerta se había cerrado sobre su espalda y no había un paraíso porcuno en el que refugiarse, la suerte estaba echada, y el animal, preso de un terror paroxísmico, se alejó de la negra presencia como el aceite se aleja del agua. Pero la pantera lo vió allí, negro y rechoncho, hermoso y suculento en sus andares de cochino, como una promesa de manjares deliciosos para su paladar de gato hambriento. La cara de Adolf Hitler era en ese momento una máscara de porcelana veneciana y una mueca grotesca de satisfacción y felicidad, estaba el misérrimo poeta extasiado ante la contemplación de tanta belleza. El sol daba al cochino y a la pantera un toque de luminosidad lúgubre, luminosidad negra, brillante como un espejo, casi refulgente, irisada diríase, espectral, fantástica. Cerdo y pantera, pantera y cerdo, eran dos fantásticos rubíes negros en medio de un trigal dorado. Adolf Hitler sonreía y disfrutaba de la confrontación. La pantera atacó inmediatamente al cerdo, que empezó a gritar chillidos de dolor y de pánico mientras le desgarraban los muslos y le mordían el cuello. Como una serpiente que rodeara un cocodrilo la pantera se agarró a su víctima con un amor demencial, con un deseo de ser al mismo tiempo cerdo y asesino de cerdos, y la sangre, como un manantial de carmines corruptos, surgió de las heridas regando el albero, amarillo y naranja, en una explosión de color digna de la partitura de un Bethoven esquizofrénico. Qué hermosura los rojos sobre los dorados sobre los negros. Brillantes como extrañas flores, asfodelos criminales de un azur amarillo transido por un sol que derramaba su luz a chorros de oro sobre las bestias, que se engullían y se sajaban los ojos vivos a chillidos de dolor y muerte espantosos y frenéticos. Acababa de morir el cerdo y era la lepra sobre la carne, roja, el marrano español condecorado por la soberbia y gatuna apariencia una entelequia, un asfodelo negro bajo dorados arreboles sangrantes. Los lirios de los infiernos, los asfodelos criminales habían regado el albero, dorado y naranja, y lo habían perfumado con su negra morbilidad. La pantera devoraba al cerdo y Hitler, extasiado, casi siente un orgasmo de placer. Durante una hora el tirano observó a la pantera engullir los rojos intestinos del negro cochino, sus muslos, sus orejas, sus hocicos, hasta que nada más que quedaron restos sin vida. Satisfecho por fín se retiró a sus aposentos a tocar el piano.

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Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Poeta

Poemas :  Realidad adivinada
REALIDAD ADIVINADA

En la mano estremecida bajo el sol.
El sombrero, café, en el vaso.
Cabe.
Y cae bien______ Antes.
En la noche_____ Bajo el sol.
Tendido, césped, entre la lluvia.
Lecho, en que duerme, luz,
barniz bajo la mesa.

Tomó lentamente,
cada minuto, lágrima, recuerdo.
Bien me lo decía: El fondo dolorido.
En la fe de las palomas.
El hijo de un año sueño dentro al alma.
Todo era luz vieja. Luz del silencio, su alegría,
y color rosado azucarado.
*EnElFulgorDeLosLeños*
En la vieja, chimenea.

Esa vez, como miles de hogares.
Ni viven, ni respiran,
ni saben del tiempo alegre.
Las arpas lloraban los violines.
Las guitarras en los rincones.
Las mesas en los sillones.
¡Todo!.

Era un lugar de ausencias.
Un lugar perdido, frío y polvoriento.
Antes.
Había sido diferente, ahora,
De pronto.
¡Todo cambió para siempre!.
En el cementerio.
De los sueños, añicos de fragmentos.
¡Sola!. La pesadilla. Cesó.

La muerte muerto lo encontró.
Ya no vivía sus sueños.
En la vieja lápida.
Estaban solos.
Los huesos.
Del dios que abandonó la vida.

Dentro del cofre de Pandora.
Todo está rodeado del misterio.
¡Era sólo, la fuerza de la costumbre!.
¡Luz de la esperanza!.
Y el veneno amargo envejeció.
¡Color entre flores y latidos!.

El ponerse a salvo nada importa,
fulgor de fe descalza.
De perseguir la dicha.
¡Los años estallan desiguales!.
Leños. Bajo la chimenea.

En el desprecio absoluto. ¡De la vida!.
Las estrellas nadan en su cielo.
¡Arpas sin cuerdas, sin alma!.

Era de sangre, infortunio, del mundo.
Un perdido juicio. ¡Equívoco!.
Lugar desempleado en una quimera.
¡Alegre, solo el invierno, sin infierno!.

Había perdido aquéllo que había.
Sido y ya no era.
De pronto al caer la tarde.
Sonido, el fuego y la ceniza.
De Las mariposas, chispas.
Voces. ¡De la primavera!.

¡Cesó en la vida del dios muerto!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Y se fue
Galopas en el viento
dejando las esperanzas perdidas
el caballo de Troya
que huye despavorido
donde el rayo trémulo
hasta la mas dulce flor quemo.
Te fuiste y sin sentido
si tu no sentiste nada
el dolor mas hiriente
como convaleciente en batalla
solo a mi me cubrió;
tal vez tu reías
no lo se, no lo puedo decir
pero partiste sin rumbo
y yo perdí la divisa.
Tal vez tu te reías donde yo lloraba;
tal vez tu hacías fuego, donde yo trataba de apagarla;
tal vez te hiciste a la mar
donde yo con lagrimas
daba combustible a tu balsa;
y te alejabas
donde ni un rayo ni un eco
tocaban de ti
siquiera un sentimiento.


Mira mi blog
http://hectormaxx-mipoesia.blogspot.com/
Poeta

Poemas :  YA QUE INSISTES, QUEDATE
Amor, si insistes en quedarte
Ya no voy a contrarrestarte
Si lucho por ti me deshaces
Si lucho contra ti me destrozo

Pero ya encontré la solución, amor
Te voy a dejar en paz, te voy a dejar estar
En el submundo de mi conciencia
Donde casi nunca voy
Te voy a dejar tranquilo
Durmiendo debajo de mi blusa
En la esquina de mi corazón
Donde la sangre es escasa
Y los latidos muy débiles
No te preocupes amor
Aunque yo no quiera
Sigues estando conmigo

Te llevo en un doblez de mi cartera
Y adornas mi cabellera
Contigo pinto mis labios
Y doy color a mis mejillas
Para verme más atractiva
Por si acaso te encuentro un día

Te disperso igual que un perfume
En donde la piel me pulsa
Para olerte todo el día

Te cuelgo de mis orejas
Te inserto en mis dedos
Como sortijas de oro
Y te cuelgo de mi cuello
En un Cameo con tu fotografía

Te calzo en mis sandalias
Esas que tanto te gustan
Y camino en las nubes
Del cuadro que me pintaste

Me avisas el cambio del semáforo
Cuando voy conduciendo
Y cuando enciendo la radio
En cada canción tu voz escucho

Cuando cocino
Le das el punto a mi comida
Y así me abro el apetito
Endulzo mi café contigo
Y me mareas igual que el vino

Me ayudas a escoger la ropa
Y el próximo libro que leeré sin ti
Cuando voy a escribir un poema
Tu recuerdo me inspira
En cada verso que sale de mi pluma

Cuando voy a cortar las rosas
Tú me pasas las tijeras
Y si una espina me alcanza
El recuerdo de tus labios es mi anestesia

Y cuando voy a dormir, amor
Te beso en la almohada
Me cobijo con el aliento de tu cuerpo
Que quedó prendido en la sábana
Me haces el amor y me apagas la luz
Y después sueño contigo

Así que… si insistes, quédate
Ya no tengo problema
Ya encontré la solución
Si ya no estás conmigo
Yo te llevo amor
Adonde quiera que vaya
En la esquina de mi corazón!

©Vicky Toledo
Poeta

Poemas :  Canto al desencanto
CANTO AL DESENCANTO

Pero, fueron horas, los siglos.
Muchos, pasados, con pico.
Especialmente, nacieron y expiraron.
Todavía prósperos en la tierra.
No cándidos temores,
tienen las nubes a los vientos.
Claridad presurosa y tarde,
sobre diferentes partes.
El acero voraz,
problema. ¡Encierra frescas alas!.

Por el dulce canto... Cuenta.
Un sentimiento... Encanto todo.
Estudio desprendido.
De la vez primera. ¡Un mundo!.
Acuerdo ardiente y recogido.
Con la tersa mañana.
¡Ésto van sembrando!.

En el regazo silencioso de la noche.
En el mágico tesoro de la tarde.
En el amable lecho de la ilusión.

La grandeza sublime humilde.
Interna, de oro nítido, con ésta.
Contradicción de álamos ufanos.
Uno, de los deseos esclavo.
De pura y generosa llama.
Los antes de ventura rosa.
Básicos suspiros y anhelos.
¡Ilimitados!.

Es de la ladera el monte.
La verdad sincera. Vela, fuego.
Base del ruido mundanal.
Ya roto sueño, mar impetuoso.
En la vida sin reposo.
Sí ésto, no cambiamos, en sí.
¡Al mismo vidrio cauteloso!.

Así, precioso, con ánimo valiente.
Cesa la queja satisfecha.
Su desprecio del sosiego en ésta.
Capacidad sin márgenes ni orillas.
Del todo esférico y fugaz.
Conocer al hermano.
De semblante sedentario.
Cambiar el horizonte es.
La divina planta. ¡Semilla!.
Sucesión de la raíz al fruto.

Por un día y otro siglo diferente.
Lo necesita cada frágil desespero.
Menos mármol de funesta servidumbre.
Para juntos, tejer el áspero destino.
Lo caprichoso de la dicha.
Viejo rumbo del escombro.
Y la necia vanidad.
Lo sublime de la memoria.
Nuevos dueños del abatido mundo.
El
Tiempo
Envejeció
Y sin provecho
Nuestro corazón moja su ardor
No hay
Menos murallas
En la sangre sitiada
En la paz encorvada
Donde las miradas son opacas
Donde los recuerdos solo duelen
Y la riqueza
Es frialdad de roca
Es hambre primera
Del alba humanidad perdida
Del inflamado vientre a cuestas
Del dolor mediante
Cada párpado turbado sueño
En la copa derramada y seca hoja.

¿Quién podría vivir feliz así?.

En el vaso del embriagador veneno,
la piel oprime crudos arrecifes,
la lejanía de marismas desérticos,
el futuro duerme triste y suelto,
los perforados pantanos inmóviles,
al arrullo gemir de cada grito ruin.

¡Solo desencanto... Y con la ilusión perdida!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Amable... Solo humano
Amable... Solo humano

Tan
amable siempre siento
Cuándo sale música del arpa y lira
¡No incluyendo notas rotas!
Y... Soplando... El... Triste... Viento
¡No al rededor de la ventana!.

¡En serio, amable y no cruel!
Amable
En
Serio.... ¡En serio amable!

El vivir finalmente hermanados
Qué sería, sino, un valle hermoso
¡Allá de primaverales inviernos!
Qué de otoños veranean
Y las estaciones, jóvenes, felices.

¡En serio, en serio!.

No habremos pensado.... ¿Cómo sería?
¿¡Qué, ó es imposible, ó difícil lograrlo!?
Si
No
Somos
Ya Esqueletos.... Esqueletos, del alma y la conciencia
¡Aún y con todas las estrellas, y de cualquier tamaño!

¡Si lo humano hemos perdido!... ¡Qué tenemos!
¿Qué, qué, qué... Y quién puede decirl?
Si, solo esperamos, siguiente, a la mañana...

..... ¿Qué será, solo, una vela? .....

Sobre techos puerta confusa.
Como, en un después, de mucho tiempo.
La belleza, sóla, se contempla
¡Con la húmeda sequía del alma!.
...La paja en el ojo del hermano...

¿Qué sería, el cielo, sin nosotros?.

En el desgraciado espíritu del polvo
De los huesos de los fantasmas
Un sueño, qué se esfuma, el día siguiente
Trás del momento jamás vuelto
¡¿Qué reflejará vacío el espejo?!

En
Serio, lo pienso y lo deseo....
Hilo, hilo.... ( Deseo, en serio ).... ¡Telar humano!.
Tan
Tan... En tanto tan...

Tan en serio_____ ¿Cómo sería?
Pienso___ Y más deseo...

¡Aunque tenga, qué morir, por conseguirlo!

Tan en serio, cómo desde Siria
Se ve.... ¡En el cielo Sirio!.

O
En
La
Antigua..... ¡Cirene!. ¿Lo sabrían los Asirios?

En el cielo siempre circunstante,
creo, como en los telescopios veo.
Y
Ensimismado.
Encristalado observo.
Usuario
Y
Con vestuario de astrónomo
¡La luz de las estrellas!
En la humanidad del hombre... (No en todos muchos de ellos).

Música de las esferas.
No, de las esperas, no.
No, la verdad muerta, no.

* * * *

Imagina
En
Serio
¡Como en Siria, Sirio, los asirios, los sumerios...!
Imagínalos
Tanto
A
Ellos
Como... A nosotros, todos, todos... ¡La humanidad unida!
No
Esclava
De
Unas
Cuantas
¡Cadenas!
Inhumanas
Amonedadas
Y
Desalmados
Desencarnados
Encarnados
Infernales.

¡Una solo!... Aunque sea una sola... ¡Vez!
Imaginada, por lo menos
Y
Ya la... Ya la... Llama verías, elefantes, camellos y[i] delfines.

Y la verías
Como...

De una nube descabalga
Y
Cabalga luego el sol.
Del corazón, del hombre, humano todo.
¡Qué ama la paz, no sólo, cuándo se pierde!.
Lo humano.
En el hombre.
Ya nada importa... Ni, es, amable.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta